José Rosario Araujo
Este
militar gomecista nació en "El Manglar", que era una Hacienda ubicado
en el estado Falcón, muy cerca de Cumarebo el 17 de abril de 1874. Desde muy
pequeño trabajo con su padre en las labores de la Hacienda que era de su
propiedad. A los 12 años le fue confiado a un amigo de su padre llamado Pancho
Martínez para que hiciera de él "un hombre de provecho, fuerte y
valiente".
Este
le enseñaría a leer y a escribir y también a trepar de un palo mayor y a
realizar las labores de los marineros. A los 16 años le sucedió un
acontecimiento que marcaría su vida, lo mandaron a vender la leche y e jugo
perdiendo el dinero del producto. Por esto decidió huir y en el Puerto de La
Vela se embarco en una goleta., realizo varios trabajos entre ellos los de caletero
en el puerto de La Guaira. En las noches guaireñas sufría una trasformación, se
vestía elegantemente y visitaba lugares de diversión.
En
una ocasión al tener una disputa contra un individuo lo hiere y decide huir
para no tener que ir a la cárcel. Emigra a Los Andes, a San Cristóbal, en donde
realiza una hazaña en una plaza de toros que le dio la simpatía de los andinos.
Salvo a una joven que cayó al ruedo y que iba a ser atacada por el feroz
animal.
Se
une a la revolución de Cipriano Castro y se destaco por su valor en el combate
cosa que lo hace ir subiendo en los grados militares. En 1902 cuando peleaba en
contra de La Revolución Libertadora sufrió de paludismo y siguió comandando la
tropa, al verlo Castro hizo el siguiente comentario al verlo flaco y con la
ropa hecha jirones:
¿Y a
ese muerto porque le traen mandando tropa?
León
Jurado nunca le perdono el comentario y al poco tiempo se convirtió en
furibundo anti-castrista.
Conoce
a Juan Vicente Gómez en la batalla de perico en el estado Falcón en el año de
1903 y derrota al General rebelde Riera y por este triunfo Gómez se lo lleva
con él.
Desde
este momento le unió al futuro presidente una amistad que duro 27 años. Durante
los cuales fue tres veces Presidente del estado Falcón y en el estado Guárico
también ocupo por tres veces el cargo.
Su
dureza y crueldad fue famosa pero también se distinguió por sus dotes de
humanidad liberando a presos políticos todos los años.
Hombre
de varias anécdotas y entre ellas se pueden retratar que el General ya hombre
maduro clavaba un puñal en una pared bastante alto y lo tumbaba pateándolo,
quedando en posición casi horizontal en el aire con solo apoyo de un pie en la
pared.
Su
valor era extraordinario y entre lo que se narra de su bravura se dice que una
vez lo esperaban para hacerle un atentado, León Jurado se trasladaba por una
carretera que por su
mal estado se pegaban los carros. El General al ver un grupo de hombres que lo
esperaban amenazantes se bajo del carro y se acerco a ellos para que lo
ayudaran a salir el vehículo del terreno fangoso en que había caído. Los
sorprendidos asesinos quedaron desarmados del valor de su posible víctima y lo
ayudaron dejándolo en paz y admirando al hombre valiente.
De
esta manera transcurrió la vida de este militar gomecista que no dejo de ser
menos folclórico que su jefe y que es importante al adentrarse en el régimen de
Juan Vicente Gómez conocer la vida de sus hombres.
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