José Rosario Araujo
Al encontrarse Bolívar en Mérida envía una vanguardia a las
ordenes de Atanasio Girardot integrada por 480 hombres. Estas tropas son
divididas en dos columnas para desalojar al enemigo de las dos grandes
vertientes de Trujillo; la de la ciudad de Trujillo y la de Bocono.
Las tropas libertadoras se organizan de la siguiente manera:
Tres Divisiones; Vanguardia comandada por Girardot, la del centro comandada por
Urdaneta y la Retaguardia dirigida por José Félix Ribas. La primera en
Trujillo, la segunda en Barinas y la tercera en Nutrias.
Girardot tiene órdenes de actuar según las circunstancia,
Bolívar tiene una gran fe en este soldado granadino.
Los Capitanes patriotas Maza, Ricaurte pasaron desde el
páramo de Mucuchies al Valle de Motatan a enfrentarse contra Correa en
Betijoque y el capitán D¨Elhuyar les dieron las ordenes de acabar con los
españoles en Niquitao, en el valle de Bocono.
Los patriotas logran cruzar la fila de la cordillera e
incorporarse a la otra columna más abajo de Motatán.
Los valientes venezolanos subieron a paramos de mas de 4000
metros sobre el nivel del mar para bajar a valles de 100 metros con toda la
rapidez que podían.
Mientras tanto Bolívar en Mérida permaneció 18 días
reorganizando a su gente, estaba seguro que no sería fácil enfrentarse contra
los españoles. Sus tropas fueron reforzadas por hombres de Campo Elías.
Al Libertador le llegaban noticias sobre los desmanes
cometidos por los españoles de Monteverde. Él sufría a ver lo que pasaban sus
compatriotas.
Bolívar frenaba el deseo de actuar, debía ser precavido, era
demasiado lo que pondría en juego. Debía frenar sus impulsos.
Sus oficiales lo presionaban para que Bolívar tomara una
decisión clara vengándose de todas las atrocidades cometidas por el enemigo.
Los venezolanos que acompañaban a Simón en la campaña habían dejado sus
familiares en Venezuela y sabían que muchos de ellos se encontraban sufriendo
en carne propia todo el peso de las injusticias unos siendo asesinados y otros
estando prisioneros.
Bolívar con su personalidad resuelta a toda prueba, tenía que
mantener el equilibrio emocional de sus tropas que se encontraban heridos en su
amor propios y deseosos de vengar las vejaciones echas a sus familiares y
amigos.
No quería que su gente se convirtieran en salvajes y crueles
vengadores. El Libertador no estuvo nunca de acuerdo con la crueldad de Antonio
Nicolás Briceño.
Ya en Trujillo el 3 de junio D`Elhuyar y Maza dispersaron una
partida de 50 realistas cerca de Escuque; en el Colorado; y después arrojaron
de Ponemesa a Correa.
Ese combate se realizó entre Betijoque y Escuque, pelearon
las tropas españolas del general Correa que eran unos 200 hombres y los
soldados de D´Elhuyar que eran aproximadamente unos cincuenta. Los dos
capitanes sacan de escena al español.
Los patriotas hacen huir a los realistas hacia Maracaibo, vía
Moporo, también se suscitan combates en Agua Santa y El Sequión.
Las dos columnas patriotas llegaron a Trujillo el 10 de junio
pues el Capitán realista Cañas se retira hacia Carache. El 13 de junio se
produce la batalla de Los Cuarteles, donde se destaco por su bravura el
patriota Andrés Linares que era oriundo de San Lázaro.
Bolívar había salido de Mérida el 8 de junio y se despide de
los merideños con esta proclama:
“…Y últimamente, oh Dios, casi a presencia de nosotros, han
hecho una espantosa carnicería en Barinas de nuestros prisioneros de guerra y
de nuestros pacíficos compatriotas de aquella capital. Estas victimas serán
vengadas, estos verdugos serán exterminados. Nuestra vindicta será igual a la
ferocidad española. Nuestra bondad se agoto ya, y puesto que nuestros opresores
nos fuerzan a una guerra mortal, ellos desaparecerán de América y nuestras
tierras serán purgadas de los monstruos que la infectan. Nuestro odio será
implacable y la guerra será a muerte”
Ya en este momento Bolívar declararía en su pensamiento y
obra la guerra a muerte y la plasmaría en el famoso decreto.
