En mi recorrido por la historia
de la Patria Grande me topé con la figura irreductible del General panameño
Omar Torrijos. Conocí su gestión en defensa de su país y de nuestra América
desde muy joven cuando los medios de comunicación trasmitían su grandes aportes
antiimperialistas y para mí como Latinoamericano; a pesar de mi corta edad; era
imposible no conocer su trabajo a favor de la auto-determinación de los pueblos
y su apoyo a la Revolución Sandinista que luchaba en contra de una de las
dictaduras más sangrientas que poblaron nuestra tierra.
Me documenté con un excelente
libro en donde pude conocer más sobre el militar panameño llamado “General Omar
Torrijos, de Panamá y de la Patria Grande” de Dalys Vargas y Manuel Zarate. Con
este texto transité por su pensamiento en discursos del militar latinoamericano. De la misma
forma analice una gran cantidad de artículos sobre el General por Internet.
En sus alocuciones pude encontrar su clara posición
antiimperialista y palpe su gran amor por su pueblo y por la América
Indígena, que defendió con su verbo
encendido en sus múltiples discursos como aquel realizado ante el Consejo de
Seguridad de las Naciones Unidas en Panamá el 15 de marzo de 1973 en donde
dijo: “El despertar de América Latina no debe ser obstaculizado sino apoyado
para poder propiciar la paz”.
Torrijos fue un defensor a
ultranza de la auto-determinación de los pueblos y ese mismo día en ese discurso, protesto contra el aislamiento de Cuba cuando
refirió: “Cada hora de aislamiento que sufre el hermano pueblo de Cuba
constituye sesenta minutos de vergüenza hemisférica”.
Él se negó a raíz de la detención
por parte de Cuba de dos barcos con bandera Panameña acusados de espiar para la
CIA de la propuesta del gobierno de Nixón de invadir Cuba y derrocar a Fidel
Castro, con el cual siempre manejo muy buenas relaciones respetando las
políticas de no injerencia que debe ser el norte de cualquier nación.
Cuenta una anécdota que cuando
viajo a la república caribeña no acepto que sus escoltas estuviesen
armados, ya que a la casa de los amigos
no se visita con armas. Así era la postura de este militar nacionalista
panameño.
El General de Panamá y de la
Patria Grande, estuvo consciente de la
postura injerencista de imperialismo yanqui y lo expreso muchas veces en sus
discursos como el realizado en el Paraninfo de la Universidad de Panamá el 14
de diciembre de 1971 en el XXIV Aniversario del rechazo al Convenio Filos-Hines
en donde acotó: “Los norteamericanos generalmente consideran agresores a todos
aquellos que se defienden de sus ataques”.
Nace en una provincia que se
encontraba dominada por los terratenientes que la sumían en una gran pobreza
llamada Santiago de Veraguas, en 1929. Provenía de padres que eran educadores
rurales.
Desde muy joven se destaca en la
lucha para crear conciencia social en los estratos más explotados de su tierra.
En sus estudios de bachillerato en la Escuela Normal Juan Demóstenes Arosemena
trabaja en el movimiento estudiantil para mejorar las condiciones de sus
compañeros.
A los 18 años obtiene una beca
para realizar estudios en El Salvador en la Escuela Militar “Capitán General
Gerardo Barrios” en donde egresara cuatro años después con el título de Oficial
de Infantería, pero ese título no apaga los ideales de Torrijos.
A esa corta edad participó cuando
visito a su país a los debates públicos en contra del Convenio Filós-Hines que
pretendía prolongar la permanencia de Los Estados Unidos por cien años más en
Panamá. Demostrando con eso su postura antiimperialista.
Según sus palabras en el discurso en la
Universidad de Buenos Aires al recibir el Doctorado Honoris Causa el 18 de
enero de 1974 explicó: “Yo era un Capitán inquieto, con la inquietud social que
viene del medio ambiente, Mis padres fueron maestros rurales y siempre
sufrieron persecuciones políticas, porque ellos, pobrecitos, querían hacer la
reforma agraria solos”.
En ese discurso el General de la
Patria Grande enfatizó: “Yo nací en el pueblo más pobre; y el hombre es él y el
medio que lo formó. Y de ahí surgen mis inquietudes por esa causa social y de ahí surgió que cuando llegue a la
Comandancia de la Guardia, fui corriendo a una Capilla y matrimonié a las
Fuerzas Armadas con los verdaderos intereses del Pueblo”.
