José Rosario Araujo
Al
llegar a los llanos a conocer a Páez, Bolívar se encuentra con un ejército comandado
por el llanero de 4.000 hombres y 40.000 caballos y en la provincia de Casanare
se encuentra el Coronel patriota Ramón Nonato Pérez que cuenta con 2.000
hombres más.
Arenga
a las nuevas tropas que quiere anexar a los aguerridos luchadores que están
bajo su mando:
«Llaneros,
vosotros seréis independientes, aunque se oponga todo. Vuestras lanzas y estos
desiertos os libran de la tiranía. ¿Quien puede subyugar la inmensidad?
Preparaos al combate; vuestros hermanos de Guayana, de Barcelona y Caracas
estarán a vuestro lado. El impertérrito General Páez los conducirá a la
victoria y el genio de la libertad escribirá vuestros nombres en los fastos de
la gloria. Llaneros: sois invencibles».
El
Libertador logra convencer a Páez y a su gente para que luchen bajo sus órdenes,
el hábil caraqueño sabe que no podrá
convencer a estos hombres solamente con discursos. Estos eran individuos que
hacían meritos con hazañas de valentía y no con solo palabras.
Había
que ser igual o más machos que ellos, debía dar ejemplo, mostrarse familiar,
fuerte, audaz, capaz de todo, comer como los llaneros, carne seca y casabe;
colear toros, nadar como ellos ríos infestados de caimanes y caribes, dormir en
chinchorro o sobre la sábana, vestirse como ellos, hablar con frases de esas
tierras y hasta bailar con las muchachas al son de cuatro y maracas.
Existen
anécdotas donde retratan los esfuerzos realizados por El Libertador para ganar
esa fidelidad de estos hombres bragados. Un ejemplo es cuando compite con el coronel Martel de nadar
en un río caudaloso atado de manos y pudiendo llegar a la otra orilla con mucho
esfuerzo. Sus hombres tomaron este hecho como ejemplo de su indomable voluntad,
Bolívar nunca se dio por vencido.
Otra
de las anécdotas cuenta que Bolívar vio a los llaneros que saltaban a los lomos
del caballo desde la cola y lo intento varias veces pero dándose al final un
fuerte golpe ustedes se imaginan donde. Con esto Páez y sus llaneros
reconocieron y comprendieron la superioridad de su nuevo jefe.
"Confieso
-dijo posteriormente- que hice una locura pero no quería que nadie dijese que
me pasaba en agilidad y que hubiera uno que pudiese decir que hacía lo que yo
no podía hacer."
Consecuencias
de estas penalidades y sacrificios para emular a los llaneros son las llagas y
mataduras que sufre en los muslos y que viene a curarse en San Fernando de
Apure en mayo de 1818.
Con
todo este ejemplo se ganaría la fidelidad de esos hombres y los llevaría a
través de los campos de batalla, con ellos cruzó Los Andes, hazaña que no tiene
comparación en la historia militar del mundo ya que Aníbal atravesó los helados
Alpes para atacar a Roma, pero lo hizo en la época de otoño y con hombres
acostumbrados al frío ya que eran de tierras donde las temperaturas eran bajas.
En cambio Bolívar lo hizo con hombres de tierra caliente y en la época de
invierno.
Cuando
el General Pablo Morillo supo del paso de Los Andes le escribió al rey de
España:
"Dadme
cien mil llaneros y me paseo por Europa en nombre del Rey de España"
Simón
Bolívar cuando emprendió la lucha por la libertad no escatimo esfuerzos ni
sacrificios para lograr sus metas, se comenta que sus nalgas estaban llenas de
callos por tanto montar caballo y como un día me contó el Cronista de Valera;
Don Luís González; que Bolívar decía que esos callos eran los pueblos que había
recorrido en busca de la libertad.
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