José Rosario
Araujo
Existe una versión de que el
gran escritor Miguel de Cervantes Saavedra se nutrió con la figura del
caballero Alonso de Ledesma para crear
al personaje de su novela “Don Quijote de la Mancha”.
Hechos de valor como el
protagonizado por este insigne caballero no podía pasar desapercibido por una
España ávida de hechos heroicos realizados
por sus conquistadores en la América invadida por hombres necesitados de gloria
y fortuna.
La historia registra el
nacimiento del “Caballero Andante” en 1537 en la villa de Ledesma, España.
Este aventurero español se
destacó en la fundación del Tocuyo y de Trujillo junto a Diego García Paredes y
Juan de Carvajal, siendo de los que acabaron con las pretensiones del rebelde López
de Aguirre, resultando uno de los primeros que entraron al bastión donde resistía
el caudillo español.
Se dice que Ledesma llegó a Venezuela junto a su hermano Tome, a la edad
de 21 años y se destaca como combatiente, tomando parte en varias batallas como el de Lagunetas contra el indio Guaicaipuro
logrando que se retirara y en San Pedro donde logra derrotar al temible caudillo
indígena. De la misma manera aparece su
figura heroica en la fundación de Caracas junto a Diego de Losada y es allí donde se estableció junto a su esposa Francisca
Matheos, hija de uno de los compañeros de Cristóbal Colón.
Tuvo 13 hijos y la encomiendo del valle de Baruta le
es entregada por Losada el 12 de marzo de 1568 y el Cabildo de Caracas
ratifica esa decisión el 20 de febrero de 1582. El español con su espíritu emprendedor
funda un hato en donde cosecha trigo, cría ganado porcino y vacuno, produciendo
leche, queso, convirtiéndose en un importante
proveedor del mercado de la Plaza Mayor de Caracas, siendo su producto más destacados el “Queso de
Ledesma” preferido por los habitantes de
la recién fundada ciudad.
En 1595 el pirata Amyas
Preston junto con 500 hombres y 6 navíos
tras invadir La Guaira es conducido por
el “camino de los españoles” por un traidor llamado Sánchez de Villapando; quien
terminó degollado por los filibusteros.
Ya el pirata ingles había sido
prisionero de los españoles en la ciudad de Caracas de donde escapa jurando vengarse de los malos tratos
recibidos.
La gente huye y el único que
se apresta a enfrentarse al ataque es
Ledesma que con un viejo caballo y con
una lanza sale a combatir al invasor.
La leyenda narra que el bravo Ledesma les grita a los atacantes:
¡Oídme bien, perro del mar, has encontrado mi ciudad desguarnecida gracias a
ese canalla, pero no la tomareis sin combatir, aquí estoy para defenderla!
Los piratas le responden que
no podría enfrentarse a un número tan grande de tropa ripostando el esforzado guerrero:
¡No hay sacrificio inútil
cuando se defiende un derecho! Preston ordenó a sus hombres capturarlo con
vida, semejante valentía no podía asesinarse.
El jefe pirata al ver el valor
del anciano ordena que no le disparen pero al ver que el bravo “quijote” acaba
con varios de sus hombres no le queda más remedio de ordenar que disparen
contra el valeroso guerrero.
Antes de saquear la ciudad los
piratas entraron con el cuerpo de Ledesma en hombros y le prestaron los honores
correspondientes a un destacado valiente
como lo fue ese día el Quijote venezolano.
La gesta del anciano fue
destacado en la Crónica de Oviedo y Baños titulada Historia de la Conquista y Población
de la Provincia de Venezuela y por el escritor Francisco Herrera Los Amos del
Valle.
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