Eso ocurre después que le toca
desmontar una insurrección en su pueblo en donde fue gravemente herido y
murieron cuatro muchachos, entendiendo
que equivocados están los que creen que cuando entierran a un líder entierran
al movimiento.
El pensamiento del General de la
Patria Grande está más vigente que nunca y es
un orgullo conocer a este militar latinoamericano que rompió aquel
esquema que los militares más abajo del Rio Grande eran gorilas y peones del
imperialismo.
Torrijos ingresa a la Guardia
Nacional de su país con el grado de Subteniente en 1952 continuando los años
siguientes su carrera de militar obteniendo el grado de Mayor. Para el año de
1962 realiza cursos y operaciones de
contrainsurgencias, hasta que seis años
después; el 11 de octubre; participa en
un golpe de Estado contra Arnulfo Arias Madrid.
El descontento de las clases
populares, sumadas al clientelismo y la corrupción de la clase política son el
detonante para el golpe de Estado. Esa fecha comienza un cambio importante que
entendió el deseo de los panameños que deseaban la búsqueda de una verdadera
soberanía, sin tener que arrodillarse ante una potencia extranjera.
Torrijos en sus palabras en el
año 1971 aseguró: “Cuando ustedes, hombres y mujeres de fe, esperanza y de
combate, respaldan a un gobierno, es porque el gobierno tiene que ser bueno”.
En su discurso ante los obreros en Puerto
Armuelles en 1969 el General pronuncia: “Que la Revolución del 11 de Octubre
está dirigida a una transformación nacional, de manera que todos los sectores
que forman la República participen de su bienestar y de la riqueza nacional”.
Ese día un sector nacionalista de
la Guardia Nacional encabezado por el Mayor Boris Martínez y el Coronel José
Ramos realizaron el golpe que tumbo a Arias,
quien huyo buscando protección de los norteamericanos en la Zona del
Canal.
Pasaría un año cuando el Teniente
Coronel Omar Torrijos se pone a la cabeza del proceso revolucionario,
resolviéndose la lucha por el poder entre el militar de la Patria Grande y
Martínez con la expulsión de este del país.
Para el 11 de marzo del siguiente
año la Junta Provisional de Gobierno asciende a Omar Torrijos al grado de
General de Brigada.
El 15 de diciembre de ese mismo
año cuando el General se encontraba en
México es depuesto de su cargo por una asonada promovida por la CIA, pero al
otro día Torrijos regresa a Panamá y luego de un recorrido triunfal llega a la
ciudad capital.
Desde ese momento el pueblo de Panamá gozara
de conquistas sociales que nunca había soñado, como la reforma educativa, un
nuevo Código del Trabajo, la Reforma Agraria, se aprobaron Leyes de Viviendas,
la iniciación de una negación sobre la devolución del Canal de Panamá y el
retiro de las bases estadounidenses, recuperando la soberanía nacional.
Sobre estos cambios en su
discurso en Puerto Armuelles el 1° de mayo de 1971 indico el General: “Este
Gobierno Revolucionario se rige por las necesidades de ustedes mismos, por las
leyes de verdadero equilibrio, que hagan en Panamá un escenario propicio en
donde todo el mundo pueda vivir y en donde unos no exploten a los otros. Fuimos
muy combatidos últimamente por los planes de Reforma Agraria. Pareciese que la
Reforma Agraria, por tener nombre de mujer ha sido calumniada. ¡La Reforma
Agraria no ha hecho nada indebido, señores! No ha hecho otra cosa que sustentar
una revolución de crecientes aspiraciones que hacíamos a las buenas, o la hacía
el campesino, muerto de hambre, a las malas. ”.
Significativas palabras que
demuestran claramente las políticas revolucionarias del General Torrijos,
insurgiendo en defensa de la mayor suma de felicidad del pueblo.
Omar Torrijos se apoyó en el
pueblo para forzar al imperialismo norteamericano a una negociación sobre la
devolución del Canal de Panamá el retiro de las bases militares yanquis y la
recuperación de la soberanía nacional.
En 1969 cuando Torrijos es
nombrado Comandante en Jefe de la Guardia Nacional no habían pasado dos semana
cuando el Embajador yanqui en Panamá Robert
Sayre solicitó al Ministerio de Relaciones Exteriores prorrogar el
periodo establecido en el Tratado Rémon-Eisenhower de 1955 para la base de Río
Hato, en donde los estadounidenses realizaban maniobras militares, pero el
gobierno panameño se negó a dar la prórroga.
