lunes, 5 de julio de 2021

LA BATALLA DE LOS CAMPOS CATALÁUNICOS

José Rosario Araujo



Es necesario escribir un capítulo aparte sobre esta batalla que enfrentó a Aecio y Atila, pero es necesario conocer los antecedentes de este hecho  de armas que algunos historiadores dan como ganador a Flavio Aecio.

Para ese momento el Rey Huno era conocido en cada uno de los rincones del Imperio Romano y en los países cercanos en donde muchos de estas naciones buscaban alianzas con los hunos.

 Ya desde Europa se practicaba la religión Cristiana casi en todo el continente. Muchas naciones conocidas como “barbaras” eran cristianas igual como la mayoría de Imperio Romano tanto de Occidente como de Oriente.

Dentro del Imperio se conocía los saqueos y destrucción del Imperio de Oriente  que habían sufrido a manos de los hunos.

Como se esperaba que Atila llegase a atacar el Imperio de Occidente su Emperador Valentiniano III creo alianzas con el Reino Visigodo de Tolosa, de las Galias para enfrentar la amenaza.

 Valentiniano III buscaba alianzas con los visigodos a pesar de que unas décadas antes los romanos y los visigodos se habían enfrentado y los últimos ahora ocupaban parte de la Galia.

El Rey  de los hunos tenía las intenciones de tomar los territorios del Imperio de Occidente y Roma utilizó la habilidad diplomática  de Flavio para  lograr una alianza con los visigodos para enfrentar a los hunos.

Flavio  sabía que Atila ya habían invadido el norte de la Galia, en donde ciudades como Amiens, Reims y Metz fueron destrozadas, pero a pesar de que el Imperio Romano era una sombra de lo que fue contaba con un ejército integrado por visigodos, francos y romanos que se dirigían a enfrentar a las huestes de los hunos.

Las tropas romanas estaban muy débiles, ni sus tácticas ni armamentos daban la talla para enfrentarse a la invasión de Atila, ya no podían controlar sus fronteras amenazadas por las invasiones barbaras y habían tenido que reclutar tropas entre los mismos pueblo barbaros que los obligaban a pelear para controlar que otros extranjeros los invadiesen. Entre ellos estaban los burgundios que eran gobernados por Gunderico, que también fue amigo de la infancia de Aecio.

Cuando se acercó el romano a los territorios burgundios, identificándose como el General Flavio Aecio, Comandante en Jefe de las Legiones Romanas a parlamentar con el Rey burgundio Gunderico, fue acusado por este de ejercer la soberanía de Roma sobre ese pueblo, un imperio que un día había matado al Rey de los burgundios y acabó con la mitad de sus ejércitos.

Aecio le recordó que su nación era un país conquistado, que debía lealtad a Roma y Gunderico a regañadientes señaló que no descuidaría sus obligaciones con el Imperio, pero que no garantizaba la  fidelidad de sus tropas a Roma.

Los  ejércitos rivales se sitúan frente a frente en los Campos Cataláunicos siendo en ese momento la batalla más sangrienta hasta la fecha.

Aecio situó a sus tropas primero en el campo de batalla, Atila tomó posiciones cuando ya el ejército confederado  ya estaba preparado en formación de combate, con los romanos situados en el ala izquierda, en lo alto de una colina que dominaba el terreno y sus aliados visigodos al ala derecha.

Atila se encontraba al centro con su ejército y los ostrogodos a su izquierda; al frente de los soldados visigodos y el resto de los aliados de los hunos a la derecha. Atila pensaba atacar a los alanos con tal fuerza y hacerlos huir para que el ejército de Flavio quedase partido en dos y así sería más fácil destruirlo.

Los arqueros hunos atacaron a los romanos y las demás tropas de Atila y sus aliados embistieron al  ejercito de Aecio y sus aliados.

La caballería huna atacó a los alanos y la infantería aliada del caudillo huno chocaban contra los romanos y los ostrogodos contra los visigodos, produciendose un feroz combate que duro horas.

Los alanos resistían los embates de la caballería de Atila, que poco a poco les hacían ceder terreno y los soldados romanos no les era difícil enfrentar los ataques bárbaros. Mientras tanto los alanos era presionados duramente por Atila, que localizó a su Rey Teodorico y lo mata siendo un duro golpe en contra de los visigodos, afectándoles la moral.

Turismundo, hijo de Rey muerto, asume la jefatura de su gente  y contraatacan a los ostrogodos que son rechazados. Cuando Atila está a punto de producir la desbandada alana y visigoda, los ostrogodos se retiran. Turismundo ataca los hunos y se abre por el ala derecha del ejército huno una sangría.

Surge la amenaza de una posible ataque visigodo por la izquierda y una embestida de Aecio por la derecha. Ya la batalla está perdida y Atila huye antes de ser capturado y para eso había ordenado que en su campamento erigieran una pira funeraria, prefería morir a ser capturado.

Aecio no ordena el contraataque y muchos historiadores aducen que Turismundo rompió el acuerdo militar de su padre con el líder romano, al ver la retirada de los hunos de los Campos Cataláunicos, razón  que hizo que el General Romano con sus tropas reducidas a la mitad no se atreviese a tratar de asentar un golpe final, temiendo que las tropas de Atila y sus aliados se recuperasen y realizaren un contraataque.

Un historiador de nombre Jordanes apuesta por la teoría que el caudillo de Roma , al ver la derrota de los hunos temiese que los visigodos y su nuevo Rey tratasen de conquistar el Imperio Romano de Occidente. Esa táctica romana hizo que las tropas de Atila, pudiesen huir a Germanía.

Se calcula que en esa acción murieron de veinte a treinta mil soldados de Atila, Turismundo y Aecio.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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