Este gran cacique era un extraordinario guerrillero y
organizador de unidades de combate, fue extraordinario en conducir la lucha
contra los crueles invasores que sin piedad ni misericordia despojaron a los
habitantes de estas tierras.
Su teatro de acción lo fue ampliando en los alrededores de
la costa coriana o en las regiones de oriente. Irrumpía en cualquier parte, en
los campamentos indígenas donde no sabían de su llegada y hasta en la recién
fundada Caracas.
Este cacique era famoso por sus dotes humanitarias, no
cometía crímenes inútiles ni actos de vandalismos salvajes y por esas dotes era
conocido como “cacique caballero”.
Fue caritativo con el prisionero y ansiaba ganar de una
manera noble sin trampas ni marramuncias.
Garci-González sale a enfrentar al cacique caballero y
conocía su fama de bragado y de difícil de combatir, además de sus dotes guerreras
que lo adornaban.
Paramaconi se acercaba desde oriente para unirse a las
huestes de Guaicaipuro. El español cautelosamente selecciono las mejores tropas
armadas.
Los cumanagotos que se enfrentan a los conquistadores son
diezmados, el capitán español marcha victorioso donde se encuentra el indígena.
Una flecha arranca del sombrero del valiente invasor unas plumas amarillas de
ave.
Garci- González entendió que el combate sería duro y que
Paramaconi sería un hueso duro de roer.
Las horas pasaban y los dos grupos rivales se enfrentaban
con bravura y coraje. El jefe conquistador llego a temer ser derrotado por los
indígenas y decide buscar al cacique y enfrentarse a él derrotándolo.
Paramaconi no evita el enfrentamiento, el indígena era un
hombre de gran corpulencia y fuerza pero su rival se destacaba por su
musculatura y valentía.
La pelea se realiza con furia de las dos partes pero el
cacique tropieza con una piedra y el español lo hiere en un brazo y en una
pierna.
El español decide no matar al bravo indígena y le cura las
heridas dándose entre los dos hombres una gran amistad.
Cada vez que el cacique se acercaba a Caracas se quedaba a
descansar en la casa del español, caso raro en la sangrienta invasión que
protagonizaron los españoles, no destacándose precisamente por su
caballerosidad ni amistad hacia los invadidos.
Como pueden darse cuenta amigos la resistencia indígena fue
llena de heroísmo y valor por parte de los invadidos y no se puede negar
tampoco el valor de los españoles.
Gracias a Dios hoy en día se conoce el 12 de octubre como el
día de “La Resistencia Indígena” y ya no como el “Día de La raza”, fecha que se
debe de recordar con pesar ya que desde esa fecha de 1492 los habitantes de
esta tierra fueron diezmados por la codicia de los conquistadores que no nos
dieron ni civilización ni religión sino salvajismo y barbarie.
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