miércoles, 7 de noviembre de 2018

RECORDANDO A LEANDRO CANELÓN


A los 11 años de su partida
José Rosario Araujo
Han pasado muchos años, una eternidad de su fallecimiento. Partió en el año 2007. Siempre lo considere el hermano mayor que nunca tuve y así crecimos.
Todavía con los años que han pasado de su muerte es difícil creerlo. ¿Sera por tantos recuerdos que nos unieron?
Fui testigo de su matrimonio por el civil, fui padrino de su boda por la Iglesia en el año de 1986 y padrino de su primera hija Andrea Canelón Rivas en 1988.
Recuerdo a mi hermano Leandro Canelón, las serenatas que llevamos, la amistad que nos unió por tantos años, desde que fuimos adolecentes, hasta bastante entrada nuestra madurez.
Es imposible olvidar esa época, la Valera por la cual transitamos y la Mérida en que nos tocó vivir. El tiempo irremediablemente nos lleva consigo y muchas veces es más benigno con muchos y con otros no tanto y se los lleva antes de tiempo.
Hace poco me llego a Conociendo Valera I y II una foto de Leandro que me envió otro hermano mío de crianza; el Alguacil Wilmer Viloria.
En esa foto aparece Leandro, junto a sus primos David Cestari y Javier Viloria; también grandes amigos; si no me equivoco en una reunión en la casa de nuestra recordada amiga Xiomara Ocanto en los años 80.
De mi amistad con Leandro recuerdo a mi compadre con su guitarra, siempre cantando y presto a llevar serenatas. Recuerdo que el Día de las Madres conducía unas serenatas a nuestras madres, que comenzaba a partir de las doce de la noche de ese día y se prolongaba hasta donde el cuerpo aguantaba y nuestras madres no nos detuviesen, ya que donde llegábamos nos paraban para obsequiarnos desde café, dulce y la bebida espirituosa que estuviésemos bebiendo.
Leandro, cuando sus estudios de Ingeniería y su trabajo lo dejasen en la Coral de la Policía del Estado Mérida (FAPEM), tocaba guitarra y componía canciones, siempre preparándolas para la próxima serenata que planeásemos llevar.
Evocó una casa en la Av. Bolívar cerca del BOD donde vivía una joven, por la cual yo bebía los vientos, a la cual llevábamos serenatas en aquellos años 80; repase que en estos días con Wilmer cada uno de los recuerdos de aquellos tiempo; en donde muchas fueron las canciones que lleve acompañado por el que sería mi compadre y Wilmer, además de varios amigos más.
También recuerdo del padre de mi amigo, el conocido Profesor Juan Canelón Cestari, con quien me unió una bonita amistad.
Mi amigo Leandro fue aquejado de un accidente cerebro vascular en el 2005, con todo y un año después vino a Valera a conocer a mi primer hijo Luis Eduardo y esa sería la última vez que lo vería ya estaba bastante deteriorado por la enfermedad, falleciendo el año siguiente.
“La vida continuó” y se llevó a mi hermano y compadre Leandro Canelón y hoy a los 11 años de su partida, te recordamos igual y le pedimos a Dios algún día volver a cantar juntos como lo hicimos en aquel tiempo tan recordado.
Foto: Leandro Canelón junto a David Cestari y Javier Viloria.

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