miércoles, 3 de mayo de 2017

¡POBRE ANTONIO NICOLÁS!

Conociendo nuestra historia
José Rosario Araujo
Esas fueron las palabras del Libertador  Simón Bolívar  cuando el 13 de junio de 1813, el sobrino de Antonio Nicolás Briceño, Pedro Briceño,  le participo la muerte del prócer trujillano cuando lo consiguió en Escuque.
La leyenda histórica  afirma que el recado enviado por el defensor a ultranza de la Guerra a Muerte a Bolívar seria la clave para la famosa proclama que dictaría  dos días después  en la ciudad de Trujillo el recién nombrado Libertador.

El joven Briceño se había  salvado de correr la misma suerte de Antonio Nicolás, gracias a que una hermosa mujer que era la amante del español Tiscar pidió que fuese perdonado por su corta edad.
El mártir trujillano había encomendado a su sobrino que se dirigiera donde se encontraba Bolívar y le participase su muerte.

Antonio Nicolás Briceño había huido  primero a las Antillas y luego a Cartagena después de la Capitulación de Miranda. Desde allí se pone en contacto con Ribas, Bolívar, Urdaneta y con  otros patriotas que se aprestaban a la lucha por la libertad.

Este destacado personaje se había trasladado a Caracas en el año de 1790 en donde se radicó, había tenido una esmerada educación viajando a Europa en donde conoció las doctrinas políticas de Los Enciclopedistas y familiarizado con las ideas de Locke, Rousseau, Montesquieu entre otros.

Tomo partido en la lucha por la Independencia y en 1808 junto a otros patriotas, entre ellos Ribas, los Montillas, Uztariz, había  presentado ante el Capitán General Las Casas una petición en donde se solicitaba la constitución  de una Junta  de Gobierno que remplazara a la autoridad política colonial.

Un año después  se compromete en el golpe  militar que fracasa y es confinado en su hacienda de Yare. En 1810 forma parte en los hechos de 1810, formando parte en el grupo más radical de la Sociedad Patriótica, brillando por sus discursos, realizando importantes discursos en el Congreso de 1811, siendo diputado al Congreso por el estado Mérida, defendiendo la independencia nacional, su firma aparece en la Primera Constitución  Nacional.

 Trabaja con ahínco en contra de la reacción realista y se alista para defender la recién revolución.
Participa en los inicios de la Campana Admirable en donde alcanza el grado de Coronel. Tiene serias diferencias con El  futuro Libertador y se interna en Venezuela.

A pesar que El Diablo Briceño había defendido a los españoles  en el Congreso en el ano de 1811, la violencia y crueldad desatada por Monteverde produjo un cambio notorio en el trujillano. Crueles serían sus cartas escritas con sangre humana en vez de tinta, igual que las decapitaciones a españoles realizadas quizás justificado  como lo dijo en la  carta a su esposa Dolores Jerez de Aristiguieta como venganza a la orden de Monteverde de exterminar a los venezolanos de la faz de la tierra.

En Guasdalito es envuelto   mediante una traición por  las tropas españolas  formando  un cuadro en la llanura que resistió con valor las envestidas del enemigo hasta que se tuvo que rendir con doce compañeros.
Fue condenado a muerte y manifestó que lo fusilasen pronto para no sufrir más la pena  de ver a los tiranos de su Patria y fue ejecutado el 15 de junio de 1813  el mismo día en que Bolívar dicta el famoso Decreto de Guerra a Muerte.

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