José Rosario Araujo
Esta era la gran inquietud de su presidente Rafael Gallegos
Celis, aquel año de 1876; cuando el ente edilicio no tenía una casa oficial
donde legislar y los concejales realizaban su labor desde sus propias casas.
Gallegos sugiere que se pague un alquiler de un local por un
valor de 4 venezolanos; moneda de la época; e igualmente que se destine una
suma de dinero para comprar una cerradura para el escaparate y asegurar el
archivo.
Ese mismo año los concejales valeranos sancionan diferentes
ordenanzas que tienen que ver con el orden público, rentas, cementerio,
carnicería y ornato de la población.
Un año después ya el cabildo municipal cuenta con una casa,
pero precisamente no en muy buenas condiciones y los concejales revisan las
rentas administrativas y con el excedente deciden construir de una vez por
todas, la casa Municipal y no es otro
que el Gral. Juan Ignacio Montilla quien realiza la obra.
El libro de acta más antiguo que existe en el archivo municipal
es del primero de abril de 1875. Este libro no tiene nota de apertura
como se acostumbra en este tipo de libros y le faltan las primeras 56 paginas,
saquen ustedes sus conclusiones.
El Dr. Arturo Cardozo,
en su libro “Por El Cauce de Un Pueblo” insinúa que el primer Concejo Municipal
valerano fue instalado en 1873 y fue su presidente fue Arístides Paredes, quien
aparece en el primer matrimonio por el civil en la población, cuestión que fue
develada por el secretario municipal cuando habla en la “primera” acta de
Francisco Briceño como presidente saliente presidiendo la votación para el
nombramiento de la directiva del año de 1875.
En el salón destinado
para la ceremonia ese año 75, los
ciudadanos Francisco Briceño, Antonio Canga, Arístides Paredes, Fabián Salinas
y Pedro Africano, estando ausentes los concejales Dr. Juan José Rangel y Pedro
Colmenares, reuniéndose las dos terceras partes
para su instalación, bajo la dirección de su presidente saliente;
Francisco Briceño; y su secretario Temistocles Urdaneta presentaron sus
credenciales y se procedió a elegir al
nuevo presidente que fue Briceño después de la segunda vuelta, como Vicepresidente Antonio Canga y secretario
Andrés Cornieles .
En esa acta; según el cronista de la ciudad en el año de
1975, Pbro. Juan de Dios Andrade, en su
libro “100 Años de la Instalación del
Primer Concejo Municipal de Valera”; se
comete una irregularidad ya que si se trata del primer Concejo Municipal de la
ciudad no puede haber en la primera acta un presidente saliente.
Reconoce Andrade en su libro que el clima político de la
época no ayudo mucho al ente edilicio ya que cada vez que mandaban o los
conservadores, los liberales o algún
caudillo alzado las represalias para sus contrarios sumían a la ciudad, a su
comercio y agricultura la ruina por el
saqueo, los empréstitos y recluta.
Menciona Andrade que la peor administración del cabildo
municipal fue realizado por el primer gobierno de Caldera en donde no había
dinero para pagar el dinero de sus empleados o los compromisos con otras
instituciones pero si para la propaganda política del partido de turno.
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