Recordando nuestra historia
José Rosario Araujo
Esa
debió haber sido la frase que esgrimieron,
los habitantes de la ciudad de las siete colinas cuando finalizando el
año de 1910 la plaga de langostas hizo su aparición en Valera.
Esta
plaga había invadido todo el territorio del Estado Trujillo, causando graves
daños en las fincas, destruyendo cosechas completas.
La
langosta había acabado con grandes hectáreas de plátanos, siendo la única
manera de combatir ese flagelo que quemándolas rociándolas con querosén y
prendían los sembrados para ver si con el humo espantaban las langostas.
Ya
para un año después se había reducido el 10 por ciento de la cosecha de granos
y para enfrentar la plaga el Gobierno Estadal planeo una lucha organizada,
creando en cada capital de distrito, una junta
integrada por un jefe civil del distrito, el presidente del Concejo y el
administrador de rentas.
Esta
junta nombraría juntas subalternas en los diferentes municipios que podía estar
integrada por los agricultores más importantes de la zona.
El
gobierno estatal también colaboraba pagando a dos bolívares de por cada quintal
de langostas que luego eran incineradas
en zanjas.
Todos
los varones mayores de 12 años, eran obligados a presentarse a la primera
autoridad del municipio o los sitios en donde existiese la plaga para
organizarse en unas cuadrillas y los que se negaban sin causa justificada
serian multados de 10 a 20 bolívares o
detenciones.
Pasaría
un año para que esta plaga fuese erradicada de las tierras trujillanas las
langostas, pero produciendo ruinas en muchos hacendados y el hambre asolo
Valera.
El
Concejo Municipal de Valera trabajo en forma activa para lograr la eliminación
de la terrible plaga, constituyo una junta de socorro que presto auxilio a las
familias afectadas con alimentos.
Los
ayuntamientos municipales de la zona se dirigieron al Presidente de la
República con la intención de pedir la exoneración de los derechos aduaneros
del maíz, arroz, harina y otros cereales, pero fue negada por Gómez ya que
consideraba que era un ataque a la agricultura del país.
El
periodista Pompeyo Oliva en su Revista del Centro Industrial discutió las
razones esgrimidas por el Presidente Juan Vicente Gómez aduciendo que el Primer
Mandatario tendría razón si la agricultura de la zona por lo menos producía siquiera para su consumo interno.
Indicaba
Oliva que siempre el estado Trujillo había dado para sus gastos y refería que
era posible que el presidente tratando de proteger la agricultura nacional no viese
el gran problema que pasaba el estado Trujillo, ya que la langosta fue uno de los peores flagelos que había
sufrido Valera sin tener ni contar con
la ayuda nacional del gobierno gomecistas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario