Artillería
del pensamiento y educador de masas
José
Rosario A.
Para contrarrestar la influencia de la Gaceta de Caracas,
dirigida por José Domingo Díaz; Simón Bolívar; crea el 27 de junio de 1818 el
Correo del Orinoco como órgano divulgativo de la revolución patriótica.
Fernando Peñalver; político y patriota venezolano; es la persona que el Libertador le encarga
traer una imprenta. "Mándeme usted de un modo u otro una imprenta que es
tan útil como los pertrechos" son las ordenes emanadas por el caraqueño a
su subalterno.
El periódico es impreso
en una maquina trabajada manualmente con un contenido de cuatro páginas,
teniendo como lema “Somos libres, escribimos en un país libre y no nos
proponemos engañar al público”.
El Semanario; editado el sábado; tenía un formato de 31 cm de alto por 32 de
ancho, por dos columnas hasta el número 12, ya que en el siguiente número;
hasta su fin, número 128, se agrando a 36 por 24 y a tres columnas.
Su editor fue el
Capitán Andrés Roderick hasta enero de
1821 que le ordenaron trasladarse a Cúcuta, dejando la impresión del periódico a cargo de Tomás
Bradshaw.
Francisco Antonio Zea fue su primer redactor y director, luego lo suplió Juan German Roscio, Carlos Soublette, José Rafael
Revenga, José Ignacio Abreu y Lima, entre otros.
Zea no solo tenía la responsabilidad del semanario, ejercía la presidencia del Congreso de Angosturas y la Vicepresidencia
de la República y Bolívar al irse en campaña lo encargaba de la presidencia.
El semanario fue editado en 133 números, de los cuales
fueron 128 numerados y 5 extraordinarios, siendo los últimos referentes a los
triunfos de Carabobo y Boyacá, traía artículos en francés, español e inglés, informando sobre los logros militares y
políticos de los patriotas.
El Libertador Simón Bolívar tenía como fin
principal la imagen de la revolución que se daba en el extranjero que eso sumó
resultados favorables para la causa y el reclutamiento de voluntarios extranjeros.
El héroe escribía bajo un seudónimo de J. Trimiño,
con su pluma inteligente puesta al servicio de la verdadera comunicación,
mecanismo de lucha aprendidas por el venezolano universal, Francisco de
Miranda.
El Libertador estaba claro que la prensa debía ser el fiscal de la moral pública
y freno de las pasiones, como lo escribió en una de sus cartas, además de despedazar
en los papeles públicos a los ladrones del Estado.
Estaba claro que la comunicación debía trascender
a lo social, hacia el colectivo y el éxito de las armas debía marchar junto al crecimiento de la conciencia y el espíritu americano.
Simón
colocó al periodismo con el Correo del Orinoco a favor de la libertad y la emancipación
de la América española.
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