José Rosario Araujo
Es necesario escribir
un capítulo aparte sobre esta batalla que enfrentó a Aecio y Atila, pero es
necesario conocer los antecedentes de este hecho de armas que algunos historiadores dan como
ganador a Flavio Aecio.
Para ese momento el Rey Huno era conocido en cada uno de los rincones del Imperio Romano y en los países cercanos en donde muchos de estas naciones buscaban alianzas con los hunos.
Ya desde Europa se practicaba la religión Cristiana casi en todo el
continente. Muchas naciones conocidas como “barbaras” eran cristianas igual
como la mayoría de Imperio Romano tanto de Occidente como de Oriente.
Dentro del Imperio se
conocía los saqueos y destrucción del Imperio de Oriente que habían sufrido a manos de los hunos.
Como se esperaba que
Atila llegase a atacar el Imperio de Occidente su Emperador Valentiniano III
creo alianzas con el Reino Visigodo de Tolosa, de las Galias para enfrentar la
amenaza.
Valentiniano III buscaba alianzas con los
visigodos a pesar de que unas décadas antes los romanos y los visigodos se
habían enfrentado y los últimos ahora ocupaban parte de la Galia.
El Rey de los hunos tenía las intenciones de tomar
los territorios del Imperio de Occidente y Roma utilizó la habilidad diplomática de Flavio para lograr una alianza con los visigodos para
enfrentar a los hunos.
Flavio sabía que Atila ya habían invadido el norte
de la Galia, en donde ciudades como Amiens, Reims y Metz fueron destrozadas,
pero a pesar de que el Imperio Romano era una sombra de lo que fue contaba con
un ejército integrado por visigodos, francos y romanos que se dirigían a enfrentar
a las huestes de los hunos.
Las tropas romanas
estaban muy débiles, ni sus tácticas ni armamentos daban la talla para
enfrentarse a la invasión de Atila, ya no podían controlar sus fronteras
amenazadas por las invasiones barbaras y habían tenido que reclutar tropas
entre los mismos pueblo barbaros que los obligaban a pelear para controlar que
otros extranjeros los invadiesen. Entre ellos estaban los burgundios que eran
gobernados por Gunderico, que también fue amigo de la infancia de Aecio.
Cuando se acercó el
romano a los territorios burgundios, identificándose como el General Flavio
Aecio, Comandante en Jefe de las Legiones Romanas a parlamentar con el Rey
burgundio Gunderico, fue acusado por este de ejercer la soberanía de Roma sobre
ese pueblo, un imperio que un día había matado al Rey de los burgundios y acabó
con la mitad de sus ejércitos.
Aecio le recordó que su
nación era un país conquistado, que debía lealtad a Roma y Gunderico a
regañadientes señaló que no descuidaría sus obligaciones con el Imperio, pero
que no garantizaba la fidelidad de sus
tropas a Roma.
Los ejércitos rivales se sitúan frente a frente
en los Campos Cataláunicos siendo en ese momento la batalla más sangrienta
hasta la fecha.
Aecio situó a sus
tropas primero en el campo de batalla, Atila tomó posiciones cuando ya el
ejército confederado ya estaba preparado
en formación de combate, con los romanos situados en el ala izquierda, en lo
alto de una colina que dominaba el terreno y sus aliados visigodos al ala
derecha.
Atila se encontraba al
centro con su ejército y los ostrogodos a su izquierda; al frente de los
soldados visigodos y el resto de los aliados de los hunos a la derecha. Atila
pensaba atacar a los alanos con tal fuerza y hacerlos huir para que el ejército
de Flavio quedase partido en dos y así sería más fácil destruirlo.
Los arqueros hunos
atacaron a los romanos y las demás tropas de Atila y sus aliados embistieron
al ejercito de Aecio y sus aliados.
La caballería huna
atacó a los alanos y la infantería aliada del caudillo huno chocaban contra los
romanos y los ostrogodos contra los visigodos, produciendose un feroz combate
que duro horas.
Los alanos resistían
los embates de la caballería de Atila, que poco a poco les hacían ceder terreno
y los soldados romanos no les era difícil enfrentar los ataques bárbaros.
Mientras tanto los alanos era presionados duramente por Atila, que localizó a
su Rey Teodorico y lo mata siendo un duro golpe en contra de los visigodos,
afectándoles la moral.
Turismundo, hijo de Rey
muerto, asume la jefatura de su gente y
contraatacan a los ostrogodos que son rechazados. Cuando Atila está a punto de
producir la desbandada alana y visigoda, los ostrogodos se retiran. Turismundo
ataca los hunos y se abre por el ala derecha del ejército huno una sangría.
Surge la amenaza de una
posible ataque visigodo por la izquierda y una embestida de Aecio por la
derecha. Ya la batalla está perdida y Atila huye antes de ser capturado y para
eso había ordenado que en su campamento erigieran una pira funeraria, prefería
morir a ser capturado.
Aecio no ordena el
contraataque y muchos historiadores aducen que Turismundo rompió el acuerdo
militar de su padre con el líder romano, al ver la retirada de los hunos de los
Campos Cataláunicos, razón que hizo que
el General Romano con sus tropas reducidas a la mitad no se atreviese a tratar
de asentar un golpe final, temiendo que las tropas de Atila y sus aliados se
recuperasen y realizaren un contraataque.
Un historiador de
nombre Jordanes apuesta por la teoría que el caudillo de Roma , al ver la
derrota de los hunos temiese que los visigodos y su nuevo Rey tratasen de
conquistar el Imperio Romano de Occidente. Esa táctica romana hizo que las
tropas de Atila, pudiesen huir a Germanía.
Se calcula que en esa
acción murieron de veinte a treinta mil soldados de Atila, Turismundo y Aecio.
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