domingo, 4 de octubre de 2020

LA MASACRE DE LA UNIVERSIDAD DE KENT

José Rosario Araujo

Hace muchos años leí una revista norteamericana llamada Selecciones de Readers Digest en donde colocaban  un libro sobre la masacre en la Universidad de Kent. Una cosa que me sorprendió mucho fue que en ese libro se “justificaba” de cierta manera esta vil acción,  nada extraño realizada por el imperialismo yanqui;  en manos de la Guardia Nacional contra un grupo de protesta en la mencionada casa de estudios.

Voy a referirme muy poco sobre ese librejo, como será que no me voy a tomar la molestia de tratar de acordarme como se llamaba su autor, ya que no ensucio mi biblioteca con ese tipo de pasquines, pero lo que si me voy a referir que decía que los muertos olían mal porque no se bañaban y estaba llenos de piojo.

Usar ese pasquín de mala muerte de fuente, no sería ni ético ni serio, pero para demostrar la posición imperialista y asesina es necesario referir como “casi” justifica la muerte de los que protestaran y como sale descaradamente la explicación del entrenador,  de que como con varios elementos de su equipo de fútbol americano, podría despejar el campo de la protesta  que antes de entrar en profundidad debemos decir que la protesta se dio por una oficina de reclutamiento de estudiantes para la guerra de Vietnam.

“Dios salve a América y a tu entrenador”................

También el libro; nada menos y nada más de Selecciones (¡Que se puede esperar! ) habla que los protestantes era de la nueva era; o un término parecido, no recuerdo muy bien; pero que en ese grupo había gente algo buena que se bañaban y trabajaban.

El gobierno gringo, con sus órganos informativas habían regado el temor al “coco” comunista que había que frenarlo ya que era una amenaza inusual y extraordinaria; recuerdan otro termino parecido usado en otro tiempo.

Todo sonó muy bonito y eso levanto en el pecho del pueblo yanqui un patriotismo grande, que pronto sería apagado con la llegada de bolsas negras con cadáveres de jóvenes soldados, pero eso si ninguno de ellos provenían de la elite ni política, ni empresarial norteamericana.

En 1968 Nixón había prometido terminar con el conflicto a tantos kilómetros de su espacio geográfico, pero quedo igual que aquellas promesas del primer afrodescendientes en llegar a la Presidencia en USA y un año después al conocer la matanza de My Lai produjo en los sectores del pueblo norteamericano un rechazo profundo a la guerra de Vietnam.

La fotografía de una niña desnuda ardiendo por el napalm, después que su casa fue bombardeada no ayudo para nada ya el vuelco antibelico que se estaba produciendo en norteamerica.

El 1 de diciembre de 1969  el gobierno hizo su primer reclutamiento desde la II Guerra Mundial  y por medio de la lotería miles de jóvenes fueron llamados a las filas militares, eso produjo más rechazó a la guerra de Vietnam entre los que veían sus posibilidades de morir en esas tierras lejanas.

El imperialismo,  como siempre, sin importarle la opinión de su pueblo recrudece las acciones y para principios de los años 70 anunciaba la invasión de Camboya. Alegaba que la guerrilla del Viet Cong se refugiaba y conseguía provisiones en ese país.

Las protestas del pueblo estadounidense que no querían pelear esa guerra fue multitudinaria y las universidades de ese país no fueron excepción. En la Universidad de Kent se realizaron protestas  el día 1 de mayo y tres días después en la noche se produjeron disturbios y saqueos en la ciudad protagonizados por algunos miembros de bandas de motociclistas

Es raro que la banda más famosa de estos “Hells Angel” fueron usados en Vietnam. ¿Casualidad?

El Alcalde de Kent de nombre Leroy Satrom, declaró Estado de Emergencia y solicitó al Gobernador de Ohio James Rhodes que enviara a la Guardia Nacional.

El órgano militar se sitúa en la Universidad el día siguiente, pero fue abucheado con mucha pasión por parte de los estudiantes y fue incendiado el edificio de reclutamiento para ir a la guerra de Vietnam que existía en todas las universidades. Eso puso mucho más crítica la situación e hizo que fueran lanzados gases lacrimógenos e hirieran un estudiante de un bayonetazo.

El Gobernador, un republicano Ultraconservador; parecido a alguien que conocemos de ese mismo país; acuso a los protestantes de “antiamericanos” y “comunistas”, además de señalar que un grupo revolucionario estaría detrás de la protesta.

