sábado, 3 de julio de 2021

PREPARÁNDOSE PARA LA BATALLA

 


José Rosario Araujo

El Libertador no había pasado por academias militares, pero su genialidad como soldado se había desarrollado en experiencia que obtuvo en los campos de batalla. Además nuestro héroe era un lector acucioso de las tácticas militares y se nutría de la experiencia de los militares ingleses, escoceses e irlandeses que ahora pertenecían a sus fuerzas.

Las tropas que había preparado Bolívar para la Campaña de 1821 no eran las mismas de las campañas pasadas; indisciplinadas, con falta de cohesión y muy escasa disciplina. Aprovechó el Armisticio para preparar Oficiales capaces para los requerimientos de la campaña, que sabían que se avecinaría después del comienzo de las hostilidades.

Hacía cuatro años que había decretado la creación del Estado Mayor General y los Estados Mayores divisionarios, el 24 de septiembre de 1817. "El Manual de Ayudantes Generales regiría la función de dichos cuerpos.

Ese Estado Mayor estaba compuesto por un Jefe; que era un General de División o de Brigada; un Sub Jefe, que era un Coronel, 8 ayudantes Generales; 4 Coroneles y 4 Tenientes Coroneles y 4 Adjuntos que eran mayormente Capitanes.

A los cuerpos de infantería Bolívar los había organizado de la siguiente manera: Tres Batallones formaban una Brigada y dos Brigadas una División, cada Batallón se compone de una Compañía de Cazadores, una de Granaderos y seis de fusileros , de un promedio de 100 plazas.

La Caballería republicana estaba formada por tres Escuadrones que formaban un Regimiento y cada Escuadrón era integrado por tres Compañías de 50 hombres.

Bolívar y sus Generales había copiado la organización de sus Tropas casi completamente de las unidades españolas.

El armamento de la infantería era el rifle Baker modelo 1802, que fue usado por el Ejercito Inglés antes de las guerras contra Napoleón Bonaparte. Para esa campaña a principios de 1821 llegaron 10.000 fusiles a Angosturas, que se habían negociado, se compraron 4.800 en los Estados Unidos y el resto en las Antillas.

Ese fusil tenía una longitud del cañón de 30 pulgadas, con una bayoneta de 23,5 pulgadas, con una longitud total de 45,25 pulgadas, calibre 20 y con un peso de 8,2 libras. Tenía un alcance máximo de 300 metros, en donde su alcance eficaz era de 200 metros.

El arma que utilizaba la Caballería es la lanza, arma que había sido de gran utilidad en las cargas que realizaban las tropas montadas de los patriotas. Esa lanza tenía una medida de cuatro metros.

Asta de madera, el hierro de la lanza es de una figura de una gran cuchilla, cuyos cortes tan afilados como una navaja. Manejada con pericia por estas huestes que desde pequeños, enseñaban a sus hijos el manejo de ella y del caballo en donde comienzan haciéndose jinetes a muy temprana edad.

El General Bolívar en una misiva enviada a Bermúdez le dice que el enemigo confía más en la disciplina que en su valor. Que confían más en las sorpresas que en los ataques regulares, y que ellos creen que los patriotas son incapaces de obrar según los principios de la táctica.

Los españoles piensan que las tropas patriotas no saben moverse; según le dice Bolívar a Bermudez; porque no saben evoluciones. El enemigo ataca siempre en columnas cerradas, ya que siempre se les recibía en batalla, pero luego que los españoles sean recibidos en columnas cerradas, se desplegaran en batalla para sorprender las tropas libertadoras.

El Orden de Batalla es una formación de tropa con un frente extendido y de poco fondo.

Bolívar promueve la táctica con sus Generales que se debe observar constantemente y atacarlos en la misma formación que vienen, tratando de oponerles un frente igual o mayor.

Le recomendaba a Bermúdez que las primeras Compañías sean integradas por hombres selectos, veteranos en el combate, para ponerlos al frente, ya que las tres primeras filas deciden mayormente la suerte de la columna y la victoria.

A Salóm le recomendaba el Libertador que la vigilancia, los espías junto a la disciplina de las tropas salvaran al Ejército de una sorpresa o un descuido. Demostraba con esas misivas a sus Generales que sabía adaptarse con ventajas a las tácticas de sus enemigos.

El Libertador no podía evitar imitar las tácticas militares de la época, pero siendo un innovador de las estrategias que supo aplicar.

La táctica que había utilizado Federico II a principios del siglo pasado, con los cambios introducido en la Revolución Francesa y que Napoleón complementó con los que había aprendido en sus largas campañas no estarían sustraídas del conocimiento del héroe caraqueño.

