José Rosario Araujo
-Dos meses después de la derrota
española fue ascendido a mariscal, el cabrón ese; dice Delgado.
-Según tengo entendido derrota al
general Soublette en Dabajuro siendo jefe un mes después de las fuerzas
realistas en Venezuela que trataban de tomar el poder, después de Carabobo;
aclara el inglés.
-Por supuesto con ese cargo,
reinició operaciones para reconquistar el territorio perdido; indica el
combatiente de Cedeño.
-Un año después de la gran
batalla; el español; fue derrotado por
el Taita en Sabana de la Guardia y retornó a Puerto Cabello, realizando la
“campaña de Occidente” en Coro,
Maracaibo, Trujillo y Mérida, logrando el control del Zulia….
-Con la derrota del Lago de
Maracaibo; ese hijo de puta; capitula
en Maracaibo y se marcha, dicen que para Cuba.
Ese carajo no ayudó en la batalla
mucho, se puede decir, finaliza.
-Eran conocidas la rivalidades
que habían aumentado entre estos dos militares españoles; La Torre y
Morales; agravándose en esos días debido a que la numerosa caballería de Morales había sido trasladada dos leguas a la retaguardia de la llanura de Carabobo, por no haber
supuestamente pastos para sostenerla y Morales
tenía que proporcionar víveres para el ejército de La Torre, y como
fueron muchos los abusos cometidos por estas tropas en beneficio propio se tuvo
que buscar las provisiones en Valencia y en Maracay.
-La Torre había llegado a
Venezuela, con el cargo de subalterno de Morillo y se puede decir que se
destacó muy poco, no tenía méritos relevantes
y fue derrotado en Mucuritas, San Félix, Angosturas y las retiradas de
Ortiz y sabanas de Cojedes, en cambio Morales tenía en su hoja de servicio
grandes triunfos en su batallar de ocho años.
La gente venida de España despreciaba a estos
herederos de Boves por eso fue escogido por el Mariscal; para sucederlo; el segundo al mando que era La Torre.
-Claro, recuerdo que se comentó
que cuando Morillos los vio hizo un comentario burlón:
“Si así son los triunfadores como
serán los vencidos”. Eso no lo perdonó Morales, comentó González, prendiendo
con las brasas de la fogata un negro tabaco.
-Bueno es que en estas guerras;
dijo Sellers con su español tan característico; no se puede decir que peleamos
muy elegantes. Hasta esta batalla no contábamos con uniformes, ni siquiera
nosotros ya que los de utilería que trajimos de Europa, lo que quedaba eran
harapos.
-¿Dime algo Delgado, competíamos con ustedes por la elegancia?
Soltando una estruendosa carcajada.
-Andaban tan desnudos como
nosotros, la vaina era que los harapos de ustedes eran de colores vivos,
respondió el ex soldado llanero.
- Hasta nos copiamos de sus
cotizas, que terminó sustituyendo como calzado a las botas de charol que
trajimos, que terminaron tiradas en el
camino. Aclaró Sellers.
-Para nosotros su escenario rural
es agreste y duro, teníamos por campamentos ranchos de bahareque, comíamos
tasajo y casabe. El traslado de la infantería se hizo en forma primitiva.
-Los ríos hay que vadearlos y no existen puentes y
rapidito los uniformes se deterioran. Nos toca llevar el atuendo llanero, pantalón hasta la rodilla
y sombrero de paja…….
Jajajaja, ustedes se convirtieron
en más salvajes que nosotros. Parecían ranas plataneras todos estos “musiues”
con el pantalón arremangado, con las patas blancas. Aseguró Delgado riéndose estruendosamente.
-Si amigo, nos adaptamos a su
tierra, replicó Sellers, ya era imposible
estar en Inglaterra, habíamos sido reducidos después de la batalla de
Waterloo y muchos cesantes del ejército y de la marina poblábamos las calles de
mi país. Ya se producían motines por la
situación económica, siendo los irlandeses los más afectados.
-Reconozco que El Libertador y
sus oficiales trataron de suavizarnos nuestra
situación, pero la de ellos no era diferente. Siempre la preocupación
del general Bolívar era mantenernos alimentados
y en perfecta salud, pero la pobreza y la inactividad de las zonas que
atravesábamos nos afectaba, refirió el inglés.
