Mi idea en la Ponencia
José
Rosario Araujo
Nuestra
querida ciudad de las Siete Colinas nació de la generosidad de Mercedes Díaz y
de sus hijos. El pasado 25 de Agosto se cumplió los 200 años en que los hijos
de esa matrona valerana ratificaron la donación de las 100 varas que su madre había
ofrecido a Antonio Chuecos, Registrador de Escuque y Motatán.
Los
hermanos Díaz no se quedaron solo en eso sino donaron parcelas de la Hacienda
Santa Rita para la construcción y mantenimiento de la capilla.
Les diré
que la familia de Mercedes Díaz no era gente rica, la mayoría no sabían leer ni
escribir y uno de ellos no estuvo el día de la donación por estar reclutado.
Pero
ese gesto no solo lo realizaron los hijos de Mercedes, hay otra muestra de unos
hijos adoptivos de la ciudad que
hicieron vida en Valera como lo fue Domingo Giacopini, que donó el terreno para
la construcción del Hospital Nuestra Señora de la Paz, más 2000 bolívares que
era demasiada plata para ese tiempo.
Esos
gestos de generosidad de los habitantes de Valera no quedo aquí solamente,
tenemos la excelente labor del Gral. Juan Ignacio Montilla como presidente del
Concejo Municipal que construyo el primer edificio de dos pisos en el estado
para que funcionara el ayuntamiento local.
Esa
construcción contó con la mano generosa
de Montilla que no escatimo recursos de sus bolsillos para construir la obra en
donde funcionó la institución hasta que el año 1954, en donde fue realizado el actual Palacio
Municipal en donde nos encontramos funcionando.
Debemos
recuperar el espíritu de generosidad que nos caracterizó, Valera la necesita,
esta sumida en el abandono por sus hijos. No debemos responsabilizar a las
instituciones cuando no somos capaces ni siquiera de no botar a las calles la
basura, importándonos nada a quien podemos afectar, que muchas veces a nosotros
mismos y nuestros vecinos.
Que
paso con esos tiempos que éramos los hijos querendones de la antigua Hacienda
Santa Rita
Porque
no volvemos a los tiempos de la generosidad
Compitamos
entre todos para amar a Valera mucho más.
Pero
para amar a alguien o a algo debemos conocerlo. No podemos amar a lo
desconocido.
Por
eso es que debemos conocer nuestra historia y realizarla. Los invitó a
escribirla, eso es tarea de todos y es un reto que debemos asumir para el
Bicentenario de la ciudad.
Es fácil,
construyamos nuestra historia, la de nuestra familia, la de nuestros sectores
para de esta manera ayudar a los valeranos a conocer lo que debemos amar.
Adelante
amigos, ya esta no es tarea de uno, sino
de todos. Necesitamos cientos de cronistas parroquiales que harán la labor de
dar a conocer nuestra historia.
Invitó
a todos los valeranos para usar nuestras redes sociales como el blog el Cronista de Santa Rita buscandolo por
Google, Conociendo Valera I y II, por Twitter conociendovaler para que
escribamos nuestra historia, esperamos contar con ustedes.
FOTO.
En mi ponencia en el I Conversatorio sobre la Valera de Ayer.
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