Es imprescindible al
hablar de la Batalla de Carabobo, no evocar aquellos hombres que cruzaron los
mares, para luchar junto a nuestros soldados y que en este combate decisivo
tuvieron una actuación tan valerosa, determinante y sacrificada.
No fue únicamente una de las unidades
conformada por voluntarios de Gran Bretaña, Irlanda, Escocia y Hanover, la que
llevó el nombre de Legión Británica.
Debemos saber que
varias veces fueron cambiado el nombre de estas unidades, una vez a “Cazadores
Británicos”, otras a “Legión Británica”. “Húsares Rojos”, “Primero Venezolano
de Rifles”, “Infantería Ligera de Cundinamarca”, “Húsares de la Guardia”, entre
otros.
Estos cuerpos
participan en el Paso de los Andes y las batallas del Pantano de Vargas, Boyacá
y Carabobo y en todas estas acciones derrocharon valor y sacrificio.
Ya Francisco de Miranda
para el año de 1812 hizo la primera insinuación de reclutar británicos para la
guerra de Independencia, en una epístola a un periodista en Londres, pero esto
no se vino a concretar sino hasta principios de 1817 cuando Bolívar nombra a
Luis López Méndez; agente de Venezuela en Londres; y le ordena reclutar
voluntarios para la guerra que se estaba dando en Venezuela.
López Méndez era un
agente experimentado y conocedor del medio, había observado que en Inglaterra
la opinión pública se inclina a favor de la independencia de las colonias
españolad, razón que haría fácil el reclutamiento de voluntarios para esa
guerra, además numerosos oficiales y soldados habían sido desmovilizados,
encontrándose desempleados y existían grandes pertrechos de guerra que no había
logrado vender proveedores del ejercito ingles al haber finalizado las guerras
napoleónicas.
Existía una campaña de
propaganda que es respaldada por William Walton, activo periodista del “Morning
Chronicle”, Robert Wilson; miembro
liberal del Parlamento y Lord Thomas Cochrane, muy favorable hacia la lucha por
la independencia latinoamericana.
Ese año la situación cambio,
ya el alistamiento no iba a ser aislado, el reclutamiento sería de unidades
enteras o cuadros para fundar cuerpos militares completos y el Agente
venezolano desde el número 27 de Grafton Street; casa donde había vivido
Miranda; fue muy concurrida por oficiales del Ejército y la Marina cuando se
supo que se le estaba ofreciendo a oficiales activos o retirados, paga igual a
sus rangos del ejército inglés.
Se les ofreció sueldo a
pagarse a los oficiales desde su llegada a Venezuela, a los sub oficiales desde
su embarque en Londres, 200 pesos en equivalente a la moneda ingles por gastos
de viaje para cada oficial y 80 pesos a sus subalternos.
Les concedían garantías
de que ningún oficial o sub oficial sería destinado o trasladado de un
regimiento a otro sin su consentimiento y si fuese incapacitado por una herida
por servicio a la República de Venezuela, el gobierno lo remunerara
adecuadamente.
En mayo de ese mismo
año el primero que acepta estos términos es Gustavus Mathias Hippisley, un
Teniente de Caballería del Ejército Británico, que estaba a media paga.
López Méndez le
reconoce el grado de Coronel y este le ofrece organizar y comandar el Primer Regimiento de Húsares
Venezolanos, alistando un cuadro de
oficiales, sargentos y cabos.
El contrato se firma a
principio de julio y al mismo tiempo se comienzan a reclutar otras unidades
como tres regimientos de Caballería, un cuerpo de Artillería y uno de Rifles,
fueron tantos los hombres que se alistaron que alarmó a las autoridades
inglesas.
Se amenazó que los
soldados que se alistasen para servir a
gobiernos extranjeros sin permiso
perderían su media paga, además no podrían viajar sin un permiso del Príncipe
Regente.
Esto no impidió que el
alistamiento no continuase y el embajador español en Inglaterra que era el
Duque de San Carlos se quejó ante el gobierno británico. Existían grandes
intereses por parte de grandes comerciantes de armar expediciones, por la
promesa de López Méndez les devolvería
lo invertido no más esas tropas llegasen a tierras venezolanas.
