miércoles, 22 de junio de 2016

EL DIA QUE PELEAMOS EN CARABOBO II PARTE



José Rosario Araujo


-Dos meses después de la derrota española fue ascendido a mariscal, el cabrón ese; dice Delgado.
-Según tengo entendido derrota al general Soublette en Dabajuro siendo jefe un mes después de las fuerzas realistas en Venezuela que trataban de tomar el poder, después de Carabobo; aclara el inglés.
-Por supuesto con ese cargo, reinició operaciones para reconquistar el territorio perdido; indica el combatiente de Cedeño.

-Un año después de la gran batalla;  el español; fue derrotado por el Taita en Sabana de la Guardia y retornó a Puerto Cabello, realizando la “campaña de Occidente”  en Coro, Maracaibo, Trujillo y Mérida, logrando el control del Zulia….

-Con la derrota del Lago de Maracaibo;   ese hijo de puta; capitula en Maracaibo y se marcha, dicen que para Cuba.  Ese carajo no ayudó  en la batalla mucho, se puede decir, finaliza.
-Eran conocidas la rivalidades que habían aumentado entre estos dos militares españoles; La Torre y Morales;  agravándose en esos días  debido a que la numerosa caballería de Morales  había sido trasladada dos leguas  a la retaguardia  de la llanura de Carabobo, por no haber supuestamente pastos para sostenerla y Morales  tenía que proporcionar víveres para el ejército de La Torre, y como fueron muchos los abusos cometidos por estas tropas en beneficio propio se tuvo que buscar las provisiones en Valencia y en Maracay.

-La Torre había llegado a Venezuela, con el cargo de subalterno de Morillo y se puede decir que se destacó muy poco, no tenía méritos relevantes  y fue derrotado en Mucuritas, San Félix, Angosturas y las retiradas de Ortiz y sabanas de Cojedes, en cambio Morales tenía en su hoja de servicio grandes triunfos en su batallar de ocho años.

 La gente venida de España despreciaba a estos herederos de Boves por eso fue escogido por el Mariscal; para sucederlo;  el segundo al mando que era La Torre.
-Claro, recuerdo que se comentó que cuando Morillos los vio hizo un comentario burlón:
“Si así son los triunfadores como serán los vencidos”. Eso no lo perdonó Morales, comentó González, prendiendo con las brasas de la fogata un negro tabaco.

-Bueno es que en estas guerras; dijo Sellers con su español tan característico; no se puede decir que peleamos muy elegantes. Hasta esta batalla no contábamos con uniformes, ni siquiera nosotros ya que los de utilería que trajimos de Europa, lo que quedaba eran harapos.

-¿Dime algo Delgado,  competíamos con ustedes por la elegancia? Soltando una estruendosa carcajada.
-Andaban tan desnudos como nosotros, la vaina era que los harapos de ustedes eran de colores vivos, respondió el ex soldado llanero.
- Hasta nos copiamos de sus cotizas, que terminó sustituyendo como calzado a las botas de charol que trajimos, que terminaron  tiradas en el camino. Aclaró Sellers.

-Para nosotros su escenario rural es agreste y duro, teníamos por campamentos ranchos de bahareque, comíamos tasajo y casabe. El traslado de la infantería se hizo en forma primitiva.
-Los ríos  hay que vadearlos y no existen puentes y rapidito los uniformes se deterioran. Nos toca llevar  el atuendo llanero, pantalón hasta la rodilla y sombrero de paja…….
Jajajaja, ustedes se convirtieron en más salvajes que nosotros. Parecían ranas plataneras todos estos “musiues” con el pantalón arremangado, con las patas blancas.  Aseguró Delgado riéndose estruendosamente.

-Si amigo, nos adaptamos a su tierra, replicó Sellers, ya era imposible  estar en Inglaterra, habíamos sido reducidos después de la batalla de Waterloo y muchos cesantes del ejército y de la marina poblábamos las calles de mi país. Ya se producían  motines por la situación económica, siendo los irlandeses los más afectados.

