José Rosario Araujo
El Libertador no había pasado por
academias militares, pero su genialidad como soldado se había desarrollado en
experiencia que obtuvo en los campos de batalla. Además nuestro héroe era un
lector acucioso de las tácticas militares y se nutría de la experiencia de los
militares ingleses, escoceses e irlandeses que ahora pertenecían a sus fuerzas.
Las tropas que había preparado
Bolívar para la Campaña de 1821 no eran las mismas de las campañas pasadas;
indisciplinadas, con falta de cohesión y muy escasa disciplina. Aprovechó el
Armisticio para preparar Oficiales capaces para los requerimientos de la
campaña, que sabían que se avecinaría después del comienzo de las hostilidades.
Hacía cuatro años que había
decretado la creación del Estado Mayor General y los Estados Mayores
divisionarios, el 24 de septiembre de 1817. "El Manual de Ayudantes
Generales regiría la función de dichos cuerpos.
Ese Estado Mayor estaba compuesto
por un Jefe; que era un General de División o de Brigada; un Sub Jefe, que era
un Coronel, 8 ayudantes Generales; 4 Coroneles y 4 Tenientes Coroneles y 4
Adjuntos que eran mayormente Capitanes.
A los cuerpos de infantería
Bolívar los había organizado de la siguiente manera: Tres Batallones formaban
una Brigada y dos Brigadas una División, cada Batallón se compone de una
Compañía de Cazadores, una de Granaderos y seis de fusileros , de un promedio
de 100 plazas.
La Caballería republicana estaba
formada por tres Escuadrones que formaban un Regimiento y cada Escuadrón era
integrado por tres Compañías de 50 hombres.
Bolívar y sus Generales había
copiado la organización de sus Tropas casi completamente de las unidades
españolas.
El armamento de la infantería era
el rifle Baker modelo 1802, que fue usado por el Ejercito Inglés antes de las
guerras contra Napoleón Bonaparte. Para esa campaña a principios de 1821
llegaron 10.000 fusiles a Angosturas, que se habían negociado, se compraron
4.800 en los Estados Unidos y el resto en las Antillas.
Ese fusil tenía una longitud del
cañón de 30 pulgadas, con una bayoneta de 23,5 pulgadas, con una longitud total
de 45,25 pulgadas, calibre 20 y con un peso de 8,2 libras. Tenía un alcance
máximo de 300 metros, en donde su alcance eficaz era de 200 metros.
El arma que utilizaba la
Caballería es la lanza, arma que había sido de gran utilidad en las cargas que
realizaban las tropas montadas de los patriotas. Esa lanza tenía una medida de
cuatro metros.
Asta de madera, el hierro de la
lanza es de una figura de una gran cuchilla, cuyos cortes tan afilados como una
navaja. Manejada con pericia por estas huestes que desde pequeños, enseñaban a
sus hijos el manejo de ella y del caballo en donde comienzan haciéndose jinetes
a muy temprana edad.
El General Bolívar en una misiva
enviada a Bermúdez le dice que el enemigo confía más en la disciplina que en su
valor. Que confían más en las sorpresas que en los ataques regulares, y que
ellos creen que los patriotas son incapaces de obrar según los principios de la
táctica.
Los españoles piensan que las
tropas patriotas no saben moverse; según le dice Bolívar a Bermudez; porque no
saben evoluciones. El enemigo ataca siempre en columnas cerradas, ya que
siempre se les recibía en batalla, pero luego que los españoles sean recibidos
en columnas cerradas, se desplegaran en batalla para sorprender las tropas
libertadoras.
El Orden de Batalla es una
formación de tropa con un frente extendido y de poco fondo.
Bolívar promueve la táctica con
sus Generales que se debe observar constantemente y atacarlos en la misma
formación que vienen, tratando de oponerles un frente igual o mayor.
Le recomendaba a Bermúdez que las
primeras Compañías sean integradas por hombres selectos, veteranos en el
combate, para ponerlos al frente, ya que las tres primeras filas deciden
mayormente la suerte de la columna y la victoria.
A Salóm le recomendaba el
Libertador que la vigilancia, los espías junto a la disciplina de las tropas
salvaran al Ejército de una sorpresa o un descuido. Demostraba con esas misivas
a sus Generales que sabía adaptarse con ventajas a las tácticas de sus
enemigos.
El Libertador no podía evitar
imitar las tácticas militares de la época, pero siendo un innovador de las
estrategias que supo aplicar.
La táctica que había utilizado
Federico II a principios del siglo pasado, con los cambios introducido en la
Revolución Francesa y que Napoleón complementó con los que había aprendido en
sus largas campañas no estarían sustraídas del conocimiento del héroe
caraqueño.
El dispositivo de Federico II del
ataque de frente y contra el flanco lo emplearía Bolívar en Boyacá y Carabobo.
