José Rosario Araujo.
El que quiera conocer la historia de
nuestro municipio Valera, tiene por obligación leer el libro “Anales de
Valera”, del que fue Cronista de la ciudad por 12 años; Alberto La Riva Vale.
Este hijo de Pampam nos obsequió con
un excelente texto, que nos hará
recorrer nuestra historia desde los tiempos de Mercedes Díaz.
Desde el mismo momento que La Riva es
nombrado cronista de la ciudad comienza la preparación de “Anales de Valera”.
La Riva Vale nace el 28 de noviembre
de 1900 y fallece el 13 de diciembre de 1966 realizando una obra de gran
envergadura, que lamentablemente se ha
perdido, ya que ningún mandatario ni
regional ni local le ha dado la importancia suficiente de publicar esta biblia
de la ciudad de Valera, como lo es este
importante texto con el fin de que conozcan
las nuevas generaciones nuestra historia.
Este gran cronista, desbordo con
“Anales de Valera” su gran amor por la ciudad, sirviéndole con desinterés. Esta
obra está enmarcada desde el periodismo, divulgando los hechos históricos
valeranos.
“Anales de Valera” describe la ciudad
desde su fundación, el Llano de San Pedro, las anécdotas del Gral. Pérez Soto, la invasión de la langosta, la
Iglesia de San Juan Bautista, los diferentes periódicos, el Hospital Nuestra
Señora de la Paz, las Sociedades Religiosas entre otras cosas que divulga.
El texto cuenta con dos tomos, en el
primero que fue publicado como un
homenaje a la ciudad de Trujillo en sus
cuatrocientos años y el segundo tomo que fue una recopilación hecha por
familiares y amigos a la memoria de este excelente escritor.
Imagino que deben quedar pocos de
estos libros en la ciudad y los que conservamos algunos, lo hemos heredado de
algún familiar fallecido.
Alberto La Riva Vale se destacó como
periodista desde 1933 en el semanario “La Voz de Valera” importante órgano
comunicacional, que estaba desde 1873 en
la antigua Hacienda Santa Rita.
El autor de “Anales de Valera” había
sido nombrado Cronista de la ciudad en 1954 por el Concejo Municipal cuando era
su presidente Alberto Maldonado Labastidas.
Su fallecimiento fue muy sentido en
la ciudad y el cortejo fúnebre partió de su residencia en la calle 12 y se
dirigió a la iglesia San Juan Bautista
donde se realizó una misa por el eterno descanso de su alma, realizada por el Presbítero. Heberto Godoy.
Sus restos fueron conducidos al
cementerio de la ciudad por una gran cantidad de personas en donde se
encontraban el Presidente del Concejo Municipal, Dr. Jacob Senior,
Vicepresidente, Pedro Malavé Colls, Síndico Procurador, Alberto Maldonado Labastidas, los concejales y miembros del
ayuntamiento local, el Prefecto del Distrito Valera, Emiro Ponce, el Dr. Marcos Rubén Carrillo y
los miembros del Centro de Historia del estado Trujillo entre otros.
Alberto La Riva Vale tuvo una vida
llena de amor por la ciudad, su texto y
ejemplo deben ser conocidos por las generaciones recientes, para enseñarles que una gran ciudad la hacen
los hombres que desbordan el cariño y las buenas obras hacia ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario