Siempre presente en la historia de Valera
Tuve en Arnoldo Bolívar un gran
colaborador cuando trabaje como editor
de dos semanarios en Valera como lo fueron Periódico Gente; en donde tuvo una
columna sobre historia valerana que duro tres años y un poco más y en el Semanario Al Grano con la cual conté con
su ayuda en varios artículos que publicamos.
Pero hoy no me voy a referir
sobre Bolívar; con quien me une una gran amistad; como cultor, voy a referirme
al Bolívar deportista, al Bolívar judoca, hombre de un gran físico, difícil de
dominar en el arte del japonés Jigoro Kano. Deporte que tuve la dicha de
practicar con Vladimir Terán en mi infancia en los años 70 y ya Bolívar era un
tipo temido en las competencias de las proyecciones y sumisiones por su alta estatura y su peso
de 125 kilos.
Tenía tiempo que no veía a Arnoldo y después de
encontrarlo en la celebración de los 63 años de la Urbanización La Ciénaga,
como siempre duro como una roca, con esa personalidad tan destacada que la
enfermedad que tiene no ha logrado ni lograra derrotar. Pudimos conversar y conocer más del Bolívar
judoca.
¿DESDE CUANDO EMPEZASTE EN EL
MUNDO DEPORTIVO?
Mis inicios en el deporte en el
municipio Valera fueron en los Juegos Escolares en Lanzamiento de Bala, en
donde tenía buena puntuación y de allí
se coronaron muchos atletas bajo la dirección del Prof. Luis Loreto Lira
y muchas personalidades del deporte de ese tiempo. Pero se destaca el Prof.
Loreto Lira ya que fue un hombre muy allegado a dos generaciones.
¿QUÉ AÑO FUE ESO?
Fue en los años 63, 64 y 65, todas
esas fotos de mi participación deportiva están en mi hogar.
¿DESDE CUANDO EMPEZASTE A
PRACTICAR EL JUDO?
Comencé a practicar el judo desde
el año 71, pero iba y venía de este deporte, me retiraba y comenzaba otra vez.
Hasta que en el año 73 lo empecé a practicar con más dedicación y bríos.
¿QUIÉN FUE TU ENTRENADOR?
El Prof. Nacho Perdomo, un
trujillano que se las traía; y venía a entrenarme todas las tardes en el
Estadio Olímpico de Valera “Mario Urdaneta Araujo”.
¿CUÁNTOS GALARDONES OBTUVISTE?
Fui campeón de la Zona Andina en
el año 76, competí en Barquisimeto en varias oportunidades ganando. Campeón
Nacional en Judo, presea que obtuve en el estado Lara y un número muy largo de
competencias. Como yo era un tipo muy pesado, de 125 kilos todo el mundo quería
dominarme en competencia.
También estuve en la preselección
nacional Bolivariana para los Juegos de La Paz Bolivia, en 1977, pero no se
logró. Después se iba para Los Panamericanos que fue en Puerto Rico, en donde
un amigo que sí pudo ir por Trujillo;
Gilmer Enrique Avendaño.
Él recuerda cuando me dieron el
traje de judo para representar a Venezuela, ya que yo estaba en la selección
venezolana de primero y de segundo lugar a nivel nacional.
¿QUÉ ANÉCDOTA MÁS TE RECUERDAS?
La lesión que me hizo tener que
dejar de entrenar más fuerte. Recuerdo que uno entrenaba duro para enfrentar al
mejor campeón Panamericano; Segismundo Alvarado; que Dios lo tenga en la
gloria.
Él estuvo aquí en Trujillo viendo
los Juegos Nacionales Juveniles y cuando
me vio derramo lágrimas.
Anécdotas muchas tengo y hay una
que quiero que se la preguntes algún día a Nacho Perdomo de una rabieta que
paso y fue que yo gano en Maracaibo en un Nacional de Judo, me ganó el segundo
lugar y el cuarto lugar en libre que me da la medalla de bronce.
Nacho veía que cuando yo ganaba
los de la Universidad Central de Venezuela, el equipo completo, gritaban:
¡UUUCV, UUUCV, UUUCV!
Nacho gritaba:
¡Trujillo, Trujillo, Trujillo!
¿CUÁNDO TE RETIRASTE?
Para mí no existe la palabra
retirar, estuve en competencia desde el año 71 hasta el año 80 que necesitaban
un entrenador para judo, con conocimiento pedagógico en el deporte y presente
mi curriculum, estaba estudiando en el Rafael Rangel Nocturno y quede.
Participé como entrenador en el Núcleo Universitario de
la ULA Rafael Rangel y empezamos de cero para sacar atletas de 19, 20 y 21
años, imagínate a esa edad buscando atletas cuando la mayoría de los atletas
hay que buscarlos desde los 11 y 12 años y tuvimos que fajarnos como los buenos
para lograrlo en un futuro muy cercano y lo logré con la ayuda de mis amigos,
con el apoyo moral de la ULA, aprovechamos un convenio con Cuba y salieron 25
alumnos muy bueno.
¿CUÁL SERÍA EL MENSAJE QUE LE
DARÍAS A LA JUVENTUD TRUJILLANA?
Que tengan la amabilidad que sean
buenos ciudadanos, uno ve en las calles cosas que asombran y eso es
responsabilidad de todos. Si tenemos un error debemos rectificar. Debe haber
moralidad y buenos principios en las nuevas generaciones.
Tratar todos los días de ser
mejores preparándonos para lo que queremos ser, ese es mi mensaje el de Arnoldo
Bolívar.
Foto: Conversando con el buen
amigo Arnoldo Bolívar.
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