El dispositivo de Federico II del ataque de frente y contra el flanco lo emplearía Bolívar en Boyacá y Carabobo. Pero no nos adelantemos a los acontecimientos, Simón tenía que organizar sus ejércitos con el reclutamiento de jóvenes fuertes, que estuvieran endurecidos por el trabajo y las privaciones.

Se crearía para captar Oficiales en cada Provincia una Academia de 24 jóvenes aspirantes que sepan leer, escribir, con talento, para que se preparen en la obligación de oficiales de guerra.

Los ascensos se realizaran por méritos de guerra y por la antigüedad en el servicio y los oficiales ingleses serían los que se encargarían de preparar a los cuerpos de infantería de Apure.

Ya para el 4 de octubre de 1817 el caraqueño envío a Páez dos volúmenes de tácticas para que los Jefes de Instrucción se guiasen por ella.

La campaña de 1821 concebida por el Libertador cuando ya disponía de unas tropas preparadas y disciplinadas, dirigidas por Jefes y Oficiales que no tenía antes. Pero no contaban para el inicio de las hostilidades con una situación muy ventajosa en cuanto a la distribución de sus fuerzas, ocupaban una larga línea que había sido delimitada por el Armisticio.

Cuando se había realizado este convenio Bolívar se había apoderado de las provincias de Mérida y Trujillo, además de parte de Barinas, esas posiciones estaban muy distantes y las comunicaciones fallaban.

En el mes de marzo los efectivos patriotas eran casi 10.000 hombres integrados por las tropas de Simón Bolívar en La Guardia; que estaban situados entre Trujillo y Barinas; 1 era. Brigada que consistía en los Batallones Boyacá y un regimiento de caballería, el batallón de Tiradores que se encontraban en Maracaibo.

La División de Urdaneta que se encontraba en Maracaibo; batallones Tiradores y Maracaibo y Escuadrón Cazadores a Caballo, la División Apure; en Achaguas; Batallones Bravos de Apure y Cazadores Británicos y varias unidades de Caballería.

Las Tropas del Gral. Bermudez en Barcelona, las tropas de Arismendi en Margarita, en los llanos orientales del Gral. Pedro Zaraza y José Tadeo Monagas.

Los realistas eran dueños de la parte más poblada de Venezuela, que eran las que contaban con menos recursos y había menos enfermedades. Se comunicaban con el exterior desde La Guaira y Puerto Cabello. Contaban con doce mil combatientes.

El Libertador no había pasado por academias militares, pero su genialidad como soldado se había desarrollado en experiencia que obtuvo en los campos de batalla. Además nuestro héroe era un lector acucioso de las tácticas militares y se nutría de la experiencia de los militares ingleses, escoceses e irlandeses que ahora pertenecían a sus fuerzas.

Las tropas que había preparado Bolívar para la Campaña de 1821 no eran las mismas de las campañas pasadas; indisciplinadas, con falta de cohesión y muy escasa disciplina. Aprovechó el Armisticio para preparar Oficiales capaces para los requerimientos de la campaña, que sabían que se avecinaría después del comienzo de las hostilidades.

Hacía cuatro años que había decretado la creación del Estado Mayor General y los Estados Mayores divisionarios, el 24 de septiembre de 1817. "El Manual de Ayudantes Generales regiría la función de dichos cuerpos.

Ese Estado Mayor estaba compuesto por un Jefe; que era un General de División o de Brigada; un Sub Jefe, que era un Coronel, 8 ayudantes Generales; 4 Coroneles y 4 Tenientes Coroneles y 4 Adjuntos que eran mayormente Capitanes.

A los cuerpos de infantería Bolívar los había organizado de la siguiente manera: Tres Batallones formaban una Brigada y dos Brigadas una División, cada Batallón se compone de una Compañía de Cazadores, una de Granaderos y seis de fusileros , de un promedio de 100 plazas.

La Caballería republicana estaba formada por tres Escuadrones que formaban un Regimiento y cada Escuadrón era integrado por tres Compañías de 50 hombres.

Bolívar y sus Generales había copiado la organización de sus Tropas casi completamente de las unidades españolas.

El armamento de la infantería era el rifle Baker modelo 1802, que fue usado por el Ejercito Inglés antes de las guerras contra Napoleón Bonaparte. Para esa campaña a principios de 1821 llegaron 10.000 fusiles a Angosturas, que se habían negociado, se compraron 4.800 en los Estados Unidos y el resto en las Antillas.

Ese fusil tenía una longitud del cañón de 30 pulgadas, con una bayoneta de 23,5 pulgadas, con una longitud total de 45,25 pulgadas, calibre 20 y con un peso de 8,2 libras. Tenía un alcance máximo de 300 metros, en donde su alcance eficaz era de 200 metros.