-Reconozco que El Libertador y sus oficiales trataron de suavizarnos nuestra  situación, pero la de ellos no era diferente. Siempre la preocupación del general Bolívar era mantenernos alimentados  y en perfecta salud, pero la pobreza y la inactividad de las zonas que atravesábamos nos afectaba, refirió el inglés.
-Sabíamos que dos años antes el jefe máximo había encontrado en Bogotá un millón de pesos del tesoro de Nueva Granada, dinero que empleo en reorganizarnos  y de dotarnos de nuevos uniformes.
-A pesar de que mi país había sido aliado de Inglaterra la opinión pública veía con simpatía la lucha por la libertad que tenía las colonias suramericanas. 

Desde 1811 López Méndez en representación del gobierno patriota se encontraba en Inglaterra con una tremenda campaña de propaganda y era respaldado por un periodista del “Morning Chronicle” y despachaba desde el número 27 donde  había vivido unos años antes el paisano de ustedes Miranda.
-Nos ofrecían paga igual al grado que tuviésemos y 200 pesos por gastos de viajes y 80  pesos fuertes, además contábamos con uniformes muy llamativos. Todo se prepara con bombos y platillo. Muchas tiendas ya lucen en sus escaparates los llamativos uniformes y muchos oficiales ya visten en sitios públicos los uniformes.

-El ministro de España en mi país empieza a protestar por la forma tan descarada que se prepara el traslado de armas, municiones y voluntarios para la guerra en Venezuela, sigue comentando el ex legionario británico.
-Yo estaba pasando un mal momento, mi novia de toda la vida;  Jacke Turner; se había casado, cansada de esperarme, ya que yo me había alistado para combatir a Napoleón……
¿Y cómo fue eso compadre; nunca había contado nada?  

-…Lo que paso era que no le gustó que me fuera a pelear y como se da siempre,  un tipo; hijo de un político influyente del pueblo, que burló el reclutamiento; aprovecho que yo me había ido para llenarle la cabeza a Jacke, de que yo no regresaría, prosiguió el antiguo legionario.
-Debido al despecho que sufrí, decidí sacarle provecho a lo que sabía hacer……
-Pelear, compadre, eso lo hace muy usted; respondió riéndose a carcajadas el llanero. 

-No éramos un desecho de disciplina y debido a la poca posibilidad que tenía el teniente coronel Donald Mac Donald de imponer disciplina en nosotros  y el capitán del barco que nos llevaba a Venezuela harto del desastre que ocasionábamos, hasta que algunos  bajaron en un puerto para seguir la borrachera y el capitán zarpó dejándolos abandonados  y llegó a Margarita, donde Arismendi no nos recibió de muy buen agrado ya que necesitaba soldados y no puros oficiales como éramos….

-Se dirige hacia Haití, donde naufragamos. De ahí llegamos a la Guayana, nos mandaron dirigirnos a Apure y a los llanos de Calabozo en donde se encontraba Bolívar. Mac Donald fue muerto por unos piratas de río al ver los vistosos uniformes  los confundieron con soldados realistas.
En el hato de San Pablo, somos presentados a Bolívar por Urdaneta y nos encontramos; recuerdo; a Wovel, Grant, MacMullin, uniéndose a nosotros quien iba a ser luego nuestro jefe en Carabobo el coronel Ferriar. Fuimos los  primeros contratados López Méndez para unirnos al ejército libertador. 
-Quien iba a pensar que en esa zona iba a conocer a Delgado y pelearíamos en la misma división, concluyó el inglés.

-Hasta compadres seriamos y nos herían a los dos casi al mismo tiempo., reconoció el llanero.
-Pero en Carabobo estábamos de los más elegantes, el batallón de Guardias de Honor del Taita vestían una chaqueta roja con puños amarillos y azules vueltos hacia arriba, capa corta o esclavina  y pantalones azules. 
-Jajajaja, rio con fuerza Sellers, ustedes cuerda de negros e indios se veían de lo más bonitos, sudando a mares, por la poca costumbre de cargar ropa……

-Sí; respondió el llanero;  uno pata en el suelo, se sentía raro en botas; compadre.
-La Guardia de Honor del Libertador estaba de rojo encarnado y con alamares y puños amarillo con gorro de húsar, replico González. Ya no podían comentar que éramos una banda de malhechores.
Salvatierra interrumpió comentando:
-Cuatro años antes nuestras fuerzas contaban con  cuatro jefes, que trataban de organizarnos a pesar de la desorientación que teníamos.  Bolívar, Mariño, Páez y Piar eran los que enarbolaban las banderas de la liberación en Venezuela.
 