Pero no nos adelantemos a los acontecimientos, Simón tenía que organizar sus
ejércitos con el reclutamiento de jóvenes fuertes, que estuvieran endurecidos
por el trabajo y las privaciones.
Se crearía para captar Oficiales
en cada Provincia una Academia de 24 jóvenes aspirantes que sepan leer,
escribir, con talento, para que se preparen en la obligación de oficiales de
guerra.
Los ascensos se realizaran por
méritos de guerra y por la antigüedad en el servicio y los oficiales ingleses
serían los que se encargarían de preparar a los cuerpos de infantería de Apure.
Ya para el 4 de octubre de 1817
el caraqueño envío a Páez dos volúmenes de tácticas para que los Jefes de
Instrucción se guiasen por ella.
La campaña de 1821 concebida por
el Libertador cuando ya disponía de unas tropas preparadas y disciplinadas,
dirigidas por Jefes y Oficiales que no tenía antes. Pero no contaban para el
inicio de las hostilidades con una situación muy ventajosa en cuanto a la
distribución de sus fuerzas, ocupaban una larga línea que había sido delimitada
por el Armisticio.
Cuando se había realizado este
convenio Bolívar se había apoderado de las provincias de Mérida y Trujillo,
además de parte de Barinas, esas posiciones estaban muy distantes y las
comunicaciones fallaban.
En el mes de marzo los efectivos
patriotas eran casi 10.000 hombres integrados por las tropas de Simón Bolívar
en La Guardia; que estaban situados entre Trujillo y Barinas; 1 era. Brigada
que consistía en los Batallones Boyacá y un regimiento de caballería, el
batallón de Tiradores que se encontraban en Maracaibo.
La División de Urdaneta que se
encontraba en Maracaibo; batallones Tiradores y Maracaibo y Escuadrón Cazadores
a Caballo, la División Apure; en Achaguas; Batallones Bravos de Apure y
Cazadores Británicos y varias unidades de Caballería.
Las Tropas del Gral. Bermudez en
Barcelona, las tropas de Arismendi en Margarita, en los llanos orientales del
Gral. Pedro Zaraza y José Tadeo Monagas.
Los realistas eran dueños de la
parte más poblada de Venezuela, que eran las que contaban con menos recursos y
había menos enfermedades. Se comunicaban con el exterior desde La Guaira y
Puerto Cabello. Contaban con doce mil combatientes.
El Libertador no había pasado por
academias militares, pero su genialidad como soldado se había desarrollado en
experiencia que obtuvo en los campos de batalla. Además nuestro héroe era un
lector acucioso de las tácticas militares y se nutría de la experiencia de los
militares ingleses, escoceses e irlandeses que ahora pertenecían a sus fuerzas.
Las tropas que había preparado
Bolívar para la Campaña de 1821 no eran las mismas de las campañas pasadas;
indisciplinadas, con falta de cohesión y muy escasa disciplina. Aprovechó el
Armisticio para preparar Oficiales capaces para los requerimientos de la
campaña, que sabían que se avecinaría después del comienzo de las hostilidades.
Hacía cuatro años que había
decretado la creación del Estado Mayor General y los Estados Mayores
divisionarios, el 24 de septiembre de 1817. "El Manual de Ayudantes
Generales regiría la función de dichos cuerpos.
Ese Estado Mayor estaba compuesto
por un Jefe; que era un General de División o de Brigada; un Sub Jefe, que era
un Coronel, 8 ayudantes Generales; 4 Coroneles y 4 Tenientes Coroneles y 4
Adjuntos que eran mayormente Capitanes.
A los cuerpos de infantería
Bolívar los había organizado de la siguiente manera: Tres Batallones formaban
una Brigada y dos Brigadas una División, cada Batallón se compone de una
Compañía de Cazadores, una de Granaderos y seis de fusileros , de un promedio
de 100 plazas.
La Caballería republicana estaba
formada por tres Escuadrones que formaban un Regimiento y cada Escuadrón era
integrado por tres Compañías de 50 hombres.
Bolívar y sus Generales había copiado
la organización de sus Tropas casi completamente de las unidades españolas.
El armamento de la infantería era
el rifle Baker modelo 1802, que fue usado por el Ejercito Inglés antes de las
guerras contra Napoleón Bonaparte. Para esa campaña a principios de 1821
llegaron 10.000 fusiles a Angosturas, que se habían negociado, se compraron
4.800 en los Estados Unidos y el resto en las Antillas.
Ese fusil tenía una longitud del
cañón de 30 pulgadas, con una bayoneta de 23,5 pulgadas, con una longitud total
de 45,25 pulgadas, calibre 20 y con un peso de 8,2 libras. Tenía un alcance
máximo de 300 metros, en donde su alcance eficaz era de 200 metros.