El 13 de junio de 1813 el Libertador pernocta en la casa de
Carmania del sacerdote Francisco Antonio Rosario. Las horas de la noche son
aprovechadas para conversar; Bolívar dialoga con el sacerdote, este de mayos
edad y con una vasta experiencia con 52 años a cuestas, pero apasionado por la
libertad del país igual que el joven héroe que solo cuenta con 30 años y se
dejara aconsejar por la palabras sabias del presbítero.
¿Quién lo sabe? ¿Habrá influido el padre Rosario en el
pensamiento de Bolívar?
Hablaran ellos de la guerra a muerte, ya a esta hora ha sido
muerto Antonio Nicolás Briceño y todo se perfila que la guerra será mas cruel.
Lo más seguro es que el Libertador haya oído con atención
este amigo incondicional y amante de la libertad como era el Padre Rosario.
Dos días más tarde en Trujillo; el 15 de junio de 1813; se
oye el famoso decreto a Muerte. El día anterior Bolívar envía a Girardot a
Carache para enfrentarse contra el español Cañas de 400 o 500 soldados.
El 17 de junio Girardot sitúa sus fuerzas a 4 kilómetros de
Pozo Seco donde se encontraba el español que se retira en la noche de sus
posiciones a Agua de Obispo.
Los patriotas el 18 en la mañana se presentan ante las líneas
enemigas donde el Capitán español Cañas había desplegado 400 fusileros y 50
jinetes que cerraban dos gargantas de difícil acceso. Esta era muy buena
posición que favorecía las fuerzas del Rey.
Girardot ataca y después de una hora de combate derrota a los
españoles que se retiran siendo perseguidos por los patriotas quienes le
apresan 63 hombres y una gran cantidad de armas y municiones.
Con este triunfo desaparece el peligro que amenazaba a
Bolívar por su izquierda, quedando Tiscar en Barinas con 2000 soldados
La guerra había tomado un carácter demasiado salvaje entre
los años 1813 y 1814. Se cometían como ya hemos dicho demasiadas crueldades y
los realistas no reconocían beligerancia a los patriotas.
Los trataban como traidores al Rey. Esta guerra parecía más
una guerra civil. Los soldados patriotas se pasaban al enemigo, no existía
conciencia de Patria y Bolívar estaba dispuesto a construir esa Patria. Era
necesario crear una conciencia nacional a favor de la Independencia.
Crear la imagen de la Patria libre que luchaba por la causa
de la independencia nacional.
El contenido de la proclama se resume en su último párrafo
que dice así:
“Españoles y Canarios contad con la muerte aun siendo
indiferentes, sino obráis activamente en obsequio de la libertad de América.
Americanos contad con la vida, aun cuando seáis culpables”
Este decreto establecería la diferencia entre España y
Venezuela y así aislar los realistas del pueblo. Bolívar trataría de responder
a los que escudados por la bandera del Rey cometían asesinato y atropellos
contra los venezolanos. Establecería con mucha firmeza un gobierno republicano
que actuara con mano dura y sin la debilidad del gobierno de la I Primera
Republica. El quería responder en la misma en la misma forma los desmanes y
horrores que cometían los realistas.
Todo esto explicaría los actos de Bolívar pero no lo
disculparían. ¿Quizás los españoles lo empujaron a tomar esta decisión? la
pregunta que nos podremos hacer es:
¿Era necesaria esta guerra a muerte?
Debemos recordar que la Independencia no llego por arte de
magia, nació de mucha sangre derramada. El Decreto fortifico el espíritu
nacionalista del pueblo y logro crear la patria que tenemos.
Bolívar no había venido para ser derrotado y estaba dispuesto
a cualquier cosa por lograr su cometido.
Conocía de la indiferencia de los trujillanos que era
compartido por muchos venezolanos.
El pueblo protegía a Monteverde por que lo consideraba
defensor del Rey y ese Rey era la presencia de Dios en la tierra. Odiaban a
Bolívar y a los patriotas ya que los consideraban ateo y enemigos de Dios y de
la monarquía.
La noche del 14 al 15 de junio no fue de descanso para el
Brigadier Bolívar, pensaba, de pronto se levantaba de la hamaca se sentaba en
una silla, se volvía a parar, caminaba.
A las tres de la mañana del día 15 llamo a su secretario
Pedro Briceño Méndez y con voz ronca le empezó a dictar:
“Venezolanos: Un ejercito de hermanos…ha venido a libertaros
y ya lo tenéis entre vosotros”
Continuo con el decreto ya conocido caminando por la sala y
sentándose en un catre concluyo:
“Cuartel General de Trujillo, 15 de agosto de 1813.”