-Sabíamos que dos años antes el
jefe máximo había encontrado en Bogotá un millón de pesos del tesoro de Nueva
Granada, dinero que empleo en reorganizarnos
y de dotarnos de nuevos uniformes.
-A pesar de que mi país había
sido aliado de Inglaterra la opinión pública veía con simpatía la lucha por la
libertad que tenía las colonias suramericanas.
Desde 1811 López Méndez en
representación del gobierno patriota se encontraba en Inglaterra con una
tremenda campaña de propaganda y era respaldado por un periodista del “Morning
Chronicle” y despachaba desde el número 27 donde había vivido unos años antes el paisano de
ustedes Miranda.
-Nos ofrecían paga igual al grado
que tuviésemos y 200 pesos por gastos de viajes y 80 pesos fuertes, además contábamos con
uniformes muy llamativos. Todo se prepara con bombos y platillo. Muchas tiendas
ya lucen en sus escaparates los llamativos uniformes y muchos oficiales ya
visten en sitios públicos los uniformes.
-El ministro de España en mi país
empieza a protestar por la forma tan descarada que se prepara el traslado de
armas, municiones y voluntarios para la guerra en Venezuela, sigue comentando
el ex legionario británico.
-Yo estaba pasando un mal
momento, mi novia de toda la vida; Jacke
Turner; se había casado, cansada de esperarme, ya que yo me había alistado para
combatir a Napoleón……
¿Y cómo fue eso compadre; nunca
había contado nada?
-…Lo que paso era que no le gustó
que me fuera a pelear y como se da siempre,
un tipo; hijo de un político influyente del pueblo, que burló el
reclutamiento; aprovecho que yo me había ido para llenarle la cabeza a Jacke,
de que yo no regresaría, prosiguió el antiguo legionario.
-Debido al despecho que sufrí,
decidí sacarle provecho a lo que sabía hacer……
-Pelear, compadre, eso lo hace
muy usted; respondió riéndose a carcajadas el llanero.
-No éramos un desecho de
disciplina y debido a la poca posibilidad que tenía el teniente coronel Donald
Mac Donald de imponer disciplina en nosotros
y el capitán del barco que nos llevaba a Venezuela harto del desastre
que ocasionábamos, hasta que algunos
bajaron en un puerto para seguir la borrachera y el capitán zarpó
dejándolos abandonados y llegó a
Margarita, donde Arismendi no nos recibió de muy buen agrado ya que necesitaba
soldados y no puros oficiales como éramos….
-Se dirige hacia Haití, donde
naufragamos. De ahí llegamos a la Guayana, nos mandaron dirigirnos a Apure y a
los llanos de Calabozo en donde se encontraba Bolívar. Mac Donald fue muerto
por unos piratas de río al ver los vistosos uniformes los confundieron con soldados realistas.
En el hato de San Pablo, somos
presentados a Bolívar por Urdaneta y nos encontramos; recuerdo; a Wovel, Grant,
MacMullin, uniéndose a nosotros quien iba a ser luego nuestro jefe en Carabobo
el coronel Ferriar. Fuimos los primeros
contratados López Méndez para unirnos al ejército libertador.
-Quien iba a pensar que en esa
zona iba a conocer a Delgado y pelearíamos en la misma división, concluyó el
inglés.
-Hasta compadres seriamos y nos
herían a los dos casi al mismo tiempo., reconoció el llanero.
-Pero en Carabobo estábamos de
los más elegantes, el batallón de Guardias de Honor del Taita vestían una
chaqueta roja con puños amarillos y azules vueltos hacia arriba, capa corta o
esclavina y pantalones azules.
-Jajajaja, rio con fuerza
Sellers, ustedes cuerda de negros e indios se veían de lo más bonitos, sudando
a mares, por la poca costumbre de cargar ropa……
-Sí; respondió el llanero; uno pata en el suelo, se sentía raro en
botas; compadre.
-La Guardia de Honor del
Libertador estaba de rojo encarnado y con alamares y puños amarillo con gorro
de húsar, replico González. Ya no podían comentar que éramos una banda de
malhechores.