Diez días después de
comenzar el mes de julio se firma otro contrato con el Coronel Henry Wilson,
quien se compromete a formar el Segundo Regimiento de Húsares Venezolanos o
Húsares Rojos, también firmán contrato el Teniente Coronel Donald MacDonald para
conformar el Primer Regimiento de Lanceros Venezolanos y el Teniente Coronel
Robert Skene forma el Segundo Regimiento de Lanceros Venezolanos.
A fines de noviembre de
1817 el Príncipe Regente firma una Proclama que prohibía cualquier
reclutamiento y debido a este suceso la
expedición de Hippisley partió con premura, pero las autoridades no hicieron
nada para detenerlos, pero con todo y eso muchos de sus voluntarios se quedaron
en tierra.
López Méndez autoriza
al Coronel Donald Campbell, oficial de Infantería, para formar un batallón de
Rifleros, con sus oficiales y subalternos, el Teniente Coronel J. A Gilmore conforma una brigada de
Artillería.
Tratando si es el
primero de presentarse ante el Libertador, zarpa desde Portsmouth MacDonald en
el bergantín “Two Friends”, con casi 100 hombres que han sido reclutados
apresuradamente. Al llegar a Angosturas, les ordenan continuar a Apure y a los
llanos de Calabozo donde Bolívar está en plena campaña, pero son muertos por
piratas de rio que los confunden con oficiales españoles por lo vistoso de sus
uniformes.
Mientras tanto otros
coroneles realizan preparativos; no muy disimuladamente; buscando sastrerías
militares para la confección de uniformes y estas exhiben las prendas en sus
vidrieras en Charing Cross y Cheapside.
Los uniformes
confeccionados son muy llamativos: El Coronel Campbell adopta uno similar a la
Brigada de Rifles del Servicio Britanico; Wilson escoge casaca de paño rojo con
galones y charreteras doradas; Gillmore
uno parecido a los Reales Artilleros y Hippisley viste a sus Primero de
Húsares, guerrera verde oscura con cuello y galones rojos.
Al partir la expedición
de Hippisley se encuentra inmersa en una gran tempestad y 200 reclutas mueren
al naufragar “El Indian” cerca de las costas francesas. Un grupo de 800
alistados logran cruzar el Atlántico y llegan a las Antillas, pero las
autoridades embargan dos buques, supuestamente por haber violado la Ley de
Navegación y la prohibición de exportar armas de Inglaterra a América.
La expedición tuvo que
quedarse en las islas por cierto tiempo y eso produjo deserciones, solamente
240 voluntarios llegaron al continente y los primeros que llegaron a Angosturas
en el año de 1818, fueron trasladados Orinoco arriba; al Apure; donde tuvieron
una destacada participación, combatiendo en la batalla de Semen, bajo las
ordenes de Rooke, quien se había alistado por su cuenta en las fuerzas de
Bolívar.
Entre Calabozo y Ortiz;
en el hato de San Pablo; a fines de 1818 los voluntarios que habían sobrevivido
a la expedición del “Two Friends” son presentados al Libertador por el General
Urdaneta, se encuentran entre ellos, los Capitanes Wowel; que escribiría dos
libros sobre la Guerra de Independencia, “Cruceros y Batallas” y “Las Sabanas
de Barinas”; Grant, Mac Mullin y Brathwaite.
Al poco tiempo se unen
a las tropas de Bolívar en esa región diez oficiales británicos, entre ellos
Thomas Ferriar que se inmortalizaría en Carabobo. Bolívar encarga a James
Towers English y a George Elson para
retornar a Inglaterra y organizar dos expediciones y al final de 1818 ya estaban listas.
Con Elson se
encontraban algunos hannoverianos que se habían retirado de la Legión Alemana y
habían sido reclutados por Johann Uslar.
Las tropas republicanas
son muy hostigadas por Morillo y Páez le señala a los legionario británicos la
alternativa de quedarse o partir a Guayana. Wilson quiere quedarse y Hippisley regresar, el primero tiene sus
propios planes de que todas las tropas inglesas lo reconozcan como jefe.
Hippisley después de
tener roces con Bolívar se devuelve a su Patria, el jefe patriota le acepta su
renuncia.
