lunes, 3 de febrero de 2020

LOS 425 AÑOS DEL ORIGEN DE VALERA


El fundador MARCOS VALERA compró estas tierras el 17 de octubre de 1595

Escrito por: Gregorio Riveros.
(Propulsor de la Academia Nacional de Cronistas de Historia de Venezuela).

Marcos Valera nació en España. Fue quien compró por primera vez las tierras de Valera a la Real Corona española, por la cantidad de 206 pesos de oro fino, de 22 kilates y medio. Es el acto legal, el primer acto legal, del origen del poblamiento de Valera, es el primer acto fundacional de poblamiento (cuando me refiero a la palabra fundación, es al origen) el que origina la compra de un territorio, lo habita, lo puebla, y a partir de ahí, crece una aldea y, posteriormente, crece una gran población bien estructurada, que muchísimos años después, sería la ciudad de Valera.

 Este hecho de relevancia histórica en las tierras de Valera ocurrió el 17 de octubre de 1595. Es tan importante este hecho que las tierras fueron adquiridas no por las vías de la encomienda ni de las mercedes, sino por un acto de compra-venta de las tierras, donde esas tierras, propiedad de la Corona Española pasaron a manos de un particular: Don Marcos Valera. Es decir, comenzó la tradición legal de la propiedad de la tierra (donde Marcos Valera, tenía siembra y ganadería) y luego, pasó a otros propietario, incluso, parte de esas tierras llegan a manos de los hijos de Mercedes Díaz, y de Reyes Terán (hijo de Mercedes) y Candelaria Díaz (hija de Luisa Díaz) que fueron posteriormente los verdaderos donantes de tierras para construir una iglesia en Valera, hecho que dio origen a la creación de la parroquia eclesiástica San Juan Bautista de Valera, el 15 de febrero de 1820. 

Por eso, la iglesia católica celebra 200 años de fundación, de fundación de su iglesia, celebran el BICENTENARIO DE LA PARROQUIA SAN JUAN BAUTISTA.

De lo dicho, del origen poblacional de Valera, existe prueba documental histórica que fueron verificadas por las oficinas del Registro Público trujillano. Estos hechos resultan interesantes porque, Trujillo fue poblado en 1557, y Valera comenzó su poblamiento 38 años después (esto nos indica que si hay una larga historia por indagar, desentrañar, descubrir y mostrar todo lo histórico que está pendiente, asentado en tinta y papel de antaño, preservado en añejos archivos). Y debemos ratificar con firmeza y contundencia, que Valera si tiene historia, y no es nada breve, cuenta con una larga historia que debe indagarse con objetividad (y publicarse) para que sea conocida por el pueblo valerano.

Marcos Valera es hijo de Juan Morón de Cadenas y de Isabel Flores. Su padre fue un distinguido conquistador español que debió haberse incorporado a la conquista entre los años 1560 y 1562, porque, hay documentos (actuaciones) que hacen referencias, en Barquisimeto (en el año 1562), de Juan Morón de Cadenas fungiendo como apoderado de Diego García de Paredes (éste último en mención, es muy bien conocido como el fundador de Trujillo, en el año 1557). También se ha dicho que fue encomendero de indios en Trujillo, y que le fueron adjudicadas (en 1564) por el Teniente de Gobernador Francisco de la Bastida. Fue un hombre muy importante en los primeros tiempos de los inicios poblacionales de Trujillo. 

En 1566 y 1567 fue nombrado Alcalde Ordinario de la ciudad de Trujillo (FUENTE: CONTRERAS BRICEÑO, Benigno. “Trujillo y la educación en el período colonial”. Fondo editorial Tropykos. Caracas-Venezuela, 1998. pág. 130). Acompañó al Capitán Alonso Pacheco en la pacificación de la Laguna (año 1569).

 Fue como Capitán, Maestre de Campo. Al quedar fundada la Ciudad Rodrigo de Maracaybo, fue aquí, uno de sus primeros Alcaldes. Posteriormente, en el año 1571, se le nombró como Regidor de Trujillo (Ibídem, pág. 131). MARCOS VALERA también participa como Alférez Real en la fundación de la Ciudad Rodrigo de Maracaybo. Luego, en el año 1575, ya instalado nuevamente en estas tierras, Marcos Valera ocupó el cargo de Regidor de Trujillo; junto a los “Alcaldes Tomás Daboyn y Francisco Terán. Regidores: Alonso Pacheco, Juan de Umpierres, Juan de Bonilla y Marcos Valera”. (Ibídem, pág. 131). 

