lunes, 17 de julio de 2017

ALGUNAS CRÓNICAS VALERANAS


Recordando nuestra historia
José Rosario A
Es un deber de Conociendo Valera y el Cronista de Santa Rita  resaltar la historia de nuestro terruño, la historia pasada y la que se está escribiendo con algunas crónicas que nutrirán el conocimiento de lo que somos, fuimos y seremos.

En nuestra ciudad las industrias más antiguas fueron las que fabricaban sombreros de cogollo y la preparación del fique  para sacos  del señor Juan Scrochi quien con el tiempo trajo una máquina  para tejerlos fundando la primera fábrica de alpargatas.
Existió en la tierra de Mercedes Díaz una fábrica de cigarrillos llamada “Ambiente de Los Andes”, que sería su dueño Juan Spinetti. La fábrica tuvo una sucursal en Barquisimeto.

A finales del siglo XIX no existían en la ciudad barberías, pero si barberos a domicilio y la primera panadería  fue la de Gallegos Celis  y contaba como panaderos con Rafael Ortiz y Pablo Tortebuy, pasarían los años y Pedro Magi y Ricardo Henríquez inauguraron establecimientos que hicieron las delicias de los valeranos. Años anteriores eran familias que desde sus hogares hacían pan que vendían en las familias de la joven comarca.

La primera imprenta  la trajo Vicente Briceño Briceño dirigida por José Domingo Durán en 1872, ya anteriormente Juan Hack había traído una pequeña prensa, pero en la de Briceño se imprimió el primer periódico valerano “El Regenerador” editado por Matheus Roth en 1872.

A principios del siglo XX, para ser más exactos en el año de 1932 se instaló en la ciudad de las siete colinas “La Sociedad  Pro Consumo de Artículos Venezolanos” cuyo fin  era colaborar con el desarrollo e incremento de las industrias venezolanas. Esta sociedad estuvo conformada como Presidenta, Sofía Baptista; Vicepresidente, Carmen Abreu; Secretarias  Carmen Luisa Febres y Chana Bazo.
Sin lugar a dudas la gente de esa época era nacionalista y tenían un gran amor por su terruño, actitudes que debemos imitar en estos tiempos en que bastante falta nos hace.

Un año después el Concejo Municipal de la ciudad; cuyo presidente Manuel de J. Chuecos tienen como proyectos para Valera, la protección del Colegio Salesiano con la creación  de algunas becas para estudiantes dignos, atención al Hospital “Nuestra Señora de la Paz”, una campaña contra los zancudos; ejecutando el drenaje de la ciénaga cercana al campo de beisbol, controlar las rentas municipales, organizar el aseo urbano, proteger el deporte. De la misma manera se habla sobre el asunto de un acueducto en donde el funcionario municipal aduce que pronto un asunto relacionado con el caso sorprenderá a la población valerana.

El 17 de junio  de 1934 Valera se queda sin luz eléctrica por la crecida del río Motatán y una parte del Canal de la Central Eléctrica de la Compañia Planta Eléctrica de Valera sufrió serio descalabros.

En 1936 en el periódico El Anunciador,  dirigido por Valerano Diez y Riega, luego dueño del Cinelandia y Cine Libertad, en su número 65 en su primera página aparece un artículo titulado “El Clamor de Valera” en donde aparecía la urgente necesidad  de un  acueducto nuevo. Pareciese que los años pasan pero los problemas se mantienen.

Dos años antes el mismo periódico en su primera página aparece la Campaña Sanitaria Agua y Jabón, con la firme intención de crear en los valeranos la poca común costumbre de bañarse todos los días y desmintiendo la creencia en ese tiempo de que bañarse era perjudicial para la salud.

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