Wilson en San Fernando
promueve un movimiento rebelde para desconocer la autoridad de Bolívar e
inducir a Páez a proclamarse como Jefe Supremo. Presenta una Acta que firman
varios oficiales, pero al conocer El Libertador los hechos lo hace arrestar.
Páez aseguraba que todo
se había realizado sin su consentimiento y al conocer el acta la desaprobó y
destruyó rápidamente. O´Leary que había llegado con Wilson, se declaró en
desacuerdo con la rebelión y pidió permiso para dirigirse a Angosturas y
ponerse a las órdenes de Bolívar.
Pero todo no quedo
allí, en la noche se reúnen en la morada de Páez para celebrar el cumpleaños de
Bolívar, el Coronel Blosset invita al Coronel Power a tomar otro vaso de licor,
este se rehúsa, Blosset se da por ofendido, había tomado bastante, lo invita a
batirse.
Power aduce la poca
importancia del hecho para un duelo, pero al final tiene que aceptar. Se
verifican las pistolas y se baten, matando Power a Blosset de un balazo.
Páez lo arresta y es
sometido a Consejo de Guerra donde es absuelto.
El escoces Gregor Mac
Gregor había realizado un reclutamiento independiente al que realizaba López
Méndez. Estas tropas llegaron a la costa del Istmo de Panamá a comienzo de
1819, se apoderaron de la población de Porto Bello, pero el escoces tiene que
abandonarlos cuando los españoles contratacan tres semanas después, la mayoría
de los expedicionarios fueron muertos o murieron por enfermedades.
En el verano de ese año
parte una nueva expedición de Inglaterra, conformada por el regimiento de
Hibernia, reclutado en Irlanda por Thomas Eyre. Se apoderan de Rio Hacha el 5
de octubre, después de muchas dificultades sufriendo grandes pérdidas.
Los irlandeses producen
actos de indisciplina y una unidad completa se embarca para Inglaterra
desertando, tomando un buque a la fuerza. Era imposible mantener el control
sobre Santa Marta y Mac Gregor evacua cuando es atacado por los españoles.
Mueren muchos
voluntarios en el ataque y otro grupo es capturado, siendo fusilados, el bravo escoces junto algunos de sus hombres
logran huir en otros buques.
Desde Irlanda John D´
Evereux recluta una Legión Irlandesa supuestamente comandado por Bolívar para
ese fin, concediéndole el grado de General. Pensaba reclutar 5.000 hombres,
pero no logra ese número sino muchos menos.
Al día siguiente
después que el Libertador pronunciase el Discurso de Angosturas arriban a los
muelles de la ciudad 150 combatientes de Elson, días antes habían llegado 300
hombres desembarcados de los bergantines “Terror” y “Perseverante”.
A los días siguientes
se conoce en Angosturas el arribo de 500 hombres de los contratados por Elson,
luego son conducidos a Margarita por el apremio de los barcos que los trajeron
de volver a Europa.
Bolívar encomendó a
Urdaneta dirigirse a Margarita a encargarse de los irlandeses mientras él se
marcha a Apure para ponerse al mando del Ejército.
El marabino junto a 500
soldados margariteños intentaran un ataque de diversión por las costas del
litoral y La Guaira, con la intención de tomar Caracas, extendiendo sus
operaciones hasta encontrarse con las tropas republicanas en Apure.
El Ejército libertador
junto a su jefe había remontado desde marzo el Orinoco, con tropas reclutadas
en Guayana y con 450 legionarios británicos, a mediados de mes se reúnen con
Páez a la orilla del Arauca, acosan al enemigo pero sin presentar batalla.
Los meses siguientes
los legionarios comparten con los venezolanos todo tipo de privaciones, el
clima de los llanos, enfermedades, comida a base de tasajo y casabe, durmiendo
en el suelo.
Enfrentan junto a los
llaneros ríos y caños crecidos, en donde los vistosos uniformes se convierte en
jirones y les toca vestir los pantalones a las rodillas y sombreros de paja.
La Legión se compone
del escuadrón “Dragones de la Guardia
de Bolívar”, comandado por Rooke; de los regimientos 1° y 2° de Flanqueadores,
a las órdenes de Pigott y Mackintosh y de la Artillería dirigida por Ferriar.
