lunes, 10 de agosto de 2020

LOS DORADOS DE PANCHO VILLA

 Combatiendo en la División del Norte

José Rosario Araujo

Para los que nos apasiona la historia de nuestra América, es imposible no identificarse con la lucha de liberación del pueblo en sus diferentes revoluciones. Es de obligatoriedad penetrar en la Revolución Mexicana para transitar por estos caminos de los combates por la autodeterminación y en esa investigación emergen gigantes figuras como Emiliano Zapata y Pancho Villa.

Mucho se ha hablado sobres estos dos grandes caudillos de esos tiempos inmemoriales, el cine mexicano con su corridos los nombra por doquier y el General Villa con sus Dorados llena la historia mexicana con trazos de heroísmo y sacrificio en aquellos años de principios del siglo XX.

En la Revolución Mexicana la presencia de los Dorados fue legendaria. Estos integrantes de la División del Norte, formaron la guardia de honor del León del Norte y como cuerpo de elite contaban con un armamento especial como era un máuser de 7 milímetros y un revolver calibre 44, vestidos de caqui y de sombreros Stetson blancos, siempre jineteando briosos caballos.

Los Dorados era aguerridos combatientes, de destacada participación en las batallas y mayormente provenían de Chihuahua, en el municipio de La Ascensión.

Entre los Dorados estuvieron revolucionarios mexicanos destacados como el famoso Candelario Cervantes; quien dirigió el ataque a Columbus en 1916, en Nuevo México en los Estados Unidos; y los hermanos Pablo y Martín López que estuvieron bajo las órdenes de Villa desde adolescentes y que quiso como hijos, afectándole profundamente al general revolucionario cuando murieron.

Esta especie de guardia de honor se distingue en los enfrentamientos de Tierra Blanca, Ojinaga, Chihuahua y Torreón, antes de ser conocidos como Dorados, ya conformados como cuerpo elite en las tropas villistas, participaron en primera línea en la toma de Zacatecas y después de la rendición de Villa, continuaron con su caudillo y algunos de ellos morirían en Hidalgo del Parra cuando mataron a Pancho Villa en 1923, aquel 20 de julio.

Cuando es asesinado Madero en 1913, Villa se encuentra en El Paso exilado, fugitivo de una prisión militar en la ciudad de México, regresa un mes después cruzando la frontera con varios de sus hombres, estando entre ellos Candelario Cervantes.

Villa y su incipiente ejército llega esa noche a Las Amarguras, tres días después llegan a la Hacienda El Carmen, pasan por Saucito y a ocho días siguientes se encuentra en San Andrés  y en esos pueblos se nutre de hombres de pelea que muchos de ellos será parte de los Dorados.

Al grito de ¡Viva Villa! engruesan sus tropas y después de varias acciones entre ellas la captura de un tren con oro y plata, de un combate donde se tiene que retirar en San Andrés el revolucionario se encamina a Casa Grande, capturando el bastión. De allí se dirige a La Ascensión donde se dedica a preparar a sus tropas por un mes, consigue armas y municiones, escogiendo su escolta.

El León del Norte selecciono lo hombres que integrarían su escolta y que por su vestimenta de caqui los llamó los Dorados.

En su libro Pancho Villa el escritor Paco Ignacio Taibo II narra que en el año de 1914 en Chiguagua es cuando la escolta de Villa y el Cuerpo de Guías pasara a formar la leyenda de los Dorados.

Villa da las ordenes que que prepare una caballeriza para 600 caballos, dos por hombres y Jesús Ríos recibe el mando del cuerpo de Guías y su sede será el antiguo cuartel de los Rurales, este grupo será conocido como los Dorados, según menciona Taibo II en esa destacada biografía del Centauro del Norte.

En este texto se le dirá que el nombre de estos escoltas de Villa es que sus uniformes se vislumbran dorados por la acción del sol.

