miércoles, 31 de agosto de 2022

LEGIÓN BRITANICA, MERCENARIOS POR LA LIBERTAD

José Rosario Araujo

Es imprescindible al hablar de la Batalla de Carabobo, no evocar aquellos hombres que cruzaron los mares, para luchar junto a nuestros soldados y que en este combate decisivo tuvieron una actuación tan valerosa, determinante y sacrificada.

 No fue únicamente una de las unidades conformada por voluntarios de Gran Bretaña, Irlanda, Escocia y Hanover, la que llevó el nombre de Legión Británica.

Debemos saber que varias veces fueron cambiado el nombre de estas unidades, una vez a “Cazadores Británicos”, otras a “Legión Británica”. “Húsares Rojos”, “Primero Venezolano de Rifles”, “Infantería Ligera de Cundinamarca”, “Húsares de la Guardia”, entre otros.

Estos cuerpos participan en el Paso de los Andes y las batallas del Pantano de Vargas, Boyacá y Carabobo y en todas estas acciones derrocharon valor y sacrificio.

Ya Francisco de Miranda para el año de 1812 hizo la primera insinuación de reclutar británicos para la guerra de Independencia, en una epístola a un periodista en Londres, pero esto no se vino a concretar sino hasta principios de 1817 cuando Bolívar nombra a Luis López Méndez; agente de Venezuela en Londres; y le ordena reclutar voluntarios para la guerra que se estaba dando en Venezuela.

López Méndez era un agente experimentado y conocedor del medio, había observado que en Inglaterra la opinión pública se inclina a favor de la independencia de las colonias españolad, razón que haría fácil el reclutamiento de voluntarios para esa guerra, además numerosos oficiales y soldados habían sido desmovilizados, encontrándose desempleados y existían grandes pertrechos de guerra que no había logrado vender proveedores del ejercito ingles al haber finalizado las guerras napoleónicas.

Existía una campaña de propaganda que es respaldada por William Walton, activo periodista del “Morning Chronicle”,  Robert Wilson; miembro liberal del Parlamento y Lord Thomas Cochrane, muy favorable hacia la lucha por la independencia latinoamericana.

Ese año la situación cambio, ya el alistamiento no iba a ser aislado, el reclutamiento sería de unidades enteras o cuadros para fundar cuerpos militares completos y el Agente venezolano desde el número 27 de Grafton Street; casa donde había vivido Miranda; fue muy concurrida por oficiales del Ejército y la Marina cuando se supo que se le estaba ofreciendo a oficiales activos o retirados, paga igual a sus rangos del ejército inglés.

Se les ofreció sueldo a pagarse a los oficiales desde su llegada a Venezuela, a los sub oficiales desde su embarque en Londres, 200 pesos en equivalente a la moneda ingles por gastos de viaje para cada oficial y 80 pesos a sus subalternos.

Les concedían garantías de que ningún oficial o sub oficial sería destinado o trasladado de un regimiento a otro sin su consentimiento y si fuese incapacitado por una herida por servicio a la República de Venezuela, el gobierno lo remunerara adecuadamente.

En mayo de ese mismo año el primero que acepta estos términos es Gustavus Mathias Hippisley, un Teniente de Caballería del Ejército Británico, que estaba a media paga.

López Méndez le reconoce el grado de Coronel y este le ofrece organizar  y comandar el Primer Regimiento de Húsares Venezolanos, alistando un  cuadro de oficiales, sargentos y cabos.

El contrato se firma a principio de julio y al mismo tiempo se comienzan a reclutar otras unidades como tres regimientos de Caballería, un cuerpo de Artillería y uno de Rifles, fueron tantos los hombres que se alistaron que alarmó a las autoridades inglesas.

Se amenazó que los soldados que se alistasen  para servir a gobiernos extranjeros  sin permiso perderían su media paga, además no podrían viajar sin un permiso del Príncipe Regente.

Esto no impidió que el alistamiento no continuase y el embajador español en Inglaterra que era el Duque de San Carlos se quejó ante el gobierno británico. Existían grandes intereses por parte de grandes comerciantes de armar expediciones, por la promesa de López Méndez  les devolvería lo invertido no más esas tropas llegasen a tierras venezolanas.

