jueves, 11 de febrero de 2016

El Templo San Juan Bautista



José Rosario Araujo

La primera capilla construida en nuestra querida Valera fue en la esquina sureste de la Plaza Bolívar  sobre el terreno de 100 varas  que había donado Mercedes Díaz.
Esta capilla de palma fue consumida por un incendio al año de haberse construido y fue reconstruido por sus vecinos y  por su primer cura párroco;  Manuel Fajardo;  con paredes de barro y techo de tejas.

En 1878 se le hicieron algunas reformas, colocándole pisos de ladrillos, altar de calicanto forrado en madera y gradas. Ocho años después durante el periodo del  vicario y cura de Valera; Jesús Romero; fue restaurado por el Arq. Carlos Guerra de origen cubano   la torre que había sido derruida por un rayo un año antes.

En 1926 el Pbro. Escolástico Duque   demuele los pisos y los muros que eran de barro y levanto seis arcos, pero carecía de experiencia en materia de construcción  y los arcos era de distancias desiguales y el área de construcción estaba mal distribuida.

El nuevo párroco a finales de ese mismo año; que era Pbro. Dr. Guillermo Parra; medico, sanador de almas y de cuerpos;  expone el problema  y pide a un técnico; Antonio Duplat;  que levante un informe sobre el estado del templo.

El sacerdote viaja a Caracas buscando los planos para la nueva construcción y el presidente Gómez le ofrece ayuda. El padre Parra  no consigue el arquitecto que le realice la obra hasta que el hermano jesuita Luis Gogorza que era ingeniero y arquitecto cuenta con el maestro Antonio Guida  y  dirige los trabajos por cierto tiempo.

Mientras tanto el Padre Parra realiza las recolectas para el material necesario y un año después de llegar como párroco se empiezan los trabajos del templo  y para 1928 se termina la primera torre o campanario de la nave del Evangelio por la que se había iniciado el trabajo. La segunda nave es inaugurada en 1930 por el arzobispo de Mérida Mons. Acacio Chacón.

Al terminar la arquitectura la iglesia queda inconclusa y  es puesta al servicio de los feligreses,  el seis de enero de 1932. Debido a las deudas contraídas por el párroco José de Jesús Romero; primer vicario de la ciudad 1885-1099; hipoteca la casa parroquial en Bs. 20.000  a la Casa Julio A. Añez & de Maracaibo y una comisión se encargó de buscar el dinero y cancelar la hipoteca.

El General Silverio González; presidente del estado; a nombre de Gómez decretó la erogación de bs. 20.000 lo que permite al párroco la continuación de la deuda adquiriendo cuatro vidrieras con los Misterios de la Encarnación, Nacimiento, Resurrección y Ascensión  de Jesucristo.
Además coloca el piso de mármol, el zócalo de granito, las puertas de la sacristía, el retablo, el altar, el pulpito de madera tallada  de cedro y caoba, todo al estilo gótico.

El valerano se ha caracterizado por su espíritu colaborador y en aquel año de 1933 son muchas las colaboraciones para engalanar nuestro templo de San Juan Bautista. Tenemos entre ellas la pila bautismal de mármol que es obsequiada por el Coronel  Teodoro Méndez, las cinco campanas que son donadas por la familia Daboín.

La campana   mayor que mide 81 centímetros y se conoce como San Juan Bautista, las restantes son conocidas con los nombres de “Inmaculada Concepción” “Santa Rosalía”, “Santa Elena”, “San José”.
El Padre Parra se ocuparía del financiamiento del Templo organizando colectas, veladas, rifas para conseguir recursos para la construcción de la iglesia.

De igual manera se recibieron contribuciones en dinero   entre el pueblo y los comerciantes, no pudiendo quedarse atrás políticos de la época como el Gral. Vicencio Pérez Soto con 4.000 y el Gral. José Baldo con 5000 bs entre otros.

Para el año de 1934 el Padre Parra entrega al Padre José Humberto Contreras la parroquia de San Juan Bautista y aunque el templo está en servicio se encuentra inconcluso y se debe terminar el revestimiento de la obra; el exterior e interior del templo.

Se destaca el Padre Contreras con la compra  de vidrieras de la cúpula, las naves laterales, vidrieras que son traídas de Alemania que son encargadas en 1939 y llegan diez años después.

De igual manera se encarga del armónium de tubos; especie de órgano; los medallones  del Vía Crucis, la construcción de los pisos, los bancos de madera, el gran comulgatorio de mármol.  En el año 53 es entregada la parroquia de San juan por parte del Padre Contreras al Pbro. Juan de Dios Andrade y este conocido representante de la iglesia se dirige al Concejo Municipal; presidido por Alberto Maldonado Labastida;  y el ente edilicio contrata al herrero Scorfa quien construye las puertas que hoy luce la iglesia.

Es innegable el valor que para nuestra ciudad de Valera tiene la Iglesia San Juan Bautista que es bastión de lo que somos los valeranos y es un sitial reconocido para el transitar de nuestra historia.
Parte de esta historia de lo que fuimos debemos recordarla, para darle un espacio necesario aquellos hombres y mujeres que forjaron lo que somos y soñaron con la Valera que nos merecemos.

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