Salvatierra interrumpió
comentando:
-Cuatro años antes nuestras
fuerzas contaban con cuatro jefes, que
trataban de organizarnos a pesar de la desorientación que teníamos. Bolívar, Mariño, Páez y Piar eran los que
enarbolaban las banderas de la liberación en Venezuela.
-Bolívar, continuó González, no
tenía territorio y era el más desafortunado de los cuatro. Lo que había tenido
eran puros fracasos y ya se corría el rumos de que estaba empavado….
- Recuerdo un día que pasábamos un río;
irrumpió Sellers; y el viento le quitó al Libertador una gorra que decíamos que
era la causa de su pava. Todos los legionarios gritamos de felicidad,
exclamando un “Hurra”.
-Mariño; sigue González; pretendía crear un Estado con objeto de
legalizarlas acciones bélicas de su ejército y de esta manera obtener ayuda del
exterior.
Para eso había convocado el
Congreso de Cariaco, dándole carácter legal a un gobierno presidido por tres
miembros que gobernarían por turnos como serian; Francisco Rodríguez del Toro,
Francisco Javier Mayz y Bolívar.
-Nosotros; dijo Delgado; en el
bajo Apure, contábamos con combatientes y con un territorio desértico que cada
vez que el enemigo entraba, no le dábamos ninguna ventaja, acosándolos hasta
derrotarlos, alejándonos de nuestras tierras.
-Otro de los jefes
patriotas; refirió González; era Piar,
tenía a cargo a los patriotas en Guayana, donde estaban las Misiones de Caroní,
territorio de gran abundancia.
-Claro desde el punto de vista militar el territorio mejor
para nosotros era Guayana, por el norte y el oeste si había un ataque, debía ser superado un gran obstáculo como lo
era el río Orinoco, por el sur se tenía la selva impenetrable, recordó.
-Además la zona disponía recursos
de todo tipo que provenían de las misiones del Caroní, que eran verdaderos
graneros y disponían gran cantidad de
caballos, mulos y ganado vacuno, aclaró.
-El Orinoco era un obstáculo para
los realistas pero en nuestras manos era
una vía de comunicación de gran valor,
acotó Sellers.
-Otro de lo que favoreció a
nuestro movimiento fue el alzamiento de
Rafael del Riego, que era el que
comandaba la expedición que zarparía con
el propósito de destruir la rebelión en la América, continuó.
-Nos hubiera sido difícil
enfrentar a otra expedición de veteranos que nos mandaban desde España afirmó
el inglés.
-No lo creas inglesito, no somos
hombres fáciles de dominar, Bolívar era un bragado combatiente.
-Pero sin lugar a dudas fue
definitivo lo del alzamiento de los españoles para el Armisticio, ya que
Morillo recibe la orden para negociar la paz con Bolívar, interrumpe
Salvatierra.
-Nosotros ya no éramos una
partida de bandoleros rebeldes, estábamos organizados, Bolívar creo los Estados
Mayores desde el año 1817. Se habían
formado batallones de tiradores, granaderos, rifleros y de cazadores, comenta
el combatiente de la III División.
-Bolívar nos había organizado
copiando la estructura del ejército español y la gente que había llegado con
Morillo las unidades de infantería estaban organizadas en regimientos de dos
batallones; dos regimientos que estaban formados por una brigada y dos brigadas
una división. Luego se eliminaron los regimientos y quedando batallones y
divisiones.
-El Libertador había sido
enfático en la organización médica desde
el año 18, designando a John Roberton en la sanidad militar y cada batallón
tendría un cirujano, un ayudante y un botiquín de guerra.
Era necesario ya que los soldados teníamos que enfrentar enfermedades como el escorbuto, el paludismo,
picadas de culebras y la diarrea por el agua de las charcas y cuando la campaña
de los llanos fue muy cuidadoso de llevar tropas progresivamente para que se acostumbraran
al clima y suministrarles aguardiente
quinado al amanecer para prevenir el paludismo.
-Nosotros usábamos en la Legión
Británica; pronuncia Sellers; el rifle
Baker modelo 1802, que había sido usado por el ejército ingles antes de la
guerra con Napoleón. El cañón de hierro era
de 30 pulgadas; reforzada en la parte posterior y cerrado por un
tornillo del mismo metal, la bayoneta media 23,5 pulgadas. Era un arma utilizada no solo por los
ingleses, sino por los franceses y españoles.