Diez días después de comenzar el mes de julio se firma otro contrato con el Coronel Henry Wilson, quien se compromete a formar el Segundo Regimiento de Húsares Venezolanos o Húsares Rojos, también firmán contrato el Teniente Coronel Donald MacDonald para conformar el Primer Regimiento de Lanceros Venezolanos y el Teniente Coronel Robert Skene forma el Segundo Regimiento de Lanceros Venezolanos.

A fines de noviembre de 1817 el Príncipe Regente firma una Proclama que prohibía cualquier reclutamiento y debido a este suceso  la expedición de Hippisley partió con premura, pero las autoridades no hicieron nada para detenerlos, pero con todo y eso muchos de sus voluntarios se quedaron en tierra.

 

 

López Méndez autoriza al Coronel Donald Campbell, oficial de Infantería, para formar un batallón de Rifleros, con sus oficiales y subalternos, el Teniente Coronel    J. A Gilmore conforma una brigada de Artillería.

Tratando si es el primero de presentarse ante el Libertador, zarpa desde Portsmouth MacDonald en el bergantín “Two Friends”, con casi 100 hombres que han sido reclutados apresuradamente. Al llegar a Angosturas, les ordenan continuar a Apure y a los llanos de Calabozo donde Bolívar está en plena campaña, pero son muertos por piratas de rio que los confunden con oficiales españoles por lo vistoso de sus uniformes.

Mientras tanto otros coroneles realizan preparativos; no muy disimuladamente; buscando sastrerías militares para la confección de uniformes y estas exhiben las prendas en sus vidrieras en Charing Cross y Cheapside.

Los uniformes confeccionados son muy llamativos: El Coronel Campbell adopta uno similar a la Brigada de Rifles del Servicio Britanico; Wilson escoge casaca de paño rojo con galones y charreteras doradas; Gillmore  uno parecido a los Reales Artilleros y Hippisley viste a sus Primero de Húsares, guerrera verde oscura con cuello y galones rojos.

Al partir la expedición de Hippisley se encuentra inmersa en una gran tempestad y 200 reclutas mueren al naufragar “El Indian” cerca de las costas francesas. Un grupo de 800 alistados logran cruzar el Atlántico y llegan a las Antillas, pero las autoridades embargan dos buques, supuestamente por haber violado la Ley de Navegación y la prohibición de exportar armas de Inglaterra a América.

La expedición tuvo que quedarse en las islas por cierto tiempo y eso produjo deserciones, solamente 240 voluntarios llegaron al continente y los primeros que llegaron a Angosturas en el año de 1818, fueron trasladados Orinoco arriba; al Apure; donde tuvieron una destacada participación, combatiendo en la batalla de Semen, bajo las ordenes de Rooke, quien se había alistado por su cuenta en las fuerzas de Bolívar.

Entre Calabozo y Ortiz; en el hato de San Pablo; a fines de 1818 los voluntarios que habían sobrevivido a la expedición del “Two Friends” son presentados al Libertador por el General Urdaneta, se encuentran entre ellos, los Capitanes Wowel; que escribiría dos libros sobre la Guerra de Independencia, “Cruceros y Batallas” y “Las Sabanas de Barinas”; Grant, Mac Mullin y Brathwaite.

Al poco tiempo se unen a las tropas de Bolívar en esa región diez oficiales británicos, entre ellos Thomas Ferriar que se inmortalizaría en Carabobo. Bolívar encarga a James Towers English  y a George Elson para retornar a Inglaterra y organizar dos expediciones y al  final de 1818 ya estaban listas.

Con Elson se encontraban algunos hannoverianos que se habían retirado de la Legión Alemana y habían sido reclutados por Johann Uslar.

Las tropas republicanas son muy hostigadas por Morillo y Páez le señala a los legionario británicos la alternativa de quedarse o partir a Guayana. Wilson quiere quedarse y  Hippisley regresar, el primero tiene sus propios planes de que todas las tropas inglesas lo reconozcan como jefe.

Hippisley después de tener roces con Bolívar se devuelve a su Patria, el jefe patriota le acepta su renuncia.

