viernes, 4 de noviembre de 2016

EL ANTIGUO LLANO DE SAN PEDRO



Valera valerá
José Rosario Araujo

La ciudad de Valera;  después de la  donación por los hijos de Mercedes Díaz de los terrenos de la Hacienda Santa Rita; sus primeros 50 años se desarrolló al este del Zanjón del Tigre atrayendo gente de todo el estado Trujillo,  destacándose como urbe de progreso y avance,  siendo reconocida en 1860 dándole la categoría de urbe y en 1871 la de ciudad, siendo este motivo de grandes celebraciones por parte de sus habitantes.

Ya para esa fecha contaba con diez calles trasversales y ocho avenidas, pero el crecimiento de la población hace que el Presidente del Concejo Municipal; Gral. Juan Ignacio Montilla; comprará por la suma 20.000 bolívares el Llano de San Pedro, situado a la derecha del zanzón del Tigre,  para anexarlo a la ciudad con la intención de ampliar la población. Esta propiedad era  de Doña Victoria Carrasquero, viuda de Juan Pablo Labastidas.

Existían a los alrededores de la ciudad las haciendas La Plata, Morón, Santo Domingo y la Esperanza que servirían a futuro para agradar la ciudad y ocho años después el Concejo Municipal encomienda al Ingeniero Baptista para que  levante un plano y delimite al Llano de San Pedro.

Para el segundo año del siglo que comienza,  se designa una junta constituida por los concejales Anselmo Carrillo, Ernesto Ibarra, Andrés Cornieles, y el Procurador de la ciudad para parcelar los terrenos y un año después el ayuntamiento municipal realiza una ordenanza en donde regula la urbanización de la hacienda de la cual era propietaria Victoria Carrasquero. Dos años siguientes se nombra una junta que reglamentará la distribución de los terrenos, integrada por  Américo Briceño Valero; agrimensor; Juan Ignacio Montilla y Pompeyo Oliva.

En 1916 el cabildo valerano publica en Gaceta Municipal  un reglamento orgánico de la nueva población del Llano de San Pedro y   deroga la Ordenanza de 1903 y se dispone que las calles del mencionado sitio se ampliaran en 8 metros de ancho, se marca el templo, la escuela, el mercado cubierto y la casa municipal.  
 
Para el año de 1918 el Concejo Municipal de Valera; presidido por Domingo Tejera, obliga a los que habían adquirido terrenos en el Llano de San Pedro que cumplieran con las disposiciones reglamentarias ya que se apoderaban los terrenos y construían de cualquier forma.
El cabildo municipal trató que fuera la primera zona valerana que tuviera  un verdadero sentido urbanístico. 

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