Cuando Bolívar termino la sala estaba llena de oficiales que
habían despertado al adivinar que algo grave ocurría.
El Libertador ordena a Briceño Méndez que lea el documento en
voz alta para que todos lo puedan oír. Al terminar la lectura su Secretario El
Libertador interrogo a sus oficiales:
¿Qué les parece, señores’ Pregunta con curiosidad el héroe
caraqueño.
¿No era lo que ustedes deseaban que fuera? ¿De esta manera no
era que opinaban que se debía de hacer la guerra?
Debemos enfrentarnos a lo españoles en igual de condiciones y
no podíamos dejar que nos sigan atropellando. Seremos inclementes contra ellos;
contra los inclementes; seremos generosos con los generosos.
Los realistas respondieron al Decreto de Trujillo
intensificando las matanzas.
Bolívar ordena a Girardot que se repliegue a Trujillo y a Ribas
le envía un mensaje donde le pone al tanto de las acciones que han ocurrido y
le ordena que salga de Mérida con rumbo a Bocono.
En un mes El Libertador había eliminado los restos de Correa
en Ponemesa, los doscientos hombres que Cañas le opone en Carache, los
ochocientos de Marti en Niquitao y los de Tiscar en Barinas.
Ribas con sus tropas recorren desde Mérida por la vía de Los
Callejones, en Apartadero-las Piedras-Altamira-Calderas para dirigirse a
Trujillo por Bocono.
El Coronel español José Martí desde Barinas se acerca a
Niquitao por el camino que pasa por Calderas. Rafael Urdaneta comentaba en sus
memorias que el español ignoraba el avance de Bolívar hacia Guanare y que creyó
que se iba a Carache para dirigirse al Tocuyo.
Con 1000 soldados se acerca el español hacia Niquitao
mientras el Coronel José Félix Ribas esta en Boca del Monte y al enterarse de
la presencia realista en Niquitao apresuro la marcha donde llego el 1 de julio
de 1813.
El Coronel Rafael Urdaneta se le unió a su paso por Bocono
con una fuerza de 50 soldados aguerridos que venían de Trujillo.
Los españoles se encontraban situados a unos cuatro
kilómetros al suroeste de Niquitao El grueso de las fuerzas realista estaban
desplegados a 12 kilómetros y el puesto de comando en La Vega.
La Batalla de Niquitao.
Al amanecer del día 2 de julio los patriotas avanzan hacia
los españoles, a las 9 de la mañana observa Ribas el dispositivo de defensa de
las tropas enemigas.
Al estar a los 100 metros el jefe patriota ordena a sus
soldados del el centro que eran comandados por Urdaneta que abrieran fuego
contra las posiciones enemigas.
Cosa que realizo el marabino por espacio de una hora, luego
recibe la orden de romper la línea central del enemigo con un grueso importante
de su tropa. Otro grupo de patriotas comandados por el capitán José María
Ortega realizan otro ataque en contra del ala derecha del enemigo.
El enemigo abandona su posición por la embestida de los
patriotas para así obtener mejor posición en una altura más importante.
El ataque patriota sigue por tres horas más pero sin ningún
resultado aparente sino la toma de algunas posiciones sin importancia.
De pronto Ribas ordena a su caballería que marche por el
camino real y toca a “degüello” es decir a la carga para que embistan la
retaguardia enemiga.
Los españoles son derrotados y se fugan desordenadamente. Los
patriotas obtienen con esta derrota realista 445 prisioneros, 450 fusiles, 60
sables, 160 tiros de cañón, gran cantidad de municiones. La derrota española
fue tan grande que Martí escapo con solo seis compañeros.
Esta fue la primera de la batallas ganadas por el Coronel; en
ese tiempo; José Félix Ribas acompañado por otros bravos patriotas como el
Mayor Rafael Urdaneta, los Capitanes Campo Elías y José María Ortega.
Las fuerzas patriotas en esta acción realizaron dos hechos
relevantes y fueron la marcha realizada por esta tropas y la maniobra para
derrotar a los españoles en sus posiciones.
Después de esta acción los patriotas siguen en marcha para
conquistar la capital de Venezuela, pero por desgracia todavía esta lejos la
completa libertad de Venezuela. Mucha sangre será derramada y la caída de la II
Republica será una de las etapas más negras de la historia venezolana.
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