Los guerreros aztecas y mayas fueron implacables al enfrentarse a la invasión que venía de Europa, existieron grandes combatientes que se destacaron en esta lucha por la libertad de su tierra.
Uno de sus combatientes más
destacados fue Kaybil B'alam que en la lengua indígena Mam significa “el que
tiene la fuerza y la astucia de dos jaguares, fue el príncipe del
imperio Mam de la dinastía Akita.
Este reino se encontraba ubicado en lo que es el municipio de Huehuetenango, en Guatemala y su príncipe debía estar a la altura de sus antecesores, que se caracterizaban por su rectitud moral, tenacidad, honor, valor y sacrificio y este debía pasar por una serie de pruebas para demostrar si era digno al trono.
En una de las pruebas Kaybil B'alam le toco recorrer una gran distancia, siendo perseguido por los miembros de una unidad Quachinq, un grupo de elite de guerreros del reino, pero el príncipe era un experto en las técnicas de guerra, de supervivencia y cacería y no se le hizo difícil superar la prueba.
El valiente combatiente había iniciado su entrenamiento en una elite de combatientes de la guardia real del imperio, que eran dejados afuera de la ciudad fortaleza del reino y tenían que realizar un viaje que duraba un mes, sobreviviendo con pocos alimentos y equipajes, perseguidos por los guerreros mencionados.
Los que eran capturados eran sometidos a la burla y al desprecio de sus compañeros y expulsados del grupo de guerreros.
Durante el entrenamiento, aprendían a caminar y moverse sin dejar huellas. Aprendían a guiarse por las estrellas y orientarse por marcas en los árboles y las sombras.
Se cree que Kaybil B’alam, nació en abril de 1492.
La invasión española llega en 1525 y estaba capitaneada por Gonzalo de Alvarado y su hermano Contreras y debido al ataque extranjero los habitantes se refugiaron en una ciudad fortificada de Zaculeu, en donde era posible una defensa importante.
El invasor español propuso a la
comunidad Mam que se rindieran, pero el caudillo no respondió, ellos
querian conquistarlos y fueron guiados por un traidor llamado Sequechul, rey
K'iche, que tenía la baja intención de vengarse de Kaibil, quien proponia la
quema de los invasores en Utatlán, ese desquite le había costado caro al
guerrero, ya que las represalias le costaron la vida a su padre.
Zaculeu después de resistir un mes y medio, se tuvieron que rendir por falta de alimentos, despues de esto los invasores fundó una nueva ciudad, que se situó a cinco kilómetros de la antigua capital Mam, dejando a Zaculeu abandonado.
Balam le tocó rendirse cuando cayó la ciudad, pero huyó con 120 duros combatientes hacia la Sierra de Cuchumatanes donde realizan una tenaz resistencia a los españoles en guerra de guerrillas con firmes emboscadas que le hicieron la vida un infierno a los invasores.
Kaibil Balam dice una versión de su leyenda que fue traicionado por un hermano menor que se llevó con engaños a escondidas a la mujer que el héroe amaba, pero los dioses convirtieron en piedra a los traidores que son las famosas piedras de Captzin.
Otra leyenda narra que Kaibil nunca
pudo ser capturado ni muerto por los invasores ya que era inmortal, su espíritu
continuó vagando por la Sierra.
El lema del caudillo fue
inmortalizado por los soldados de elite los Kaibiles del Ejército de
Guatemala: “Si avanzo, sígueme. Si me detengo, aprémiame. Si retrocedo,
mátame”.
Pero la resistencia liderada por Kayb’il B’alam, el último gobernante, fue engrandecida y aplaudida por quienes lo seguían.
Nunca se dio por vencido después de tanto batallar, en Huehuetenango en Cerrito cayó muerto, pero quedó en el corazón de sus paisanos por dar la vida para defender su territorio, el territorio Mam.
¡Honor y gloria para los guerreros que con valentía enfrentaron la
invasión que venía de Europa que termino después de una brava resistencia con
su raza bravía!
Extraído del libro "El Camino de la Espada" de José Rosario Araujo.
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