Para 1972 Panamá señala que
apelara al Consejo de Seguridad dela ONU si las negociaciones sobre el Canal no
son satisfactorias, ese día se produce un enfrentamiento verbal entre George
Bush padre y el representante panameño Aquilino Boyd, que denunció el
colonialismo y la ocupación del territorio del Canal por el gobierno de Los
Estado Unidos.
Esa postura abre las puertas a
esa nación para ser miembro del
Movimiento de Países No Alineados.
En su discurso en la Quinta
Conferencia Cumbre del Movimiento de Países No Alineados en Sri Lanka demostró
su postura anti imperialista cuando declara: “Ho Chi Mind, Gandhi, Nehru,
Kenyatta, igualmente nos demostraron que cuando un pueblo se determina a
emprender un proceso de liberación, tarde o temprano obtiene su libertad.
Porque aún no se ha descubierto el proyectil que pueda matar a un ideal”.
En una entrevista concedida al
periodista y escritor Gabriel García Márquez anunciaba la disposición de su
gobierno está dispuesto a llevar hasta las últimas consecuencias su decisión de
lograr la recuperación del canal interoceánico.
Aseguraba que la lucha de su
pueblo es más profunda que el simple logro de ventajas económicas.
Exponía en esa entrevista que
están negociando para que el canal vuelva a su pueblo en un plazo que este a la
vista de presente generación y que el nuevo tratado debe ser
basado en una nueva relación que sin lesionar la soberanía de Panamá asegure que la vía acuática que une a los dos
océanos esté al servicio continuó de las naves de todas las banderas del mundo.
Junto las masas se convocó una Asamblea Nacional
Constituyente en el año de 1972 redactando una nueva Constitución que
institucionalizó el nuevo régimen político
El militar panameño fue un hombre
consecuente con los sectores que había sido invisibilizados y en la presentación de su discurso en Santiago de
Veraguas en 1975 en sus discurso “El Crecimiento económico sin distribución es
un crimen” declaró: “En la proporción que estamos acelerando el crecimiento
económico, en esas mismas proporciones, las organizaciones de tipo social y los
medios de producción social tienen que ir redistribuyendo esa riqueza que se
genera, a fin de que no se determine la conducta económica que el país vivía en
el pasado y en la cual muchos panameños morían de hambre y otros de
congestión”.
Torrijos como líder de su pueblo
abogaba por un futuro realmente beneficioso para su pueblo, para los indígenas,
campesinos, estudiantes, profesionales y obreros manteniendo un perfecto
equilibrio realizando diferentes alternativas para los panameños.
El General y el entonces
Presidente estadounidense Jimmy Carter el 7 de septiembre de 1977 firmaron en
la OEA en Washington un tratado que fue conocido como “Tratado Torrijos-Carter
que marcaron la senda para finalizar la presencia de los yanquis en Panamá y a
partir del tratado los estadounidenses
se van retirando poco a poco hasta que el 31 de diciembre se dio la
transferencia dl Canal por donde pasa el 6 por ciento del comercio del mundo,
que le ha aportado a Panamá más de 13.000 millones de dólares cuando antes solo
recibía 1.877 millones de dólares.
Torrijos mantuvo un aprendizaje
para aprender la cultura de Los Estados Unidos y de esta manera conocer las
virtudes y debilidades de sus dirigentes.
Con su lucha por el Canal,
Torrijos, enseñó a su pueblo a no aceptar un dominio extranjero y nunca se
podrá borrar el legado del General en donde prevaleció el amor a su Patria que
luchaba por su reivindicación ante el sufrimiento de ser un enclave colonial
del imperialismo la antigua zona del Canal.
En el discurso que pronunció ante
el Consejo de Seguridad de la ONU en 1973 advirtió: “Por último, como un
mensaje muy especial que me ha pedido la ciudadanía, queremos decirle a la
conciencia mundial. Y que esto quede bien claro en la mente de todos, que nunca
hemos sido, que no somos, ni nunca seremos, Estado asociado, colonia o
protectorado, ni queremos agregar una estrella más a la bandera de Los Estados
Unidos.
Torrijos fue un defensor del
derecho de los pueblos y presto apoyo a los Sandinistas que luchaban para
tumbar a la dinastía Somoza, dictadura sangrienta que gobernaba Nicaragua como
una hacienda. En Nicaragua en Villa de Fontana hay una placa con la imagen del
General que visito ese país a un mes del triunfo de la Revolución Popular
Sandinista.