-Bolívar, continuó González, no tenía territorio y era el más desafortunado de los cuatro. Lo que había tenido eran puros fracasos y ya se corría el rumos de que estaba empavado….
 - Recuerdo un día que pasábamos un río; irrumpió Sellers; y el viento le quitó al Libertador una gorra que decíamos que era la causa de su pava. Todos los legionarios gritamos de felicidad, exclamando un “Hurra”.
-Mariño;  sigue González;   pretendía crear un Estado con objeto de legalizarlas acciones bélicas de su ejército y de esta manera obtener ayuda del exterior. 

Para eso había convocado el Congreso de Cariaco, dándole carácter legal a un gobierno presidido por tres miembros que gobernarían por turnos como serian; Francisco Rodríguez del Toro, Francisco Javier Mayz y Bolívar.
-Nosotros; dijo Delgado; en el bajo Apure, contábamos con combatientes y con un territorio desértico que cada vez que el enemigo entraba, no le dábamos ninguna ventaja, acosándolos hasta derrotarlos, alejándonos de nuestras tierras.
-Otro de los jefes patriotas;   refirió González; era Piar, tenía a cargo a los patriotas en Guayana, donde estaban las Misiones de Caroní, territorio  de gran abundancia.

-Claro desde el  punto de vista militar el territorio mejor para nosotros era Guayana, por el norte y el oeste si había un ataque,  debía ser superado un gran obstáculo como lo era el río Orinoco, por el sur se tenía la selva impenetrable, recordó.
-Además la zona disponía recursos de todo tipo que provenían de las misiones del Caroní, que eran verdaderos graneros  y disponían gran cantidad de caballos, mulos y ganado vacuno, aclaró.
-El Orinoco era un obstáculo para los realistas  pero en nuestras manos era una vía de comunicación  de gran valor, acotó Sellers.

-Otro de lo que favoreció a nuestro movimiento  fue el alzamiento de Rafael del  Riego, que era el que comandaba la expedición que zarparía  con el propósito de destruir la rebelión en la América, continuó.
-Nos hubiera sido difícil enfrentar a otra expedición de veteranos que nos mandaban desde España afirmó el inglés.
-No lo creas inglesito, no somos hombres fáciles de dominar, Bolívar era un bragado combatiente.
-Pero sin lugar a dudas fue definitivo lo del alzamiento  de  los españoles para el Armisticio, ya que Morillo recibe la orden para negociar la paz con Bolívar, interrumpe Salvatierra.
-Nosotros ya no éramos una partida de bandoleros rebeldes, estábamos organizados, Bolívar creo los Estados Mayores   desde el año 1817. Se habían formado batallones de tiradores, granaderos, rifleros y de cazadores, comenta el combatiente de la III División.

-Bolívar nos había organizado copiando la estructura del ejército español y la gente que había llegado con Morillo las unidades de infantería estaban organizadas en regimientos de dos batallones; dos regimientos que estaban formados por una brigada y dos brigadas una división. Luego se eliminaron los regimientos y quedando batallones y divisiones.
-El Libertador había sido enfático en la organización médica  desde el año 18, designando a John Roberton en la sanidad militar y cada batallón tendría un cirujano, un ayudante y un botiquín de guerra.
Era necesario  ya que los soldados teníamos que enfrentar  enfermedades como el escorbuto, el paludismo, picadas de culebras y la diarrea por el agua de las charcas y cuando la campaña de los llanos fue muy cuidadoso de llevar tropas progresivamente para que se acostumbraran al clima  y suministrarles aguardiente quinado al amanecer para prevenir el paludismo.

-Nosotros usábamos en la Legión Británica; pronuncia Sellers;  el rifle Baker modelo 1802, que había sido usado por el ejército ingles antes de la guerra con Napoleón. El cañón de hierro era  de 30 pulgadas; reforzada en la parte posterior y cerrado por un tornillo del mismo metal, la bayoneta media 23,5 pulgadas.  Era un arma utilizada no solo por los ingleses, sino por los franceses y españoles.

