José Rosario Araujo
Varias veces Simón Bolívar fue víctima
de atentados de manos de los españoles, entre ellos uno de los más conocidos
fue el atentado del Rincón de los Toros que se salva por un pelito. Estuvo el
héroe caraqueño muy cercano a la muerte y se salvó como lo hizo en 17
oportunidades en que sufrió atentados.
En el año de 1818 Bolívar sufre
una derrota en la batalla de Semen en donde tiene una gran cantidad de bajas,
en esa acción son derrotados los patriotas a pesar de ser herido el General
Morillo de un lanzazo y como premio de esta batalla le fue otorgado el título
de Marques de La Puerta. La historia cuenta que Pablo Morillo desde su lecho de
enfermo ordena la captura o muerte de Simón Bolívar
Las tropas de Bolívar llegan a la
sabana del hato del Rincón de los Toros se encontraban maltrechas por la
derrota sufrida, lo que no sabían era que Morillo estaba planeando un atentado
contra El Libertador, esta era la oportunidad de acabar con el líder de la
Revolución.
Los españoles logran la traición
de unos soldados patriotas y saber el santo y seña para entrar al campamento de
los revolucionarios. Morillo escoge a los 36 soldados más valientes del
Batallón Navarra para realizar el ataque y de esta manera acabar con el líder
de la Revolución comandados por el Capitán español Renovales y el valeroso
Coronel barines Rafael López que es muerto en la acción.
Los españoles se acercan
confiados es indiscutible su bravura ya que se sabía que la mayoría morirían al
ser descubiertos. Los patriotas era un aproximado de 800 hombres de caballería
y 600 de infantería.
Bolívar llego al sitio al
atardecer y se sitúa con sus edecanes en una mata en donde cuelga su hamaca.
Entrada la noche el Libertador es avisado por un campesino que en un lugar
cercano se encuentran un grupo grande de tropas realistas y este decide, ya que
se le comunica que son más tropas que las suyas, de levantar el campamento y
así engañar al enemigo. Ordena levantar las armas y municiones y mientras sus
edecanes cumplen sus órdenes El Libertador se acuesta, pero no logra conciliar
el sueño y se levanta ordenando a otro de sus edecanes, el General Ibarra; que
se apresurara a cumplir sus órdenes.
El General Santander se acerca al
caraqueño para informarle sobre el movimiento que hacen los soldados patriotas
para cambiar de campamento cuando se oyen unas detonaciones. Bolívar se arroja
al suelo y su hamaca es impactada por cuatro disparos que por un milagro no
matan al Libertador.
Según el propio Bolívar lo salvo
la oscuridad y fue después su mejor aliada, los disparos crean confusión en la
tropa patriota y huyen en desbandada, el Libertador huye por la llanura hasta
conseguirse al venezolano Leonardo Infante que le cede el caballo que monta que
no de otro sino del llanero López, montado en la bestia Bolívar hizo su entrada
a Calabozo pero el atentado a pesar de que El Libertador salió ileso hacer
merma en el organismo ya enfermo del héroe caraqueño.
Morillo y sus soldados estaban
convencidos que la suerte favorecía a Bolívar y el militar español comento:
“El hijo del Diablo tiene la
suerte del Diablo”. La guerra entraría en una nueva etapa de guerra de
guerrillas, pero de su mente nunca se borraría la noche en que estuvo muy cerca
su muerte.
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