Y a los efectos, de profundizar más, en esta reseña histórica, se procede a confirmar que Don Marcos Valera puede ser considerado el auténtico fundador poblacional de Valera. Hay que entender el concepto de fundación como lo establece el Diccionario de la Real Academia Española (Acción y efecto de fundar. Principio, erección, establecimiento y origen de algo). Y es así, fundación, principio, origen, porque Marcos Valera (quien era primer ocupante y estaba en posesión de estas tierras) compró por primera vez a la Corona Real española estas tierras de La Mesa (de Valera), el 17 de octubre de 1595, por la cantidad de 206 pesos de oro fino de 22 kilates, pasando a ser su primer propietario. Demos un vistazo para saber más acerca de la figura y obra de Don Marcos Valera fundador (legal y de origen poblacional) de Valera.

I
MARCOS VALERA EN LA MIRADA DE DON MARIO BRICEÑO IRAGORRY.

El eminente pensador e historiador trujillano Don Mario Briceño Iragorry, califica a MARCOS VALERA, lo llama, lo nombra, como el “Fundador Marcos Valera”. También, dice que “el Gobernador Don Diego Osorio declaró vacías las tierras de la encomienda de los timotes por no estar bien sus títulos, y después de haber adjudicado parte de ellas a los indios en repartimiento, remató otras en Marcos Valera, entre éstas la mesa donde posteriormente se alzó el pueblo de Valera, que perpetúa el nombre de este conquistador… ”. Además Don Mario Briceño Iragorry, expresa, de Marcos Valera, lo siguiente: (debido a la importancia filiatoria del dato histórico, transcribimos esta cita en su integridad textual con las respectivas observaciones pertinentes); dice: “Ya el año de 1573 había muerto este capitán {se refiere al papá de MARCOS VALERA}, pues por entonces el Gobernador Mazariego confirmó a su hijo Marcos Valera la encomienda de que gozaba su padre.
En su matrimonio con Isabel Flores tuvo nueve hijos, de los cuales conocemos los siguientes: II. —DON MARCOS VALERA, quien fue como Alférez Real a la conquista de los indios de la Laguna y tuvo encomienda de indios timotes. En unión de su hermano Juan Benítez se halló entre la gente que rebeló el movimiento encabezado por el Rey Miguel contra la ciudad de Barquisimeto.
Con sus armas y caballo estuvo en la derrota del Tirano Lope de Aguirre y en compañía del capitán Juan de Carmona fue el sojuzgamiento de los indios rebeldes de la provincia de Nirgua. 

El año de 1596 {léase 1595} el gobernador don Diego Osorio declaró vacías las tierra de la encomienda de los timotes por no estar bien sus títulos, y después de haber adjudicado parte de ellas a los indios en repartimiento, remató otras en Marcos Valera, entre éstas la mesa donde posteriormente se alzó el pueblo de Valera, que perpetúa el nombre de este conquistador, Casó con Francisca de Graterol (v. descendencia de Francisco de Graterol) Padres de: III.—N. Valera, mujer que fue del capitán Juan de Telles. Padres de: IV. —Pedro Telles, casado con Elvira Segovia (v. descendencia de Juan de Segovia). Padres de: V. —Fernando Telles, bautizado el 26 de setiembre de 1628. IV. —Luis Telles, bautizado el 26 de enero de 1631. IV. —Josefa Telles, bautizada el 8 de abril de 1635. IV. —María Melchora, bautizada el 27 de noviembre de 1639. IV. —Otra María Melchora, bautizada el 8 de abril de 1641. III. —Diego Valera Graterol, quien remató en cuatro mil pesos de oro puro el oficio de Alguacil Mayor de Trujillo y fue en ella Provincial de la Santa Hermandad.