- Este modelo era más fácil y seguro el movimiento del gatillo y la piedra de este  iba a chocar contra la parte acerada del rastrillo abriéndola y lanzando las chispas producidas por el choque sobre el cebo.
- Lo malo de este fusil, era que la llave no daba fuego en un 10 a 13 por cien tiros, la chispa no inflamaba siempre la pólvora, la llave no funcionaba en tiempo de lluvia, la piedra había que cargarla  para que produjera chispa……

-El cañón terminaba por retorcerse, por el calentamiento y  cuando el paso de los Andes  se dañaron muchos por la humedad, intervino González.
-Habían llegado  a finales del 20 y principios del 21, 10.000 fusiles  desde Angosturas, comprados 4.000 a los norteamericanos y los demás en las Antillas.

-Bolívar  había dicho al general Bermúdez que el enemigo contaba más con la disciplina que con el valor, más en la sorpresa que en los ataques regulares…..refiere Salvatierra.
-Nos suponen incapaces de obrar, según las tácticas militares, están seguros que no sabemos movernos y por eso El Libertador decía que debíamos tener táctica, disciplina y valor, comenta el llanero.
-La vigilancia, los espías y la disciplina  en las tropas y la exactitud en el servicio, nos salvaría  de una sorpresa o un descuido y eso nos enseñó  mi coronel Salom, señala González.

-La táctica  del fuego en línea compacta a 300 metros y avanzar a asalto con la bayoneta desde 50 metros, buscando los flancos.
La formación de guerrillas que atacaban para iniciar el combate  y nuestros jefes comandados por Bolívar,  no podían evitar imitar las tácticas europeas, pero de igual manera supo;  sin ser innovador;  utilizar en el terreno los principios de estas tácticas, adaptándose a las circunstancias especiales que se le presentaban, apostó con seguridad el soldado del general Cedeño.

- Los ataques de frente y contra los flancos  los utilizamos aquí, igual como lo hicimos en Boyacá finalizó.
-La táctica de Bolívar en Carabobo;  anunció Sellers; se asemeja con la de Federico II, llamada orden oblicuo y recuerda de manera especial la batalla de Leuthen; el 5 de diciembre de 1757; donde los prusianos, mediante desbordamiento del flanco izquierdo, destrozando los batallones  que se opusieron.
-Tengo entendido que el Rey de Prusia había desplegado una fuerza a la localidad de Borna, frente al flanco derecho austriaco que tenía como propósito fijar al enemigo y hacerle creer que el ataque principal sería en esa dirección y ese esquema es el que realiza Bolívar en Carabobo.
-El éxito no fue casual, ni de audacia. Se había estudiado con meticulosidad el más mínimo de los detalles. La estrategia se definió sobre un plan fijo. El plan de campaña había sido trazado por el Mariscal Sucre, ya el caraqueño adivinaba el genio del cumanés.

-La táctica de Sucre fue apartar de Carabobo al mejor general español, que era José Pereira y el general Bermúdez fue el encargado de hacer una campaña de distracción avanzando desde la costa de Barcelona hacia la capital atrayendo a Pereira por los Valles de Aragua hasta el Calvario de Caracas.
-Ya no se podía contar con valor solamente, combatir a ciegas como unos tigres, colocando todo solamente en el arrojo eran conceptos de otro tiempo. 

-Nuestros soldados mayormente eran reclutados forzosamente y debían ser jóvenes y vigorosos, aunque por mi parte me uní al Taita cuando asesinaron a mi papá los hombres de Boves y anduve con él desde los llanos de Casanare, con nosotros se hallaban soldados de diferentes partes y no solo llaneros. Muchos eran granadinos  y merideños, fíjate que hasta un trujillano teníamos; el tal Arraiz; que llego a Teniente Coronel de Estado Mayor de Páez; peleó en las Queseras y murió aquí en esta batalla, relató  Delgado.
-La mayoría de nuestros soldados de La Guardia   provenían de las provincias del centro y del norte de Cundinamarca que eran hombres fuertes y robustos ya  que al llegar a las regiones de Apure y Barinas  se morían  diezmados por el paludismo.
-Nosotros; interrumpió Sellers; fuimos los encargados de hacer las instrucción de los cuerpos  de infantería de tu ejército, Delgado.
-Ahí donde conocí a este desgraciado, le manifestó el inglés a los demás combatientes.
-Recuerdo que su jefe máximo envió a Páez dos libros gruesos con las nuevas tácticas para lograr mayor preparación en las tropas y les ordenaba hacer tres horas diarias de instrucción. Los reclutas hacían ejercicios de tiro de fogueo al principio y después disparando balas de guerra.
Lo que si no podían estos “musiues” era enseñarnos como montar a caballo, ya que teníamos animales que eran los más útiles y resistentes del mundo. 