- Este modelo era más fácil y
seguro el movimiento del gatillo y la piedra de este iba a chocar contra la parte acerada del
rastrillo abriéndola y lanzando las chispas producidas por el choque sobre el
cebo.
- Lo malo de este fusil, era que
la llave no daba fuego en un 10 a 13 por cien tiros, la chispa no inflamaba
siempre la pólvora, la llave no funcionaba en tiempo de lluvia, la piedra había
que cargarla para que produjera chispa……
-El cañón terminaba por
retorcerse, por el calentamiento y
cuando el paso de los Andes se
dañaron muchos por la humedad, intervino González.
-Habían llegado a finales del 20 y principios del 21, 10.000
fusiles desde Angosturas, comprados
4.000 a los norteamericanos y los demás en las Antillas.
-Bolívar había dicho al general Bermúdez que el
enemigo contaba más con la disciplina que con el valor, más en la sorpresa que
en los ataques regulares…..refiere Salvatierra.
-Nos suponen incapaces de obrar,
según las tácticas militares, están seguros que no sabemos movernos y por eso
El Libertador decía que debíamos tener táctica, disciplina y valor, comenta el
llanero.
-La vigilancia, los espías y la
disciplina en las tropas y la exactitud
en el servicio, nos salvaría de una
sorpresa o un descuido y eso nos enseñó
mi coronel Salom, señala González.
-La táctica del fuego en línea compacta a 300 metros y
avanzar a asalto con la bayoneta desde 50 metros, buscando los flancos.
La formación de guerrillas que
atacaban para iniciar el combate y
nuestros jefes comandados por Bolívar,
no podían evitar imitar las tácticas europeas, pero de igual manera
supo; sin ser innovador; utilizar en el terreno los principios de
estas tácticas, adaptándose a las circunstancias especiales que se le
presentaban, apostó con seguridad el soldado del general Cedeño.
- Los ataques de frente y contra
los flancos los utilizamos aquí, igual
como lo hicimos en Boyacá finalizó.
-La táctica de Bolívar en
Carabobo; anunció Sellers; se asemeja
con la de Federico II, llamada orden oblicuo y recuerda de manera especial la
batalla de Leuthen; el 5 de diciembre de 1757; donde los prusianos, mediante
desbordamiento del flanco izquierdo, destrozando los batallones que se opusieron.
-Tengo entendido que el Rey de
Prusia había desplegado una fuerza a la localidad de Borna, frente al flanco
derecho austriaco que tenía como propósito fijar al enemigo y hacerle creer que
el ataque principal sería en esa dirección y ese esquema es el que realiza
Bolívar en Carabobo.
-El éxito no fue casual, ni de
audacia. Se había estudiado con meticulosidad el más mínimo de los detalles. La
estrategia se definió sobre un plan fijo. El plan de campaña había sido trazado
por el Mariscal Sucre, ya el caraqueño adivinaba el genio del cumanés.
-La táctica de Sucre fue apartar
de Carabobo al mejor general español, que era José Pereira y el general
Bermúdez fue el encargado de hacer una campaña de distracción avanzando desde
la costa de Barcelona hacia la capital atrayendo a Pereira por los Valles de
Aragua hasta el Calvario de Caracas.
-Ya no se podía contar con valor
solamente, combatir a ciegas como unos tigres, colocando todo solamente en el
arrojo eran conceptos de otro tiempo.
-Nuestros soldados mayormente
eran reclutados forzosamente y debían ser jóvenes y vigorosos, aunque por mi
parte me uní al Taita cuando asesinaron a mi papá los hombres de Boves y anduve
con él desde los llanos de Casanare, con nosotros se hallaban soldados de
diferentes partes y no solo llaneros. Muchos eran granadinos y merideños, fíjate que hasta un trujillano
teníamos; el tal Arraiz; que llego a Teniente Coronel de Estado Mayor de Páez;
peleó en las Queseras y murió aquí en esta batalla, relató Delgado.
-La mayoría de nuestros soldados
de La Guardia provenían de las
provincias del centro y del norte de Cundinamarca que eran hombres fuertes y
robustos ya que al llegar a las regiones
de Apure y Barinas se morían diezmados por el paludismo.