J.B. Vargas dice que Villa tomo ese nombre  de unos bandidos llamados Los Plateados de la novela El Zarco de Altamirano.

Ignacio Muñoz dirá que el nombre de Dorados viene de una escarapela metálica que usaban en la parte delantera del sombrero texano, pero se dice que un año después de haber sido fundados este cuerpo de elite villista usaban sombreros charros.

Existe otra versión que narra que el General Villa pasaba revista a la División del Norte todos los días y un día al tener enfrente a los escoltas del General Trinidad Rodríguez y a su Brigada Cuauntémoc, le gustó los bien uniformados que estaban con sus sobreros texanos y sus ropas de caqui,

Quedó tan impresionado que le dijo a Rodríguez que le robaría el nombre a sus hombres para ponérselo a sus escoltas y este le respondió que le podría a sus soldados el nombre de Plateados, per no lo pudo hacer ya que  murió el 23 de junio de 1914 en la batalla de Zacatecas, nueve días después de que nacieron los famosos Dorados de Villa en Torreón”

Lo que si es cierto es que estos soldados que integraron la escolta eran hombres muy bragados, que también les servían como ayudantes y ejecutaban a sus enemigos como si fueran la vieja guardia de Napoleón, cooperando para hacer entrar las tropas al combate, en los enfrentamientos se distribuían en grupo en las brigadas y también servían de enlace con el Cuartel General.

Para la batalla de Torreón junto a la División del Norte, participan 300 Dorados y cuando el Centauro ve que los federales flanqueaban a la artillería del General Maclovio Herrera se lanza  hacia la caballería enemiga con los hombres de su escolta y les ordena que aguanten los disparos,  ya que se enfrentan con soldados que los esperan con los sables desenvainados que llevaran la peor parte por los disparos de los revólveres y pistolas 44 con que cuentan los Dorados.

Al grito de ¡Viva Villa! Se les une las tropas de Herrera que se había visto pasar por la carga de los Dorados.

El Centauro del Norte iba en la carga de sus escoltas con un cigarro en la mano, a pesar de que no fumaba, pero lo hacía para prender la mecha que llevaba en la otra mano, demostrando que Pancho Villa combatía hombro con hombro con sus hombres.

El jefe de la División del Norte escogía personalmente a los Dorados entre hombres leales y de gran destreza en el combate y cada vez que Villa sabía de un oficial o soldado se había destacado en algún combate lo incorporaba a sus Dorados.

A Cervantes lo escogería porque durante el ataque a la Hacienda de Santa Clara, los revolucionarios no contaban con artillería y Candelario cargó con cuantas piezas de madera para aparentar ser cañones y en voz alta comenzó a darle órdenes a sus hombres de disparar los cañones  y los federales presa del pánico se rindieron.

Otro de los hombres seleccionado  por el León del Norte fue Carlos Gutiérrez Galindo  quien para salvarse en un combate en donde había sido derribado su caballo y como los federales ajusticiaban a los heridos rebeldes este se había escondido en el vientre de su caballo, hasta que los villistas vuelven a retomar el campo de batalla.

No podemos dejar de mencionar a Manuel Baca Valle, quien fue compañero de Villa cuando era bandido, siendo además uno de los verdugos que utilizó Pancho Villa en contra de sus enemigos.

Doroteo Arango; nombre verdadero de Pancho Villa; iba a fusilar al General Rodolfo Fierro, que era su mano derecha, ya que en la batalla del Bajío provocó que un número importante de Dorados cayeran en combate.

Después de esa derrota las tropas de Villa quedan desarticuladas pero no vencidas ya que comenzaría  el León del Norte una nueva fase de guerra  de guerrillas en donde contaría con los Dorados en primera línea.

La División del Norte contaría con esta guardia de Corp de Pancho Villa caracterizándose, como ya se dijo, con sus hombres valientes y destacadas acciones que llenaron la historia de la Revolución Mexicana con grandes hazañas plenas de valor y sacrificio.

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