-Ustedes atacaban en repetidas cargas con ferocidad penetrando en las líneas enemigas  hasta poner en desorden  la formación enemiga,  refirió González.
-Los llaneros usábamos la lanza de fabricación rudimentaria, de tres  metros de longitud;  dice el soldado de Páez; esa era nuestra más querida compañera; era más larga que la que usaban los españoles; que median nada más que 2,5 metros, tiene la figura de una gran cuchilla  y sus cortes son tan afilados como una navaja de afeitar.

-Asegurábamos el hierro con correas de cuero, que se ciñe fuertemente al asta, desde el punto de encaje hasta ocho pulgadas  más abajo.
- Esa arma nos acompañaría en  todas las acciones en las que participamos y con ellas nos destacaríamos en Mucuritas y las Queseras del Medio, pronunció.

-El llanero daba a sus hijos desde muy pequeños una lanza corta para acostumbrarlos a manejarla y antes de que fuésemos admitidos en los soldados del Taita, era preciso que supiéramos manejar la lanza con mucha pericia y domar un potro salvaje, montando a pelo.
-Claro éramos buenos jinetes, ya que antes de caminar aprendíamos a montar. Nuestra experiencia y agilidad nos permitía maniobrar con la lanza eficientemente a la vez que se llevaban espaldas, machetes y pequeños sables, que eran curvos que eran más adecuados a la caballería irregular tipo guerrilla. La herida que ocasionábamos con la lanza solía ser mortal.

-¿Desde cuándo peleabas con Páez, compadre? Preguntó el legionario británico.
-Como les dije desde que mataron a mi padre en el año 14, acompañe al taita en muchas acciones, entre ellas la de las Queseras……
¿Cómo fue ese combate Delgado? Continuó preguntando el inglés. 
-Morillo; contesta el llanero; está preparado para recuperar lo territorios que se encontraban en nuestras manos, para eso tenía una fuerza de 8500 soldados equipados y seis piezas de artillería. En el año 19 cruza el río Apure en busca de nosotros que contábamos solamente con 2000 hombres.
-El español se había fortificado en Achaguas  y Bolívar que estaba en los llanos fue a enfrentarlo. El general tenía confianza en nosotros, pero el mariscal se adelanta situándose en una situación privilegiada  y acampa en el margen izquierdo  del rio Arauca.

-Los ejércitos están frente a frente, pero ninguno ataca. Ustedes saben cómo era de nervioso e impaciente mi general Bolívar y le pide al Taita que haga un reconocimiento en la otra orilla del enemigo a dos millas de distancia.
-Ahí saliste de metido vos como siempre a ofrecerte; el primer chicharrón, comenta irónico el legionario.
-Seguro. Nos preparamos con nuestras lanzas y atravesamos el río arrojándonos al centro de la línea de los españoles, que sorprendemos ya que no esperaban este ataque suicida.
El jefe enemigo pensó que era un engaño de nuestro Libertador para distraerlo y sitúa dos batallones que ocupan la orilla para evitar que nos retiremos.

-Supuestamente  huimos del ataque de los españoles.
-El Taita con nosotros rompe las filas realistas y fingiéndonos derrotados por la brecha huimos. Al ver esa acción Morillo ordena  a su gente que nos acabe. Los dirige contra  los siete grupos que huimos.
-Nos reunimos en un solo grupo y los españoles con tremenda arrechera nos persiguen, imagino que todos teniendo en mente el prestigio del hombre que mate o capture a Páez. El deseo de lucirse hace que el enemigo no vea que se están retirando mucho del grueso de la tropa.
-Al estar la distancia entre perseguidores y perseguidos en escasos metros, el Taita grita:
¡Vuelvan carajos!