 Casó con Laureana de Alarcón, hija ésta de Fernando de Alarcón Ocón y de Inés de Cerrada y Mexía, hija ésta del capitán Hernando de Cerrada y de Juana Mexía, hija ésta del capitán Martín Fernández de las islas y de Juana Mexía. Don Fernando de Alarcón era hijo de Bartolomé de Alarcón, natural y Antequera y Teniente Gobernador de la Villa de Cáceres en el Nuevo Reino de Granada y de Magdalena Daza de Eraso, hija ésta del conquistador Pedro de Madrid, de los fundadores de Santa Fe de Bogotá y de su esposa María Magdalena de Alcántara. Bartolomé de Alarcón era hijo de Gonzalo de Ocón y de Catalina Torres y don Gonzalo venía del matrimonio de Fernando de Alarcón y de Catalina Ocón, naturales y vecinos de Antequera, ambos “nobles hijosdalgos notorios de casa y solar conocidos” según dicen las probanzas levantadas en Tunja por don Bartolomé de Alarcón en los años de 1375 y 1584 con receptoría de la Real Audiencia de Santa Fe. Padres de: IV. —Margarita Valera, mujer de Andrés Sanz de Gaviria. (v. descendencia de Francisco Graterol.) IV. —Fernando Manuel Valera de Alarcón, bautizado el 22 de abril de 1640, Alcalde Ordinario de Trujillo en 1660 y capitán de una de las compañías que combatieron al pirata Gramont el año de 1678, casado con Ángela Francisca Pacheco Mendoza (v. descendencia de Alonso Pacheco). Padres de: V. —Diego Valera y Pacheco, quien casó con María Barreto y Montilla, hija del Alférez Gaspar Barreto Betancourt (v. descendencia de Pedro Luis Villora). Padres de: VI. —Ángela María Valera y Barreto, casada con José Cristóbal Hurtado de Mendoza (v. descendencia de Alonso Andrea de Ledesma). II. —BALTAZAR VALERA, también de los fundadores de Trujillo, y quien ya había muerto por 1595, año en que Don Diego Osorio vendió al capitán Miguel de Montilla unas tierras cerca de Miquía, en el asiento donde Valera solía tener su ganado. II. —JUAN BENITEZ VALERA, conquistador de los cuycas, a quien señala Oviedo y Baños entre los compañeros de Ruiz en la expedición de 1558. Estuvo en la conquista de los indios de la Laguna de Maracaybó y fundación de Ciudad Rodrigo. En Trujillo fue Mayordomo de Propios en 1571 y encomendero de indios timotes. Vino casado de España con María Flores y Tuvieron a: III. —Ana Valera, mujer del conquistador Pedro Luis Villora (v. descendencia de éste). III. —Juan Benítez Valera, casado con María de Mieres. Padres de: IV. —Catalina Benítez. IV. —Francisco Cobo. IV. —Alonso Benítez. III. —María Valera, mujer de Gonzalo de la Rocha Figueroa, hijo éste de Alonso Esteves de Figueroa, Fiscal de la Real Audiencia de Santo Domingo. Padres de: IV. —Juana de la Rocha, bautizada el 14 de junio de 1610, mujer que fue del Alférez Gonzalo de Hocer Mogollón 7. 

Este era natural de los reinos de España y en Trujillo ejerció oficios de Regidor Perpetuo y una vez viudo de ésta su segunda esposa, siguió la carrera eclesiástica. Padres de: V. —Juan de Hoces, bautizado el 10 de octubre de 1648. V. —Pro. Sancho de la Rocha, cura del Portillo de Carora. V.—Isabel de la Rocha Figueroa, mujer del médico Alférez doctor Cristóbal Rodríguez de Espina, Alcalde de Carora en 1678, quien había celebrado en 1669 un convenio con los principales vecinos de Trujillo, según el cual éstos se obligaban pagarle mil pesos anuales, en dos plazos, y aquél a prestar la asistencia médica necesaria a ellos y a sus familiares y domésticos, con obligación de hacerles dos visitas cada día y de no hacer ausencia de la ciudad sin consentimiento de los firmantes del convenio. 