Se declaró la Ley Marcial y Saltrom estableció un toque de queda nocturno que produjo disturbios que fueron disueltos por la Guardia Nacional. Un grupo de estudiantes trataron de entrevistarse con el Alcalde pero se los impidieron los militares.

Cuando comenzó el toque de queda se quedaron con la intención de hablar con el Gobernador y con el Alcalde fueron atacados por los militares para desalojarlos y hubo varios de los heridos con bayonetas.

Para el día 4 se convocó una concentración de protesta a pesar de que la situación se ponía más peligrosa cada hora y varios dirigentes estudiantiles trataron de eliminar la reunión estudiantil. Quizás se imaginaban que la represión sería brutal......Cualquier parecido con hechos iguales en los Estados Unidos en la actualidad  en una simple coincidencia.

A primeras horas de esa trágica mañana en el campo de la Universidad se habían unido más de 2000 personas  y varios líderes esgrimieron discursos anti guerra de Vietnam, la seguridad del campo trato de eliminar la concentración pero no pudo........claro no se pusieron de acuerdo con el entrenador y su equipo de futbol americano para actuaran con la saña que utilizaron contra los Nerds en aquella recordada película.

La represión cruenta se avecinaba y el Tribunal de Apelaciones de la Sexta  Circunscripción con jurisdicción en Ohio, Kentucky, Tennessee y Michigan le da carta blanca a las autoridades para que disuelvan la manifestación.

Como la Guardia Nacional vigilaba la concentración usaron gases para dispersar la multitud, pero fueron recibidos con una lluvia de piedras y de gritos: ¡Pigs off Campus!

Un grupo de soldados de la compañía A de Infantería  y G de Caballería atacan a los manifestantes  y manifestantes  que no conocía la universidad terminaron llegando a la pista de atletismo y tienen que volver al toparse con un cerca metálica  y continúan gritándole insultos a los militares.

El sargento Thomas Pryor dispara su pistola y sus hombres lo secundan  con sus fusiles y esa foto aparece en el panfleto de Selecciones que les mencione al principio. Se dice en los informes que 29 soldados de los 77 lo acompañan con sus rifles, disparando un promedio de 67 balas.

Una joven de nombre Sandra Lee Schueler de 20 años y otro joven llamado Jeffrey Lee Miller de la misma edad caen muertos allí en ese mismo instante, dos más de 19 años de nombre Allinson Krause y  William Knox Schueler mueren en el hospital. Nueve estudiantes más fueron heridos y la mayoría no participaban en la protesta sino se dirigían a clase.

Después del tiroteo los estudiantes se niegan a marcharse  y un grupo numeroso continúan insultando y amenazando a los militares, estos esperan unos minutos a que se dispersen los jóvenes, pero un profesor llamado Glen Frank  habla con los estudiantes  y les pide que se dispersen que van a resultar más muertos y deciden los estudiantes  retirarse y las autoridades universitarias cierran la universidad y dan por terminado el semestre.

Estos sucesos produjeron una ola de protestas pero los soldados aseguraron que ellos había actuado en defensa propia y no hubo acusaciones en  su contra. A pesar de que los muertos había sido tiroteados en el pecho y en la cabeza a más de 120 metros. Piedras contra balas, triste proporsión con tiradores que dispararon a matar en “justa defensa propia” ordenadas por los oficiales de la Guardia Nacional que habían ordenado apuntar y disparar como apareció en una grabación que esgrimio uno de los heridos en el año del 2007 llamado Alan Canfora.

Los acontecimientos en Kent produjeron protestas en otras universidades  que tuvieron que cerrar por un tiempo sus puertas y en Jackson, Mississippi, dos estudiantes murieron en protestas por los hechos de Kent.

La opinión pública en un 58 por ciento acusaba a los estudiantes de ser los que había provocado la masacre  y el 11 por ciento acusaban a la Guardia Nacional, pero lo más extraño que en la actualidad solamente un porcentaje muy pequeño se ha dirigido al bando estudiantil, demostrando con esto el poder comunicacional del gobierno norteamericano.

La masacre de la Universidad de Kent es una muestra de la descomposición del imperio norteamericano que no escatima violencia o muerte para evitar protestas en su contra y ahora vemos que esa práctica no ha cesado.

* Extraído del Libro “Insurgencia. Un Grito de Rebeldía” de José Rosario Araujo


 

 

 

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