Wilson en San Fernando promueve un movimiento rebelde para desconocer la autoridad de Bolívar e inducir a Páez a proclamarse como Jefe Supremo. Presenta una Acta que firman varios oficiales, pero al conocer El Libertador los hechos lo hace arrestar.

Páez aseguraba que todo se había realizado sin su consentimiento y al conocer el acta la desaprobó y destruyó rápidamente. O´Leary que había llegado con Wilson, se declaró en desacuerdo con la rebelión y pidió permiso para dirigirse a Angosturas y ponerse a las órdenes de Bolívar.

Pero todo no quedo allí, en la noche se reúnen en la morada de Páez para celebrar el cumpleaños de Bolívar, el Coronel Blosset invita al Coronel Power a tomar otro vaso de licor, este se rehúsa, Blosset se da por ofendido, había tomado bastante, lo invita a batirse.

Power aduce la poca importancia del hecho para un duelo, pero al final tiene que aceptar. Se verifican las pistolas y se baten, matando Power a Blosset de un balazo.

Páez lo arresta y es sometido a Consejo de Guerra donde es absuelto. 

El escoces Gregor Mac Gregor había realizado un reclutamiento independiente al que realizaba López Méndez. Estas tropas llegaron a la costa del Istmo de Panamá a comienzo de 1819, se apoderaron de la población de Porto Bello, pero el escoces tiene que abandonarlos cuando los españoles contratacan tres semanas después, la mayoría de los expedicionarios fueron muertos o murieron por enfermedades.

En el verano de ese año parte una nueva expedición de Inglaterra, conformada por el regimiento de Hibernia, reclutado en Irlanda por Thomas Eyre. Se apoderan de Rio Hacha el 5 de octubre, después de muchas dificultades sufriendo grandes pérdidas.

Los irlandeses producen actos de indisciplina y una unidad completa se embarca para Inglaterra desertando, tomando un buque a la fuerza. Era imposible mantener el control sobre Santa Marta y Mac Gregor evacua cuando es atacado por los españoles.

Mueren muchos voluntarios en el ataque y otro grupo es capturado, siendo fusilados, el  bravo escoces junto algunos de sus hombres logran huir en otros buques.

Desde Irlanda John D´ Evereux recluta una Legión Irlandesa supuestamente comandado por Bolívar para ese fin, concediéndole el grado de General. Pensaba reclutar 5.000 hombres, pero no logra ese número sino muchos menos.  

Al día siguiente después que el Libertador pronunciase el Discurso de Angosturas arriban a los muelles de la ciudad 150 combatientes de Elson, días antes habían llegado 300 hombres desembarcados de los bergantines “Terror” y “Perseverante”.

A los días siguientes se conoce en Angosturas el arribo de 500 hombres de los contratados por Elson, luego son conducidos a Margarita por el apremio de los barcos que los trajeron de volver a Europa.

Bolívar encomendó a Urdaneta dirigirse a Margarita a encargarse de los irlandeses mientras él se marcha a Apure para ponerse al mando del Ejército.

El marabino junto a 500 soldados margariteños intentaran un ataque de diversión por las costas del litoral y La Guaira, con la intención de tomar Caracas, extendiendo sus operaciones hasta encontrarse con las tropas republicanas en Apure.

El Ejército libertador junto a su jefe había remontado desde marzo el Orinoco, con tropas reclutadas en Guayana y con 450 legionarios británicos, a mediados de mes se reúnen con Páez a la orilla del Arauca, acosan al enemigo pero sin presentar batalla.

Los meses siguientes los legionarios comparten con los venezolanos todo tipo de privaciones, el clima de los llanos, enfermedades, comida a base de tasajo y casabe, durmiendo en el suelo.

Enfrentan junto a los llaneros ríos y caños crecidos, en donde los vistosos uniformes se convierte en jirones y les toca vestir los pantalones a las rodillas y sombreros de paja.

La Legión se compone del escuadrón “Dragones de   la Guardia de Bolívar”, comandado por Rooke; de los regimientos 1° y 2° de Flanqueadores, a las órdenes de Pigott y Mackintosh y de la Artillería  dirigida por Ferriar.