El plazo de la obligación fue de diez años y no entraba entre las del doctor Rodríguez Espina la de suministrar medicinas, que habían de pagarse por separado en la botica que el efecto montaría dicho doctor. Fue éste el primer médico de la ciudad de Trujillo, pero si bien era su principal y más solícita diligencia procurar que la muerte no diezmase la población de la ciudad, en cambio su condición de espadachín y de esposo ofendidó lo llevó a duelo mortal que dejó sin vida al Mayorazgo Pedro Cobarrubias y Cornieles. Padres de: V. —María Rodríguez Espina, bautizada el 13 de abril de 1667. V. —Bárbara Rodríguez Espina, bautizada el 9 de abril de 1673, mujer de Juan Alvárez del Real. V. —Nicolás Rodríguez Espina. V. —Juana Angela Rodríguez Espina, quien intentó ruidosa juicio contra Pío Asuaje el año de 1745, a fin de obligarlo a casarse con su esclava Marcelina, de cuya virginidad había dado cuenta el joven Pío. 

Tremenda mujer era Doña Juana Angela y no agotó ningún recurso judicial ni aún de palabras, aunque éstas fueran de subidos colores, para lograr su intento, aunque Blas Asuaje, como curador de su hijo Pío, alegó distintas y apreciables razones como decir “que en tanta esclava que le an parido las maiores no se encontrara una q aia sido casada’’, pues “la casa de dha. Dajuana Angela no tiene clausura ni a la calle no al río por cuia casa andan sus criadas como quieren” y trajo a cuenta el viejo derecho de Castilla desde los reyes don Juan y don Enrique y probó que el menor no había dado palabra de matrimonio a Marcelina, y sólo le había ofrecido “libertar la prole por que no quedara esclaua”. Todo esto y mucho más llevó a los autos don Blas, pero imposible era vencer la tenacidad, la furía, la bélica actitud de la Señora, a quien la contraparte irónicamente llamaba “Doña Juana Angela Matrimonial”, y al fin la empecinada casamentera logró sentencia en que se dispuso que Diego Pío de Asuaje ‘‘se case con la dha María Marcelina por palabras de presente que hagan verdadero matrimonio... y en su defecto le dé la cantidad de trescientos ps. para q: se pueda ahorrar y libertad de la esclavitud en que se halla... lo q: ejecutara so la pena de excomunión mayor late sense ipso facto incurrenda”, la cual fue dada en Caracas por el Vicario General del Obispado Don Angel Barrera, abogado de los Reales Consejos, Decano de la Real y Pontifica Universidad de Caracas, examinador Sinodal, Consultor y Comisario del Santo Oficio y Juez Provisor. m. —Isabel Benítez, mujer de Francisco Núñez de la Peña. Padres de: IV. —Francisco Núñez de la Peña. IV. —Mariana Núñez de la Peña. IV. —Francisca Núñez de la Peña. IV. —María Núñez de la Peña. IV. —Melchora Valera Núñez. IV. —Martín Núñez de la Peña. IV. —Domingo Núñez de la Peña. II. —Inés de Valera, mujer del capitán Hernando Terán (v. descendencia de Francisco Terán). II. —María Valera, mujer de Francisco Morales. Padres de: III. —María Benítez, mujer que fue del capitán Hipólito León. Padres de: IV. —Francisco de Ramos Valera, capitán de caballos, Alcalde Ordinario y de la Santa Hermandad en El Tocuyo y también Procurador General, casado con María de Linares y Torrellas. 

Esta era hija del capitán Felipe Linares y Torrelles y de Aldonza Santoya. El capitán Linares y Torrellas casó después con la viudad de Gonzalo Osorio Pimentel. Linares había servido en España a su Majestad en diferentes jornadas y de orden del Rey salió a las Indias en persecución del pirata Drake. Estuvo en la Florida, y en Santo Domingo ejerció el cargo de capitán y sargento mayor de toda la gente de a pie y de a caballo de la dicha ciudad. Le fue conferido el nombramiento de Gobernador de Cumaná por renuncia que hizo Pedro Pérez de Almazán, pero por haber fallecido el licenciado Cristóbal de Ovalle, Presidente de la Audiencia de dicha isla, los Oidores admitieron la solicitud de! portugués Ramiro Núñez, a quien se le dio título en menoscabo de los derechos ya adquiridos por Torrellas. Siguió a la Margarita en la pista del corsario, dicen las probanzas, y de allí se pasó a El Tocuyo, donde ejerció oficios de Alcalde Ordinario y Alférez Real. Padres de: V. —Juan de Linares Valera, casado con Petrona Falcón de Míreles, hija ésta de Gervasio Falcón de Míreles” (SIC).