-Nosotros; interrumpió Sellers;
fuimos los encargados de hacer las instrucción de los cuerpos de infantería de tu ejército, Delgado.
-Ahí donde conocí a este desgraciado,
le manifestó el inglés a los demás combatientes.
-Recuerdo que su jefe máximo
envió a Páez dos libros gruesos con las nuevas tácticas para lograr mayor
preparación en las tropas y les ordenaba hacer tres horas diarias de
instrucción. Los reclutas hacían ejercicios de tiro de fogueo al principio y
después disparando balas de guerra.
Lo que si no podían estos
“musiues” era enseñarnos como montar a caballo, ya que teníamos animales que
eran los más útiles y resistentes del mundo.
-Ustedes atacaban en repetidas
cargas con ferocidad penetrando en las líneas enemigas hasta poner en desorden la formación enemiga, refirió González.
-Los llaneros usábamos la lanza
de fabricación rudimentaria, de tres
metros de longitud; dice el
soldado de Páez; esa era nuestra más querida compañera; era más larga que la
que usaban los españoles; que median nada más que 2,5 metros, tiene la figura
de una gran cuchilla y sus cortes son
tan afilados como una navaja de afeitar.
-Asegurábamos el hierro con
correas de cuero, que se ciñe fuertemente al asta, desde el punto de encaje
hasta ocho pulgadas más abajo.
- Esa arma nos acompañaría
en todas las acciones en las que
participamos y con ellas nos destacaríamos en Mucuritas y las Queseras del
Medio, pronunció.
-El llanero daba a sus hijos
desde muy pequeños una lanza corta para acostumbrarlos a manejarla y antes de
que fuésemos admitidos en los soldados del Taita, era preciso que supiéramos
manejar la lanza con mucha pericia y domar un potro salvaje, montando a pelo.
-Claro éramos buenos jinetes, ya
que antes de caminar aprendíamos a montar. Nuestra experiencia y agilidad nos
permitía maniobrar con la lanza eficientemente a la vez que se llevaban
espaldas, machetes y pequeños sables, que eran curvos que eran más adecuados a
la caballería irregular tipo guerrilla. La herida que ocasionábamos con la
lanza solía ser mortal.
-¿Desde cuándo peleabas con Páez,
compadre? Preguntó el legionario británico.
-Como les dije desde que mataron
a mi padre en el año 14, acompañe al taita en muchas acciones, entre ellas la
de las Queseras……
¿Cómo fue ese combate Delgado?
Continuó preguntando el inglés.
-Morillo; contesta el llanero;
está preparado para recuperar lo territorios que se encontraban en nuestras
manos, para eso tenía una fuerza de 8500 soldados equipados y seis piezas de
artillería. En el año 19 cruza el río Apure en busca de nosotros que contábamos
solamente con 2000 hombres.
-El español se había fortificado
en Achaguas y Bolívar que estaba en los
llanos fue a enfrentarlo. El general tenía confianza en nosotros, pero el
mariscal se adelanta situándose en una situación privilegiada y acampa en el margen izquierdo del rio Arauca.
-Los ejércitos están frente a
frente, pero ninguno ataca. Ustedes saben cómo era de nervioso e impaciente mi
general Bolívar y le pide al Taita que haga un reconocimiento en la otra orilla
del enemigo a dos millas de distancia.
-Ahí saliste de metido vos como
siempre a ofrecerte; el primer chicharrón, comenta irónico el legionario.
-Seguro. Nos preparamos con
nuestras lanzas y atravesamos el río arrojándonos al centro de la línea de los
españoles, que sorprendemos ya que no esperaban este ataque suicida.
El jefe enemigo pensó que era un
engaño de nuestro Libertador para distraerlo y sitúa dos batallones que ocupan
la orilla para evitar que nos retiremos.
-Supuestamente huimos del ataque de los españoles.
-El Taita con nosotros rompe las
filas realistas y fingiéndonos derrotados por la brecha huimos. Al ver esa
acción Morillo ordena a su gente que nos
acabe. Los dirige contra los siete
grupos que huimos.
