José Rosario Araujo
Indiscutiblemente
los nativos norteamericanos sufrieron el ataque de los blancos y la
exterminación de su cultura igual que los indígenas latinoamericanos, es
importante conocer parte de su cultura y de su historia, pero su verdadera
historia y no la contada por los blancos que nunca es la real, creando mitos de
un lejano y salvaje oeste poblado de indígenas que atacaban a los pueblos
civilizados tratando de frenar el avance de la tan mentada
"civilización".
Quanah Parker, hijo
de una blanca y de un jefe comanche desde muy pequeño conoció la barbarie
blanca al perder a su madre raptada por los rurales y siendo asesinado su padre
que murió a los pocos días victima de una herida.
Su madre y su
hermana fueron llevadas a casa de sus antiguos familiares pero Cynthia Parker
que así se llamaba la madre de este caudillo indígena al no poder regresar con
los suyos (ya que se encontraba con los comanches desde los nueve años,
supuestamente raptada por ellos pero muy bien tratada) se suicida.
El joven indígena
se une a una tribu de comanches llamada kwahadis, "sombra en la
espalda", ya que cuando cabalgaban llevaban sombrillas hechas de piel de
búfalo. Su nombre significa "fragancia" en el lenguaje de este grupo
indígena y fue llamado de esta manera ya que nació cuando florecía la pradera
en primavera.
En el año de 1867
el gobierno norteamericano insta alas tribus indígenas de las praderas para ser
colocadas en reservaciones, los
kwahandis se niegan a ser confinados y empieza a principios de los años 70 una
guerra de guerrillas contra las tropas de caballería que eran comandadas por un
cruel coronel Mackenzie que fue acosado por los indígenas dirigidos por este
comanche mestizo, los soldados peinaban el Llano Estacado; zona desierta al
norte de Texas; cayendo en emboscadas.

Quanah fue elegido
para comandar este ataque pero los indios se encontraron con una férrea
resistencia de los cazadores producto de que estaban mejor armados con rifles
con miras telescópicas. El líder comanche es herido y decide retirar a sus
hombres. El salvajismo de los vencedores se desato al cortarle la cabeza a los
muertos y colocarlas en las empalizadas del poblado.
A los indios no les
quedo mas alternativa que atacar en guerrillas y por sorpresa y eso hizo que
fueran enviadas tres columnas de caballería; algo más de tres mil hombres; para
apaciguar a los indios y someterlos en las reservaciones. Los indígenas
liderizados por Quanah junto con sus familias enfrentaron el ataque despiadados
de las tropas norteamericanas. Estos tenían que mantenerse continuamente en
movimiento llevando ancianos, mujeres y niños. Los soldados destruían sus
poblados y mataban sus animales y esto hizo que los indígenas poco a poco
fueran reducidos.
Los soldados ya se
habían convertidos en veteranos en este tipo de combate y al final no les quedo
a este grupo, que rendirse ya que el
hambre y el cansancio los agobiaba, anteriormente emisarios del gobierno les
habían pedido la rendición. El pueblo comanche se encontraba vencido.
Los kwahadis de
Quanah se entregaron en Fort Sill y tan solo quedaban 2000 diezmados por la
guerra, el hambre y las enfermedades ahora tenían que adaptarse al nuevo mundo
que se les presentaban.

Sigue dirigiendo a
su pueblo en tiempos de paz y se convierte en un enérgico dirigente indígena y
en Juez de Paz en su territorio. Además el astuto piel roja llega a ser un
importante hombre de negocios. Nunca olvida las tradiciones de su tribu y
siempre apoyó a su gente. Murió el 11 de
febrero de 1911, apagándose así la vida de uno más de este guerrero indígena
defensor de su pueblo y de sus tradiciones.
*Extraído del libro
“Los Indígenas del Norte” de José Rosario Araujo.
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