Hemos copiamos íntegra y deliberadamente la cita, como rastros de insistencia en lo filial (familia del fundador Marcos Valera), y también, en la menudencia anecdotaria, porque nos brinda el aire esencial de vitalidad de los tiempos de una época que hoy nos impone rastros inexorables de la herencia social que somos. El discurso, fue recopilado por el gran maestro, excelente y prolífico historiador trujillano, Dr. Rafael Ramón Castellanos, en su libro “Palabras de Humanismo” (CASTELLANOS, Rafael Ramón. “Palabras de Humanismo”. Biblioteca de autores y temas trujillanos. Caracas, 1983. Págs. 106-112)

II
MARCOS VALERA EN LA MIRADA DE LOS CRONISTAS Y LOS HISTORIADORES.
Los cronistas e historiadores casi por unanimidad, es decir, casi todos, coinciden en afirmar que Marcos Valera es el fundador de Valera (o, afirman, que fue el primer propietario, o fundador poblacional). Nos dice el cronista de historia Eliazar Montilla Abreu, que: “Existe un criterio casi unánime a considerar que el nombre de Valera se debe al apellido del encomendero propietario inicial de las tierras sobre las que hoy se encuentra asentada esta ciudad, se trata de Don Marcos Valera, a quien le fue otorgada la mencionada encomienda en el año 1595”. (Fuente: “Trujillo Historia y Diversidad”, Talleres de Universo Gráfico, Valera Edo. Trujillo, pág. 142). 

El cronista Eudomario Rangel, señala lo siguiente: “En 1595 le son entregadas estas tierras al encomendero Marcos Valera… para entonces el señor Valera ya ocupaba el lugar pero sin presentar documentos de propiedad por lo que tuvo que pagar doscientos seis pesos de oro puro de 22 kilates a la autoridad real por aquello que ya era suyo y que ya estaba en producción, cuya fecha de venta aparece el 17 de octubre…”. (Fuente: “Trujillo. En homenaje a los 447 años de la fundación de Trujillo”. Edit. Graficas Univers, C.A. Caracas, 2005. pág. 215). Américo Briceño Valero hace referencias de Marcos Valera, en los siguientes términos: “En los albores de la incipiente aldea valerana se avecindó en esta planicie el encomendero Marcos Valera, quien construyó allí las primeras viviendas para albergue de viajeros y arrieros que transitaban entre los puertos lacustres y Mérida vía La Puerta” (Fuente: “Geografía del Estado Trujillo”. Edición actualizada, año 1972. Pág. 327).

 También el cronista Benigno Contreras, nos dejó conocer sus conclusiones, en cuanto al tema: “Coinciden prácticamente los historiadores que la planicie o meseta, hoy Valera, fue otorgada por Don Diego de Osorio al español Marcos Valera, en 1595… poseía la mesa en que se fundó la ciudad… después fueron dueños los Teranes, Díaz, Garcías y otros… De ahí, entonces, que a éste encomendero se debe el nombre de Valera”. (www.mundo/archivistico.com/?menu=noticias&id=738). 

El cronista José Rosario Araujo, menciona y ubica, a Marcos Valera, como parte de la tradición legal de los dueños de la Mesa de Valera (lo ubica como propietario original): “En los territorios que hoy pertenecen a la ciudad de Valera se encontraban asentados los indios escuqueyes. El primer propietario de la Hacienda Santa Rita, situada en lo que en la actualidad es el centro de Valera, fue Marcos Valera…” (FUENTE: “Conociendo a Valera. La Valera del ayer”. Edición digital).
En su obra “El libro de Valera”, el cronista Raúl Díaz Castañeda, confirma la presencia de Marcos Valera en 1595: “La sabana de Valera que así se llamaba porque en 1595 el Gobernador y Cap. General de la Provincia de Venezuela, Don Diego Osorio, se la adjudicó a don Marcos Valera para premiar sus servicios, más de dos siglos después es pueblo que nace entre sus cenizas”. (DIAZ CASTAÑEDA, Raúl. “El libro de Valera”. Valera, 1970. Pág. 63). 

También el cronista oficial de Valera (Cronista emérito del Estado Trujillo) Don Luis González, también ofrece y asienta su criterio diáfano acerca de Marcos Valera, el fundador de Valera; y expone de manera contundente lo siguiente: “… la vida de Valera es otra. De mayor data. Tan profunda en el tiempo como la de cualquier otro pueblo trujillano de los primeros repartimientos y encomiendas. Así lo señalan viejos infolios del Registro Principal de Trujillo, donde se halla la partida de nacimiento de Valera cuando en septiembre de 1595, don Diego de Osorio dio pie al llamado proceso “composición de tierras” que no eran otra cosa que la entrega de extensas heredades a los conquistadores en calidad de encomienda… Marcos Valera… es uno de los viejos encomenderos, que ocupa una extensa porción de tierras que va desde los límites con el Nuevo reino de Granadas (fijados en Timotes) hasta la meseta donde se estableció la ciudad de Valera, donde el conquistador tenía “ganado mayor y menor” y pan coger como rubro agrícola. 

Marcos Valera se dirigió a don Diego de Osorio, (Gobernador y Capitán general de la Gobernación de Venezuela) quien le negaba sus títulos de primer ocupante y resuelve comprar lo que había trabajado con tanto empeño. Entre esas tierras está el “citio y asiento de Motatán”, al lado acá de la quebrada de Escuque, vale decir, la meseta donde hoy está la urbe valerana… La argumentación de Don Diego de Osorio señala que Marcos no ha presentado el título que le da derecho a su posesión y por tanto estas tierras “pertenecen a la corona y patrimonio real”. 

Doscientos seis pesos de oro fino, de 22 kilates cada peso, tendrá que desembolsar Marcos Valera para recuperar su antigua propiedad constante de “más de diez fanegadas de tierras en la montaña que está frontera del hato de la otra banda de la quebrada que viene de Escuque, todos los cuales dichos pedazos de tierras y estancias de pan y ganado mayor y menor y, citio de hato de dicho Gobernador según dicho es que lo vendía y vendió a dicho Marcos Valera por la dicha cantidad de doscientos seis pesos con que sirve al Rey nuestro Señor”. 

Al final de este documento se asienta la fecha de la expedición del título de propiedad como el 17 de octubre de 1595” (La fuente bibliográfica específica, precisa y original, la encontramos en Mario Briceño Iragorry, “Obras completas”. Textos inéditos y ensayos dispersos. Historia. Volumen 17, pág. 233).

III
MARCOS VALERA. EL FUNDADOR DE VALERA.

En fin, ya hemos dicho en otras oportunidades, que Marcos Valera es el fundador de Valera: “Marcos Valera fue el fundador de ese algo, que en principio da origen al pueblo, este pueblo que se originó, se formó y levantó en lo que hoy conocemos como la ciudad de Valera. Es el fundador en cuanto al origen de Valera como pueblo agrupado, unido en torno a esta tierra (La Mesa de Valera), “sitio”, “vecindario”, “ranchería”, "camino real", en fin, como un poblamiento (gente, pueblo) asentado en un territorio legal (producto de una composición de tierras), con la presencia de su comprador a la Corona Real española por parte del fundador Marcos Valera. Este valioso personaje para la historia valerana, pertenecía al grupo de conquistadores españoles que fundaron a Trujillo en 1557.
Con la llegada de los españoles (y la conquista española), también llegaron los encomenderos, o los primeros dueños o propietarios de tierras (que compraron estas tierras a la Real Corona española), y con ellos, también se presentaron las encomiendas, las fundaciones, el origen de los pueblos, y de los sitios, de los hatos, villas, haciendas, caminos reales, rancherías, caseríos y ciudades con la presencia de sus moradores españoles —y en algunas situaciones— junto con los indígenas. En este caso, en el pueblo de Valera, es necesario y esencial mencionar a Marcos Valera como su fundador. Así mismo fue que lo llamó el distinguido y excelso historiador y pensador trujillano, Don Mario Briceño Iragorry, lo llamó “el fundador”.