La Legión participa en
el cruce de Los Andes y decenas de sus miembros caen que la travesía. El
cansancio y el frío traen los trágicos resultados.
Un número grande de soldados quedaron muertos en el camino.
Los de caballería llegaron sin un caballo
Al llegar a Socha; Bolívar; invita al Coronel Rooke a tomar una
taza de chocolate, asegurando que era el
mejor desayuno y en contraste de Anzoátegui que se acercó; y como siempre de
mal humor; diciendo que una cuarta parte de la Legión Británica había muerto en
el paso de las montañas, manifestando Rooke
que había salido ganado con esas muertes ya que los caídos no merecían
nada mejor, por débiles.
En septiembre de 1819
el jefe patriota suspende la contratación de soldados extranjeros, del grupo de
Elsom junto a algunos británicos conforman
el Batallón Albión que acompañaran a Simón en el paso de los Andes y en
la Batalla de Pantano de Varga ese mismo mes; el día 25; en donde muere su jefe
James Rooke tres días después.
Dirigidos por el
Coronel Mackintosh combaten en Boyacá el 7 de agosto de 1819, entre los
realistas en un número de 3.000 combatientes contra 1.600 infantes y 400 de
caballería patriota.
La Legión Británica se
bate con valor, junto a ella el batallón Rifles junto a las tropas de
Anzoátegui, derrotan a Barreiro.
Tomás Wright, oficial
del “Rifles”, contaba que Bolívar en lo más duro del combate los arengaba
diciéndoles a los legionarios que el “Rifles” les estaba enseñando el camino
para recordarles que eran ingleses y todas las miradas estaban fijas en ellos.
Al día siguiente
decreta el Libertador que los batallones que participaron en la acción y se
distinguieron, porte en su bandera y estandarte la palabra “Boyacá”.
Cuatro semanas después
del combate los veteranos de la Legión Británica son incorporados juntos a los
soldados reclutados en la región de Tunja al batallón “Albión”. Esta unidad
estuvo a la orden del Coronel John Mackintosh.
En Margarita habían
llegado voluntarios de English que
participaron en la campaña contra Barcelona y Cumana en 1819, bajo el mando del
Gral. Urdaneta, pero English por
enfermedad tiene que regresar a la isla y allí muere.
Las tropas patriotas
son derrotadas en Barcelona y se dirigen a la región de Maturín, luego a los
llanos de Apure. Los británicos quedan al mando del Gral. José Antonio Páez
hasta 1821 cuando marchan a incorporarse a las tropas de Bolívar para la
campaña de Carabobo.
En esta batalla
tuvieron una destacada actuación y recibieron de parte de Bolívar el nombre de
Batallón Carabobo. En San Carlos la Legión la integraban 400 hombres, su
Comandante era el Coronel Ferriar, oficiales Teniente Coronel William Davy y
Mayor John Ferriar, ayudante Capitán Scott.
Ese magno día cuando
Bolívar cabalgaba frente a sus tropas arengándolos, sus soldados lo escuchaban calladamente,
pero al terminar los ingleses le dieron tres hurras, que se debió escuchar a un
kilómetro de distancia.
Continuaron sirviendo
en la campaña del sur, hasta que fueron disueltos en Ecuador al desmembrarse la
Gran Colombia.
De 5.300 voluntarios
que llegaron a Venezuela muy pocos regresaros a su patria, muchos fallecieron
en combate, otros murieron por las enfermedades tropicales como fiebre
amarilla, difteria, cólera, tifus,
además por la dureza de la campaña, en donde la mala alimentación y la
falta de medicinas prevalecían.
De los pocos que
sobrevivieron se encontraron nombres como O´Leary, Uslar, Sandes, Michin,
Wright, Dawes Chitty, Smith para mencionar algunos. Este batallón pasó a
integrar la guarnición de Caracas y luego participarían en la campaña de Santa
Marta, Maracaibo y Coro.
Hay que señalar que un
número importante de voluntarios británicos, escoceses e irlandeses se
alistaron en la marina patriota, pero también existieron italianos,
norteamericanos y franceses. Muchos de estos voluntarios tuvieron una destacada
participación en la batalla del Lago de Maracaibo.
¡Honor a estos bravos
combatientes que derramaron su sangre en nuestras tierras!
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