El arma que utilizaba la
Caballería es la lanza, arma que había sido de gran utilidad en las cargas que
realizaban las tropas montadas de los patriotas. Esa lanza tenía una medida de
cuatro metros.
Asta de madera, el hierro de la
lanza es de una figura de una gran cuchilla, cuyos cortes tan afilados como una
navaja. Manejada con pericia por estas huestes que desde pequeños, enseñaban a
sus hijos el manejo de ella y del caballo en donde comienzan haciéndose jinetes
a muy temprana edad.
El General Bolívar en una misiva
enviada a Bermúdez le dice que el enemigo confía más en la disciplina que en su
valor. Que confían más en las sorpresas que en los ataques regulares, y que
ellos creen que los patriotas son incapaces de obrar según los principios de la
táctica.
Los españoles piensan que las
tropas patriotas no saben moverse; según le dice Bolívar a Bermúdez; porque no
saben evoluciones. El enemigo ataca siempre en columnas cerradas, ya que
siempre se les recibía en batalla, pero luego que los españoles sean recibidos
en columnas cerradas, se desplegaran en batalla para sorprender las tropas
libertadoras.
El Orden de Batalla es una
formación de tropa con un frente extendido y de poco fondo.
Bolívar promueve la táctica con
sus Generales que se debe observar constantemente y atacarlos en la misma
formación que vienen, tratando de oponerles un frente igual o mayor.
Le recomendaba a Bermúdez que las
primeras Compañías sean integradas por hombres selectos, veteranos en el
combate, para ponerlos al frente, ya que las tres primeras filas deciden
mayormente la suerte de la columna y la victoria.
A Salóm le recomendaba el
Libertador que la vigilancia, los espías junto a la disciplina de las tropas
salvaran al Ejército de una sorpresa o un descuido. Demostraba con esas misivas
a sus Generales que sabía adaptarse con ventajas a las tácticas de sus
enemigos.
El Libertador no podía evitar
imitar las tácticas militares de la época, pero siendo un innovador de las
estrategias que supo aplicar.
La táctica que había utilizado
Federico II a principios del siglo pasado, con los cambios introducido en la
Revolución Francesa y que Napoleón complementó con los que había aprendido en
sus largas campañas no estarían sustraídas del conocimiento del héroe
caraqueño.
El dispositivo de Federico II del
ataque de frente y contra el flanco lo emplearía Bolívar en Boyacá y Carabobo.
Pero no nos adelantemos a los acontecimientos, Simón tenía que organizar sus
ejércitos con el reclutamiento de jóvenes fuertes, que estuvieran endurecidos
por el trabajo y las privaciones.
Se crearía para captar Oficiales
en cada Provincia una Academia de 24 jóvenes aspirantes que sepan leer,
escribir, con talento, para que se preparen en la obligación de oficiales de
guerra.
Los ascensos se realizaran por
méritos de guerra y por la antigüedad en el servicio y los oficiales ingleses
serían los que se encargarían de preparar a los cuerpos de infantería de Apure.
Ya para el 4 de octubre de 1817
el caraqueño envío a Páez dos volúmenes de tácticas para que los Jefes de
Instrucción se guiasen por ella.
La campaña de 1821 concebida por
el Libertador cuando ya disponía de unas tropas preparadas y disciplinadas,
dirigidas por Jefes y Oficiales que no tenía antes. Pero no contaban para el
inicio de las hostilidades con una situación muy ventajosa en cuanto a la
distribución de sus fuerzas, ocupaban una larga línea que había sido delimitada
por el Armisticio.
Cuando se había realizado este
convenio Bolívar se había apoderado de las provincias de Mérida y Trujillo,
además de parte de Barinas, esas posiciones estaban muy distantes y las
comunicaciones fallaban .
En el mes de marzo los efectivos
patriotas eran casi 10.000 hombres integrados por las tropas de Simón Bolívar
en La Guardia; que estaban situados entre Trujillo y Barinas; 1 era. Brigada
que consistía en los Batallones Boyacá y un regimiento de caballería, el
batallón de Tiradores que se encontraban en Maracaibo.
La División de Urdaneta que se
encontraba en Maracaibo; batallones Tiradores y Maracaibo y Escuadrón Cazadores
a Caballo, la División Apure; en Achaguas; Batallones Bravos de Apure y
Cazadores Británicos y varias unidades de Caballería.
Las Tropas del Gral. Bermudez en
Barcelona, las tropas de Arismendi en Margarita, en los llanos orientales del
Gral. Pedro Zaraza y José Tadeo Monagas.
Los realistas eran dueños de la
parte más poblada de Venezuela, que eran las que contaban con menos recursos y
había menos enfermedades. Se comunicaban con el exterior desde La Guaira y
Puerto Cabello. Contaban con doce mil combatientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario