sábado, 27 de octubre de 2018

UN ANGEL LLAMADA ZORAIDA HERNANDEZ

Recordando nuestra historia

José Rosario Araujo
Si, una vez conocí un ángel. La conocí en mi transitar por el Liceo Rafael Rangel, los mejores años de mi vida y creo de muchos de los que leen este escrito. Fui un privilegiado a toparme con Zoraida Hernández

Los que estudiamos en este liceo valerano,  recordamos a este inigualable ser humano con gran amor y alegría,  ya que si algo derrochó  la profesora Zoraida fue cariño y dedicación a todos los alumnos de esa casa de estudios y a las personas  que conoció.
Recuerdo la coordinación de asuntos especiales, que ella dirigió en esa instancia educativa en donde siempre nos reuníamos sus discípulos.

Este ángel nos enseño el orgullo de ser rangelianos.

 A Zoraida Hernández la conocí al llegar al Liceo y como hoy,  recuerdo que se me acerco a los meses y me dijo con preocupación al verme metido en protestas: “Te he visto participar en actos de rebeldía. ¿Tu familia está de acuerdo?

Ella como siempre preocupándose por sus alumnos y fuimos testigos cuantas veces se enfrentó a la violenta represión policial de esos tiempos para proteger a sus alumnos.    
¡Qué gran ser fue! ¡No parecía humana! Tan lejos de la prepotencia de muchos de los docentes de la época, tan retirada del egoísmo, del ego, siempre presta a derramar amor en sus alumnos.

¡Cómo te hacía sentir importante! Cuando se dirigía a sus alumnos en alguna actividad parecía que te hablase individualmente.
Siempre se preocupaba por nosotros, siendo una gran amiga que por mucho que vivamos será difícil olvidarla.

En estos días fui invitado a una celebración de un año más del Liceo Rafael Rangel y a pesar de los años que han pasado desde su fallecimiento su presencia se encuentra tan fuerte en esa institución. 

Yo le debo mucho a ella, le debo a mi hijo Luis Eduardo. Ya que cuando un  ginecólogo me advirtió que el embrión estaba muerto y querer practicar un aborto, ella con su ternura me enseño a luchar por esta vida de solamente 15 días de gestada que es ahora un adolescente de 13 años.

Todos los días Zoraida fue a mi casa y rezo por la vida de mi hijo todos los días cumpliendo los ritos Mahikari.

Donde quiera que este amiga mía,  gracias por haber sido tú, por haber sido Zoraida Hernández, aquel ángel que yo conocí.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LOS OTROS BRICEÑO

  Una Mirada a Nuestra Historia José Rosario Araujo No solamente Antonio Nicolás Briceño, el hijo del Doctor Briceño, el Abogado, fue el...