Y todos como uno solo  hacemos frente al enemigo que se estrella contra nosotros, rodando la primera línea de los jinetes españoles e igual pasa con la segunda y tercera fila. El centro de los cazadores  cazados se repliega en desorden atropellando a los que vienen detrás creando una tremenda confusión.
-Huyen a la desbandada y a riesgo de que arrollen a su ejército; Morillo ordena  que disparen contra ellos ayudando a los llaneros en la destrucción de los españoles, teniendo que irse a ocultar en un bosque cercano.

-Perdí la cuenta cuantos españoles atravesé con mi lanza. Estábamos eufóricos y como no estarlo.
-Matamos 400 españoles y de nuestro lado tuvimos solo dos bajas. El Libertador felicitó al Taita y a nosotros con esas palabras que se le daban tan fácil expresar al jefe supremo diciendo: "Acabáis de ejecutar la proeza más extraordinaria que pueda celebrar la historia militar de las naciones. Lo que habéis hecho no es más que un preludio. Contad con la victoria que lleváis en las puntas de vuestras lanzas y de vuestras bayonetas".
¿Cómo fue la toma de las flecheras, compadre? Continuó preguntando el inglés.
-Loqueras del Taita; como siempre; pero nosotros lo seguimos. Fue cerca de la ciudad de san Fernando de Apure; en la campaña del centro, cuando el ejército rebelde  se hallaba a la orilla del río Apure contando con 4000 combatientes.

-Esperábamos  la llegada de la cuadrilla que navegaba por el Orinoco para cruzar el río y atacar Calabozo, pero del otro lado se encontraba Morillo y su gente  defendiendo el paso Diamante de 700 metros de ancho.
-El Taita  al oír al Libertador diciendo que lastima que no tenemos barcas para atacar al enemigo. Le dice que él mismo y sus hombres tomaran las flecheras, respondiéndole irónico  Bolívar que si las tomara con caballería de agua.

-Recibe la autorización de Bolívar y nosotros seguimos al Taita  para cruzar el río y tomar las flecheras artilladas que tienen los españoles…….
-Si eran ustedes locos; compadre;  comenta el inglés. 

-Locos no, arrechos, responde el llanero con una gran risa.
- Páez selecciona a 50 jinetes de lo mejor de su Guardia de Honor; modestia aparte; organizándonos en dos columnas al mando de los coroneles José de la Cruz Paredes y Aramendi  quienes nos lanzamos al río, bajo la mirada asombrada de los realistas.
-Después de un corto pelear tomamos las flecheras….finaliza el soldado de Páez.
-Unos locos es lo que fuimos los soldados de Bolívar, en este trajinar hubo mucho valor de ambas partes comentó el soldado de Ferriar.

-Recuerdo, continuando con el tema de Carabobo;  irrumpe  Salvatierra;   que a principio de mayo marchamos los de la Guardia; comandados por el Coronel Rondón; el vencedor de Pantano de Vargas; por Obispos hacia Boconó en donde nos unimos al Libertador el 13 de ese mes.
-Ya ustedes; Delgado; estaban en plena marcha y desde allí  el general Bolívar le escribe a tu jefe para reunirse en Guanare, en donde llegamos entre el 25 y 30 de mayo.
-Mi jefe había ocupado la ciudad con los  dragones, Bolívar se encontraba confuso ya que existían miles de rumores y no se sabía la verdad. Llegaban rumores de que Morales se había retirado de Calabozo, que Bermúdez había ocupado Caracas y Urdaneta tomó a Coro.

-El general Bolívar conocía a La Torre, desde su reunión con Morillo,  sabia el caraqueño que sería el sucesor del jefe de las tropas españolas y como era de  zorro El Libertador lo estudió para conocer sus capacidades  y carácter, por eso fue que se le hizo relativamente fácil  imponerle sus iniciativas. La Torre  a pesar de su valor a toda prueba  tenía un carácter conciliador  y generoso. 

CONTINUARA............

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LOS OTROS BRICEÑO

  Una Mirada a Nuestra Historia José Rosario Araujo No solamente Antonio Nicolás Briceño, el hijo del Doctor Briceño, el Abogado, fue el...