En las
páginas heroicas de nuestra historia
José Rosario Araujo
Es
necesario que como venezolanos conozcamos nuestra historia, para sentirnos
orgullosos de ella, que está plagada de
hombres insignes, valientes y bragados que dieron todo en la lucha por la
libertad.
Cuando
estaba casi un niño pude leer “El Libro de mis Luchas” que es la biografía de
aquel insigne luchador en contra de la tiranía de Juan Vicente Gómez, como lo
fue Arévalo Cedeño que escribió en 1936 al
retornar a Venezuela.
En
mi búsqueda en nuestra historia me tope con este hombre pequeño de estatura
pero de una grandeza de coraje, en la lucha contra la feroz dictadura que
asolo nuestra Patria desde el año de 1908 hasta 1935.
Cedeño
fue un hombre polifacético, a temprana edad al ser cerrado el Liceo donde
estudiaba decidió recorrer los llanos realizando diferentes actividades como comerciante de frutos y de animales,
como insipiente periodista en sus periódicos “Titan”, con su imprenta en Altagracia de
Orituco, ejerciendo el oficio de bodeguero por corto tiempo por la desaparición
de su negocio por un voraz incendio, finalizando con el oficio de telegrafista
que dómino plenamente.
Conseguimos
en la historia del principio del siglo XX en nuestro país, la figura del llanero levantándose en la
resistencia contra Juan Vicente Gómez con su gesta de rebelde entre 1915 y 1933
en donde invade siete veces Venezuela desde el Arauca.
Arévalo
Cedeño es reconocido por personajes de la lucha antigomecista como José Rafael
Pocaterra de que “es la única esperanza que si esa chispa
revolucionaria se extingue tendremos que olvidarnos de Venezuela hasta que el
cáncer o una disentería acaben con Gómez…”
Delgado
Chalbaud admiraba la tenacidad y sus
energías, reconociéndole que era un hombre de meritos.
Después
de la fracasada invasión del Falke Pocaterra manifestaba que era el único
hombre que es capaz dentro de la oposición contra Gómez es capaz de encabezar
un movimiento revolucionario eficaz.
Su
temprana lucha contra el régimen gomecista comienza desde que es atropellado
cuando pretende vender una manada de caballos y le es anunciado que solamente
se los podrá vender al representante de Gómez, pagándole a su conveniencia
porque si no se arriesgaba a dar con sus huesos a las mazmorras del régimen y
la posibilidad de pagar con su vida.
Para
poder enfrentarse al régimen con las armas en las manos, Cedeño decide aceptar
el humillante negocio para luego abandonar su hogar para levantarse en guerra
contra el tirano de la Mulera.
Es
destacada en su vida revolucionaria la toma de San Fernando de Atabapo, capital
del Territorio Federal Amazonas en donde manda el peor tirano que ha asolado
Venezuela, que era Tomas Funes, que en ocho años de mandato había asesinado
más de 400 personas, robándoles sus bienes apoyando por un grupo numeroso de
asesinos con que protegía sus vastos territorios millonarios en balata.
Arévalo
en nombre de la Vindicta Pública
fusila al asesino que junto a Eustoquio Gómez y Pérez Soto eran los pilares del Gomecismo.
De
la misma forma venció varias veces las fuerzas militares de Gómez en diferentes
acciones en donde se destacan el combate de Santa María de Ipire en donde
venció a una fuerza mayor diez veces que la suya, comandadas por un Gral. Manuel Sarmiento que
era el Presidente del estado Guárico, derroto al Gomecismo en Rio Negro,
Guasdalito, Campo Alegre, Cenizas Cuchivero, Bruzual, Lezama, Acarigua, Araure
y Turen.
Lo
emblemático de estas rebeliones era que Cedeño como telegrafista que era, enviaba mensajes a Gómez desafiándole.
Utilizaba uno de los instrumentos
comunicacionales más importantes de la época, como lo era el telégrafo manipulando la señal “treintiuno” , que era el distintivo
de los telegramas para Gómez.
Se
le reconoce en Cedeño la inspiración del Libertador Simón Bolívar ya que en
todas sus proclamas usa sus frases en
sus manifiestos. Reconoció crudamente la cobardía del pueblo venezolano que no
lo quiso acompañar en sus combates, siendo traicionado varias veces,
convirtiéndose en un hombre solitario en su lucha contra la dictadura de Juan
Vicente Gómez.
En
sus viajes buscando ayuda económica para invadir Venezuela para acabar con la
dictadura gomecista, se enfrenta con
hombres que tienen la revolución como un negocio, sufre un calvario buscando
dinero en Francia, Inglaterra y La Habana.
Se
entrevista con figuras de la oposición a Juan Vicente Gómez como José Rafael
Pocaterra, Gral. Román Delgado Chalbaud y Rufino Blanco Fombona no llegando a
nada con estos líderes revolucionarios.
En
sus luchas trato de liberar a estudiantes desafectos de régimen que trabajaban
en la carretera de los llanos, haciéndosele imposible la acción por el cerco
militar que se levanto en la zona para frustrar el raid.
Recorrió
selvas y sabanas perseguido por las fuerzas militares del dictador de Guárico,
Bolívar, Anzoátegui, Apure y Monagas con camiones llenos de tropas para
combatir uno de los últimos hombres de a caballo que se enfrentaron al régimen
que asolo nuestro país por tantos años.
La
recompensa por su captura fue de un millón de bolívares que era una cantidad
demasiada grande para la época, en donde
la lucha antigomecista se cundía de desaliento
ya que casi se admitía que era imposible derrocar al dictador.
En 1931 realiza su séptima y última invasión a
Venezuela en El Cubarro en donde le produjo grandes bajas a las fuerzas del
gobierno en los enfrentamientos en Lezama, Bolívar y en el hato de Las
Mercedes.
Se
retira por el río Caparo, cruza el Alto Apure, saliendo por El Arauca hasta
salir al Mar Caribe, con la intención de
llegar a tierra firme para combatir las fuerzas gomecistas de los Coroneles Meléndez de Apure y de Sánchez de Bolívar.
En
ese combate le matan al caballo, salvándose milagrosamente por la ayuda de uno de sus oficiales, siendo derrotados teniendo que huir a
Barranquillas rumbo a Costa Rica iniciando
un recorrido por el Perú,
Jamaica, Martinica, Guadalupe, Santa Lucia y Puerto Rico, hasta que el 18 de diciembre de 1935 recibe
una llamada de su amigo el doctor Rafael Ernesto López, quien le anuncia la
muerte del dictador de La Mulera.
El
régimen del Gral. López Contreras lo invita para que vuelva al país y regresa a su tierra el 15 de enero de 1936,
después de 23 años de lucha contra la más feroz dictadura que asolara nuestro
país.
Cedeño
fue senador por Guárico y luego Gobernador de ese estado llanero en donde
realizó una política a favor de los agricultores con la instalación de molinos
de viento para obtener agua, realizó la apertura de vías de comunicación para
facilitar la conducción de la producción agrícola y pecuaria y creo
instituciones educativas como el Liceo “Juan Germán Roscio” de San Juan de los
Morros.
Falleció
el 19 de mayo de 1965 a la edad de 83 años.
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