El arma que utilizaba la Caballería es la lanza, arma que había sido de gran utilidad en las cargas que realizaban las tropas montadas de los patriotas. Esa lanza tenía una medida de cuatro metros.

Asta de madera, el hierro de la lanza es de una figura de una gran cuchilla, cuyos cortes tan afilados como una navaja. Manejada con pericia por estas huestes que desde pequeños, enseñaban a sus hijos el manejo de ella y del caballo en donde comienzan haciéndose jinetes a muy temprana edad.

El General Bolívar en una misiva enviada a Bermúdez le dice que el enemigo confía más en la disciplina que en su valor. Que confían más en las sorpresas que en los ataques regulares, y que ellos creen que los patriotas son incapaces de obrar según los principios de la táctica.

Los españoles piensan que las tropas patriotas no saben moverse; según le dice Bolívar a Bermúdez; porque no saben evoluciones. El enemigo ataca siempre en columnas cerradas, ya que siempre se les recibía en batalla, pero luego que los españoles sean recibidos en columnas cerradas, se desplegaran en batalla para sorprender las tropas libertadoras.

El Orden de Batalla es una formación de tropa con un frente extendido y de poco fondo.

Bolívar promueve la táctica con sus Generales que se debe observar constantemente y atacarlos en la misma formación que vienen, tratando de oponerles un frente igual o mayor.

Le recomendaba a Bermúdez que las primeras Compañías sean integradas por hombres selectos, veteranos en el combate, para ponerlos al frente, ya que las tres primeras filas deciden mayormente la suerte de la columna y la victoria.

A Salóm le recomendaba el Libertador que la vigilancia, los espías junto a la disciplina de las tropas salvaran al Ejército de una sorpresa o un descuido. Demostraba con esas misivas a sus Generales que sabía adaptarse con ventajas a las tácticas de sus enemigos.

El Libertador no podía evitar imitar las tácticas militares de la época, pero siendo un innovador de las estrategias que supo aplicar.

La táctica que había utilizado Federico II a principios del siglo pasado, con los cambios introducido en la Revolución Francesa y que Napoleón complementó con los que había aprendido en sus largas campañas no estarían sustraídas del conocimiento del héroe caraqueño.

El dispositivo de Federico II del ataque de frente y contra el flanco lo emplearía Bolívar en Boyacá y Carabobo. Pero no nos adelantemos a los acontecimientos, Simón tenía que organizar sus ejércitos con el reclutamiento de jóvenes fuertes, que estuvieran endurecidos por el trabajo y las privaciones.

Se crearía para captar Oficiales en cada Provincia una Academia de 24 jóvenes aspirantes que sepan leer, escribir, con talento, para que se preparen en la obligación de oficiales de guerra.

Los ascensos se realizaran por méritos de guerra y por la antigüedad en el servicio y los oficiales ingleses serían los que se encargarían de preparar a los cuerpos de infantería de Apure.

Ya para el 4 de octubre de 1817 el caraqueño envío a Páez dos volúmenes de tácticas para que los Jefes de Instrucción se guiasen por ella.

La campaña de 1821 concebida por el Libertador cuando ya disponía de unas tropas preparadas y disciplinadas, dirigidas por Jefes y Oficiales que no tenía antes. Pero no contaban para el inicio de las hostilidades con una situación muy ventajosa en cuanto a la distribución de sus fuerzas, ocupaban una larga línea que había sido delimitada por el Armisticio.

Cuando se había realizado este convenio Bolívar se había apoderado de las provincias de Mérida y Trujillo, además de parte de Barinas, esas posiciones estaban muy distantes y las comunicaciones fallaban .

En el mes de marzo los efectivos patriotas eran casi 10.000 hombres integrados por las tropas de Simón Bolívar en La Guardia; que estaban situados entre Trujillo y Barinas; 1 era. Brigada que consistía en los Batallones Boyacá y un regimiento de caballería, el batallón de Tiradores que se encontraban en Maracaibo.

La División de Urdaneta que se encontraba en Maracaibo; batallones Tiradores y Maracaibo y Escuadrón Cazadores a Caballo, la División Apure; en Achaguas; Batallones Bravos de Apure y Cazadores Británicos y varias unidades de Caballería.

Las Tropas del Gral. Bermudez en Barcelona, las tropas de Arismendi en Margarita, en los llanos orientales del Gral. Pedro Zaraza y José Tadeo Monagas.

Los realistas eran dueños de la parte más poblada de Venezuela, que eran las que contaban con menos recursos y había menos enfermedades. Se comunicaban con el exterior desde La Guaira y Puerto Cabello. Contaban con doce mil combatientes.

 

 

 

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