Una
mirada a nuestra historia
José
Rosario A.
Existen varias
versiones que se le atribuyen la frase aquella de “Valera, valera”.
La primera versión
se habla de un sacerdote que era conocido por sus dotes de humanidad
y muy dedicado a su papel de Vicario de Escuque y de Motatán, del cual se dice
que en sus muchos recorridos cuando apenas se levantaba la ciudad les dijo a
sus feligreses la nombrada frase.
La segunda versión se la pone en los labios al Dr.
Gabriel Briceño de la Torre, la matrona
Ana Hernández Bello de Tejera, cuando él delineaba las calles de recién
creado pueblo.
Para finales del siglo
XVIII ya Valera cuenta con un camino
real, un cementerio y una capilla de oración, además están en plena producción las haciendas “San
Luis”, Las Pulgas, Santo Domingo, Morón, La Plata, San José, La Esperanza,
“Santa Rita”.
La Hacienda Santa Rita
tuvo como primer propietario a Domingo del
Rosario Ojeda y este se la vende a la madre de Mercedes Díaz; Valentina
Mexia de Díaz y al esposo de Mercedes;
Pedro Terán.
Gabriel Briceño de la
Torre tuvo la idea de fundar un pueblo en la meseta donde se encontraba la
hacienda Santa Rita, manifestándole la idea a Mercedes Díaz de Terán quien
acepta ofreciendo 100 varas de terreno para construir una iglesia de la ciudad.
Como la matrona muere
sin haber legalizado la donación, sus
herederos ratificaron mediante escritura ante el Teniente de Justicia Mayor y
Administrador de Rentas Reales del Partido de Escuque y la Parroquia de
Motatán; Don Antonio Chuecos el 25 de agosto de 1818.
Pasaría escasamente un
año y dos hijos de Mercedes Díaz; Reyes Terán y Candelario Díaz entregan más tierras de la hacienda Santa
Rita para que se vendan las parcelas y el dinero recabado sirva para la
construcción de la Iglesia.
Pero hay que reconocer
que el Dr. Gabriel Briceño, hijo del Diablo Briceño, dono terrenos para la construcción del pueblo
y hay que reconocerle su gran participación en la fundación de la Ciudad de las
Siete Colinas
Transcurriría otro año
para que el Obispo Lasso de la Vega erigiera como parroquia eclesiástica al recién creado
pueblo.
Veinte años después el Gral. Cruz
Carrillo, prócer trujillano, por la petición de Briceño Uzcategui, Pedro
Briceño e Hilarión Unda, eleva a categoría de Villa o cabecera de Departamento.
Desde sus inicios Valera se
muestra pujante, plena del amor de sus hijos y en un crecimiento de tal
envergadura que para 1871 es declarada ciudad, la antigua Hacienda Santa Rita.
A la recién nombrada ciudad le
llega su primera imprenta siete años después y se inauguran los primeros
faroles para alumbrado público y es escogido Carlos Pérez como el primer
administrador de rentas y Mayordomo de
Fábrica de la Iglesia y recolecta los
diezmos y una contribución sobre algunos productos que se venden en la plaza
que servía como mercado público.
Valera seria nombrada para el año
de 1888 capital provisional del estado al ser mudados los despachos del
ejecutivo a las siete colinas, debido a que la fiebre amarilla se posesiona de
la capital y en varias poblaciones trujillanas.
Ya los terrenos de la antigua
Hacienda Santa Rita le quedarían pequeños
a la recién nombrada ciudad y después de 51 años de haber sido erigida
como parroquia eclesiástica en 1891 Juan Ignacio Montilla; presidente del
Concejo Municipal por 20.000 bs adquiere el Llano de San Pedro a la viuda de Juan Pablo Labastidas; Victoria
de Carrasquero.
Se cuenta que estos terrenos
fueron donados pero fueron protocolizados como una venta.
El general Cipriano Castro Invade
el Táchira desde Colombia el 25 de Mayo de 1899, el 15 de agosto llegaron a
Valera los hombres de la Revolución Restauradora, el Dr. Godoy, los Generales
Graciano y Pedro Pablo Rodríguez llegaron a las cuatro de la tarde.
El 16 de agosto a las ocho de la
mañana hizo entrada con el resto de la tropa,
el General Cipriano Castro, permaneció en la ciudad dos días recibiendo
manifestaciones de simpatía.
El General Castro en uno de sus
discursos prometió que Valera sería capital de Trujillo, cosa que cumplió al
pie de la letra.
Pasaría un año, el 12 de enero
cuando el Gral. Alejandro Ibarra es nombrado por el Cabito Delegado Civil y
Militar, para Trujillo y como Presidente del Estado El Gral. y Dr. Inocente Quevedo y Castro cumplió la
promesa hecha de trasladar a la capital del estado para Valera el 02 de septiembre de 1900.
FOTO: Entrada de Valera por el Bolo. Una de las primeras fotos de Valera.
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