La Legión participa en el cruce de Los Andes y decenas de sus miembros caen que la travesía. El cansancio y el frío traen los trágicos resultados.

Un número grande  de soldados quedaron muertos en el camino. Los de caballería llegaron sin un caballo

Al llegar a Socha;  Bolívar; invita al Coronel Rooke a tomar una taza de chocolate, asegurando  que era el mejor desayuno y en contraste de Anzoátegui que se acercó; y como siempre de mal humor; diciendo que una cuarta parte de la Legión Británica había muerto en el paso de las montañas, manifestando Rooke  que había salido ganado con esas muertes ya que los caídos no merecían nada mejor, por débiles. 

En septiembre de 1819 el jefe patriota suspende la contratación de soldados extranjeros, del grupo de Elsom junto a algunos británicos conforman  el Batallón Albión que acompañaran a Simón en el paso de los Andes y en la Batalla de Pantano de Varga ese mismo mes; el día 25; en donde muere su jefe James Rooke tres días después.

Dirigidos por el Coronel Mackintosh combaten en Boyacá el 7 de agosto de 1819, entre los realistas en un número de 3.000 combatientes contra 1.600 infantes y 400 de caballería patriota.

La Legión Británica se bate con valor, junto a ella el batallón Rifles junto a las tropas de Anzoátegui, derrotan a Barreiro.

Tomás Wright, oficial del “Rifles”, contaba que Bolívar en lo más duro del combate los arengaba diciéndoles a los legionarios que el “Rifles” les estaba enseñando el camino para recordarles que eran ingleses y todas las miradas estaban fijas  en ellos.

Al día siguiente decreta el Libertador que los batallones que participaron en la acción y se distinguieron, porte en su bandera y estandarte la palabra “Boyacá”.

Cuatro semanas después del combate los veteranos de la Legión Británica son incorporados juntos a los soldados reclutados en la región de Tunja al batallón “Albión”. Esta unidad estuvo a la orden del Coronel John Mackintosh.

En Margarita habían llegado  voluntarios de English que participaron en la campaña contra Barcelona y Cumana en 1819, bajo el mando del Gral. Urdaneta, pero  English por enfermedad tiene que regresar a la isla y allí muere.

Las tropas patriotas son derrotadas en Barcelona y se dirigen a la región de Maturín, luego a los llanos de Apure. Los británicos quedan al mando del Gral. José Antonio Páez hasta 1821 cuando marchan a incorporarse a las tropas de Bolívar para la campaña de Carabobo.

En esta batalla tuvieron una destacada actuación y recibieron de parte de Bolívar el nombre de Batallón Carabobo. En San Carlos la Legión la integraban 400 hombres, su Comandante era el Coronel Ferriar, oficiales Teniente Coronel William Davy y Mayor John Ferriar, ayudante Capitán Scott.

Ese magno día cuando Bolívar cabalgaba frente a sus tropas arengándolos, sus soldados lo escuchaban calladamente, pero al terminar los ingleses le dieron tres hurras, que se debió escuchar a un kilómetro de distancia.  

Continuaron sirviendo en la campaña del sur, hasta que fueron disueltos en Ecuador al desmembrarse la Gran Colombia.

De 5.300 voluntarios que llegaron a Venezuela muy pocos regresaros a su patria, muchos fallecieron en combate, otros murieron por las enfermedades tropicales como fiebre amarilla, difteria, cólera, tifus,  además por la dureza de la campaña, en donde la mala alimentación y la falta de medicinas prevalecían.

De los pocos que sobrevivieron se encontraron nombres como O´Leary, Uslar, Sandes, Michin, Wright, Dawes Chitty, Smith para mencionar algunos. Este batallón pasó a integrar la guarnición de Caracas y luego participarían en la campaña de Santa Marta, Maracaibo y Coro.

Hay que señalar que un número importante de voluntarios británicos, escoceses e irlandeses se alistaron en la marina patriota, pero también existieron italianos, norteamericanos y franceses. Muchos de estos voluntarios tuvieron una destacada participación en la batalla del Lago de Maracaibo.

¡Honor a estos bravos combatientes que derramaron su sangre en nuestras tierras!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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