Caudillos Trujillanos
El general Juan Bautista Araujo era llamado “El León de la
Cordillera por su bravura y su prestigio. Era un hombre muy importante en Los
Andes, tenía mucha tropa ya que contaba con todos los peones de sus fincas, en
la de Los Baptista sus hermanos y en las otras de todos sus amigos.
Tenía el apoyo no solo en Trujillo sino en Mérida y en San Cristóbal
ya que todos los hacendados eran araujistas o baptisteros es decir godos, enemigos
de los liberales amarillos.
Juan Araujo armaba en los tres estados montones de campesinos
y cada dueño de hacienda y sus hijos se convertía en sus oficiales. Cuando
ocurre el reconocimiento del triunfo federal, Araujo se retira a Jajo a
trabajar la tierra igual que Cincinato en la historia romana.
Vivía en esas montañas, en un pueblo que quedaba como entre
las nubes. Al subir Guzmán Blanco al poder, el León se enfrenta a los liberales
y pelea en Lara contra los ejércitos triunfantes, mientras tanto ocurre la
invasión de Trujillo por el General Daboín y el establecimiento del gobierno
liberal del General Inocencio Carvallo.
Al regresar Araujo al estado derrota al régimen liberal y se
hace fuerte en la capital lo que obliga a Guzmán Blanco a ordenar al general
Venancio Pulgar el envió de tropas para pelear contra los conservadores
trujillanos.
Estos son derrotados
después de haber opuesto feroz resistencia. El León se bate en retirada a
Trujillo al cual pone Pulgar en asedio. Después de dura lucha Araujo se va a
Colombia donde se asila. En Chinacota vive su destierro y al ocurrir el
terremoto del 18 de Mayo de 1875 observa una conducta ejemplar al auxiliar las
autoridades prestando seguridad para las víctimas.
Se opone al saqueo y a
la matanza, estando a punto de ser asesinado organizó un grupo de voluntarios e
impuso el orden como sabía hacerlo. Desarmó y dominó las pandillas de bandidos,
fusiló a un tal Pirineo, bandido sanguinario que trató de aprovecharse del
desconcierto por la tragedia. Esto le abre los caminos del prestigio entre los
saqueadores sin jefe y las vías de la confianza del gobierno colombiano quien
le da la jefatura de la campaña pacificadora de la región y es nombrado General
Efectivo del Ejército Colombiano. Guzmán Blanco viendo el cariz que tomaban las
cosas y el prestigio que crecía del caudillo envía al General Santana Saavedra
para buscar una reconciliación y le ofrece el gobierno del Estado Los Andes
cuya creación entraba en los planes del presidente, además le concede el grado
de General. El partido araujista cubrió toda la región andina y fueron sus
integrantes más distinguidos del Táchira, el General Cipriano Castro y el
Doctor y General Carlos Rangel Garbiras.
Esta influencia duro hasta 1892 al ocurrir la aventura
continuista del Presidente Andueza Palacios, al prolongar este su periodo
presidencial cuenta con el apoyo araujista más sus contrarios cuentan con
Leopoldo Baptista, su sobrino, que trata de convencer al León. Araujo
acorralado por los argumentos gira instrucciones a sus subalternos de la
renuncia de la jefatura del partido y la libertad para que siguieran el camino
que creyesen mejor.
Rompe la espada de oro que le regalo Andueza y se retira a
los páramos de Tuñame. Desmantelándose así el poderoso partido araujista de Los
Andes. El León era un hombre sencillo, hablaba con el último de sus peones sin
ser soberbio o prepotente, tenía hijos y ahijados por todos los caminos, no lo
intimidaban la visita delos Doctores de Mérida y los Generales que le enviaban
de Caracas.
Se sentía bien alternando con los niños quienes le veían como
un amigo que les regalaba dulces y monedas. Murió en el año de 1898 y fue muy
afortunado con su familia que lo reconoció como jefe. Él era una buena lección
para los que querían aprender. Así fue el León de la Cordillera uno de nuestros
Caudillos Trujillanos.
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