Ese domingo 19 de agosto de 1979
en su discurso en el Complejo Militar Germán Pomares dirigiéndose al Comandante Daniel Ortega y a
los presentes: “En verdad les habla un viejo soldado que hace mucho tiempo.....
y posiblemente uno de los primeros militares de América Latina que se dio
cuenta que las Fuerzas Armadas o cambiaban su rumbo, o se lo cambiaban como se
lo cambiaron ustedes a la Guardia Nacional de aquí”.
Siempre estuvo claro que Las
Fuerzas Armadas debían ser otra cosa que represoras y el derrocamiento de
Salvador Allende en Chile suscitó en el
panameño un desprecio muy grande de los militares gorilas entrenados por el
imperio para asolar a sus países, defendiendo los intereses del imperialismo.
Creyó firmemente en la existencia de militares de cortes nacionalistas y
convencidos en el servicio de los más necesitados.
En una entrevista realizada por
Joaquín Soler Serrano cuando este le dijo que se comentaba que encendía los
fuegos revolucionarios en Centroamérica el General respondió que una de sus
mayores satisfacciones ha sido que la generación sandinista le permitiera el
honor de participar en el derrocamiento de Somoza.
En otra entrevista llamada “la Revolución
Nicaragüense es un ejemplo” aludió su identificación con la lucha sandinista y
como Panamá actuó en el proceso de unificación interna de las corrientes del
Sandinismo.
En esa entrevista anunció que su
hijo Martín, con criterio propio a los
quince años se había unido al Frente Sur del Comandante Cero Edén Pastora.
En el conflicto llamado “La
Guerra del Banano” que se desencadenó en 1974 Torrijos propició la creación de
un Cartel de países productores de esa fruta deploró en un Discurso en la
reunión de países productores de banano que el país que más banano exporta, más
se hunde en la miseria y la desesperación.
Para su país este conflicto fue
una lucha en la reconquista de su soberanía y eso trajo como consecuencia que un
grupo de asesinos trato de eliminar al General, hecho que fue denunciada por el
Canciller Tack.
Torrijos fue asesinado el 31 de
julio del año de 1981, cuando su avioneta explotó en pleno vuelo, Torrijos muere a sus 52 años en un
DHC-6 de la Fuerza Aérea Panameña siempre se ha dicho que Los Estados Unidos
realizaron el magnicidio con la intensión de colocar a Manuel Noriega, que para
nadie es un secreto que fue un hombre de la CIA.
El gobierno derechista de Ronald
Reagan necesitaba un esbirro que fuese facial controlar y ellos conocían las
relaciones de Noriega con el narcotráfico.
El Coronel Roberto Díaz, primo y
Secretario de Torrijos escribió un libro llamado “Omar, de Cuerpo Entero” en
donde dice que por razones de geopolíticas el General estorbaba y fue eliminado
con explosivos.
Anuncio Díaz en su texto que a
los estadounidenses les estorbaba el General ya que este tenía planes de llevar
los enfrentamientos armados que se vivían en Centroamérica al plano política y
Los Estados Unidos tenían planes de derrotar la insurrección izquierdista
militarmente. Torrijos era un amante de la paz y luchaba por una salida
pacífica para Centroamericana.
John Perkins escribió un libro
titulado “Confesiones de un Sicario Económico” en donde dice que el avión fue saboteado por una grabadora con
una bomba colocada por la Corporación Bestell, que era la constructora más
grande de Los Estados Unidos.
Al gobierno estadounidense le
convenía eliminar a Torrijos para evitar que Japón construyera un nuevo Canal
que haría que los yankys perdieran el monopolio de la explotación del paso
marítimo. Como era de imaginarse el gobierno de Regan negó su participación y
un informe del FBI decía que la avioneta había sufrido desperfectos mecánicos.
El libro de Perkins figura
como uno de los más vendidos en la lista
de New York Time. El norteamericano en su libro manifiesta que como el en las
negociaciones con Torrijos para que acatase la entrega del Canal y los
estadounidenses concederían grandes préstamos a Panamá para realizar mega
proyectos que producirían dependencia al imperialismo de la nación
latinoamericana. Como el General no se prestó entonces la CIA realizó el
asesinato.
Lograron asesinar al hombre, pero
no acallaron sus ideas y la figura del General Torrijos luce pletórica de
gloria en nuestra Indo América siendo ejemplo de figura anti imperialista que
nutrirá nuestra Patria Grande con su pensamiento y acciones en pro de como un
día dijo Bolívar de darle al pueblo la mayor suma de felicidad posible.
¡HONOR Y GLORIA AL GENERAL OMAR
TORRIJOS!
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