-Nos reunimos en un solo grupo y
los españoles con tremenda arrechera nos persiguen, imagino que todos teniendo
en mente el prestigio del hombre que mate o capture a Páez. El deseo de lucirse
hace que el enemigo no vea que se están retirando mucho del grueso de la tropa.
-Al estar la distancia entre
perseguidores y perseguidos en escasos metros, el Taita grita:
¡Vuelvan carajos!
Y todos como uno solo hacemos frente al enemigo que se estrella
contra nosotros, rodando la primera línea de los jinetes españoles e igual pasa
con la segunda y tercera fila. El centro de los cazadores cazados se repliega en desorden atropellando
a los que vienen detrás creando una tremenda confusión.
-Huyen a la desbandada y a riesgo
de que arrollen a su ejército; Morillo ordena
que disparen contra ellos ayudando a los llaneros en la destrucción de
los españoles, teniendo que irse a ocultar en un bosque cercano.
-Perdí la cuenta cuantos
españoles atravesé con mi lanza. Estábamos eufóricos y como no estarlo.
-Matamos 400 españoles y de
nuestro lado tuvimos solo dos bajas. El Libertador felicitó al Taita y a
nosotros con esas palabras que se le daban tan fácil expresar al jefe supremo
diciendo: "Acabáis de ejecutar la proeza más extraordinaria que pueda
celebrar la historia militar de las naciones. Lo que habéis hecho no es más que
un preludio. Contad con la victoria que lleváis en las puntas de vuestras
lanzas y de vuestras bayonetas".
¿Cómo fue la toma de las
flecheras, compadre? Continuó preguntando el inglés.
-Loqueras del Taita; como
siempre; pero nosotros lo seguimos. Fue cerca de la ciudad de san Fernando de
Apure; en la campaña del centro, cuando el ejército rebelde se hallaba a la orilla del río Apure contando
con 4000 combatientes.
-Esperábamos la llegada de la cuadrilla que navegaba por
el Orinoco para cruzar el río y atacar Calabozo, pero del otro lado se
encontraba Morillo y su gente
defendiendo el paso Diamante de 700 metros de ancho.
-El Taita al oír al Libertador diciendo que lastima que
no tenemos barcas para atacar al enemigo. Le dice que él mismo y sus hombres
tomaran las flecheras, respondiéndole irónico
Bolívar que si las tomara con caballería de agua.
-Recibe la autorización de
Bolívar y nosotros seguimos al Taita
para cruzar el río y tomar las flecheras artilladas que tienen los
españoles…….
-Si eran ustedes locos;
compadre; comenta el inglés.
-Locos no, arrechos, responde el
llanero con una gran risa.
- Páez selecciona a 50 jinetes de
lo mejor de su Guardia de Honor; modestia aparte; organizándonos en dos
columnas al mando de los coroneles José de la Cruz Paredes y Aramendi quienes nos lanzamos al río, bajo la mirada
asombrada de los realistas.
-Unos locos es lo que fuimos los
soldados de Bolívar, en este trajinar hubo mucho valor de ambas partes comentó
el soldado de Ferriar.
-Recuerdo, continuando con el
tema de Carabobo; irrumpe Salvatierra;
que a principio de mayo marchamos los de la Guardia; comandados por el
Coronel Rondón; el vencedor de Pantano de Vargas; por Obispos hacia Boconó en
donde nos unimos al Libertador el 13 de ese mes.
-Ya ustedes; Delgado; estaban en
plena marcha y desde allí el general
Bolívar le escribe a tu jefe para reunirse en Guanare, en donde llegamos entre
el 25 y 30 de mayo.
-Mi jefe había ocupado la ciudad
con los dragones, Bolívar se encontraba
confuso ya que existían miles de rumores y no se sabía la verdad. Llegaban
rumores de que Morales se había retirado de Calabozo, que Bermúdez había
ocupado Caracas y Urdaneta tomó a Coro.
-El general Bolívar conocía a La
Torre, desde su reunión con Morillo,
sabia el caraqueño que sería el sucesor del jefe de las tropas españolas
y como era de zorro El Libertador lo
estudió para conocer sus capacidades y
carácter, por eso fue que se le hizo relativamente fácil imponerle sus iniciativas. La Torre a pesar de su valor a toda prueba tenía un carácter conciliador y generoso.
CONTINUARA............
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