 Es el fundador de Valera con sus respectivas circunstancias (legales) de las compras de las tierras originarias de Valera, tierras que sirvieron para la fundación y los orígenes del poblamiento que se precisa como (fundación) nacimiento del pueblo que se constituyó donde se levantaría, y hoy se asienta, la ciudad de Valera. Estas tierras, con la evidente salvedad de hecho, para la fecha en la que Marcos Valera las compra, ya (él) estaba en posesión de las mismas, mucho tiempo antes del saneamiento legal hecho por la Corona española, llamado “composición de tierras”.

 Es decir, ya Marcos Valera las estaba poseyendo. Dice el documento de compra venta, del 17 de octubre de 1595, que allí había ganadería y siembra agrícola (“tierras y estancias de pan y ganado maior y menor”). También, establece el documento que estas tierras (según el mismo documento legítimo y público) fueron compradas por su primer dueño MARCOS VALERA, quien pagó “206 pesos de oro fino —de minas, de lei— de 22 Kilates y medio” para conservar en su poder estas tierras donde posteriormente se levantó esta ciudad de Valera que hoy conocemos.

Los fundadores, aquellos primeros dueños, los primeros ocupantes, sus primeros pobladores, es decir, presencia de población (gente) y territorio, y entonces, presencia de pueblo; ellos, hicieron lo propio con sus acciones (beneficiosos en algunos casos, o terriblemente deplorables en otros tantos), pero, en lo que respecta a Valera, lograron su cometido de fundar, habitar (poblar, o repoblar) estas tierras de la Mesa de Valera.

 Estas tierras de La Mesa, que se conocerían posteriormente como La Mesa de Valera (y donde se establecería la ciudad de Valera) en sus orígenes, en sus primeros tiempos (por allá en los albores del año 1595), se ha dicho y repetido sin fundamento que las mismas fueron otorgadas en nombre de una “encomienda” (encomienda que Marcos Valera no pudo demostrar, ante las autoridades españolas, en su condición legal como encomendero adjudicado o por herencia de dichas tierras). 

Se presume, que alegó una posible herencia de su padre Juan Morón de Cadenas (la de los indios timotes del año 1564), ya que este muere en el año 1573 (y debió trasmitirla mediante herencia de una sola generación directa; hay otra versión, que sostienen, la data de su muerte en 1590). Tal vez, en referencia a la encomienda que no se logró demostrar, presumimos una posible “encomienda” que le fuese asignada (al mismo Marcos Valera, la cual, se presume alegaba). Pero, esas presunciones, sin fundamento documental histórico válido y contundente no le dan fuerza de verdad histórica. Esto ha permitido afirmar la ausencia de encomienda en Valera, ya que no existe prueba documental de la misma; pero repetimos, lo que interesa saber es que, (Don Marcos Valera) no tenía documentación de encomendero de Valera, porque no tenía asignada legalmente una encomienda, y por lo tanto, no había encomienda en Valera. 

Por eso fue que (Marcos Valera) no pudo demostrar su condición legal como encomendero, como poseedor adjudicatario de encomienda. Cuando le tocó demostrar su situación legal, no tenía documento legal, no pudo demostrar su condición legal con relación a las tierras que poseía dentro de un proceso de saneamiento legal que así se lo exigía (se lo requerían, y debía probarlo), ese proceso se llamaba “composición de tierras” dispuesto e instrumentado por el representante de la Corona Real española, Capitán Diego Osorio, Gobernador de Venezuela.

 Pero, al fundador Marcos Valera, le fue mejor así (porque la encomienda era un derecho de usufructo, no era un derecho de propiedad plena) porque con las encomiendas las tierras continuaban perteneciendo a la Real Corona española, y tuvo (Marcos Valera) en ese momento, la oportunidad de comprarlas (adquirir el derecho de propiedad plena). Digo que fue mejor así, porque, en ese año de 1595 obtuvo estas tierras de manera legal por negociación (compra-venta) a, dicho representante de la Corona Real, Don Diego Osorio (Gobernador de Venezuela): el día 17 de octubre de 1595.

 Fecha indubitable de la fundación de Valera; es decir, se constituyó este acto en principio del origen legal del poblamiento (pueblo) donde algún día se constituiría, y en efecto fue así, un mágico y maravilloso lugar donde se establece la ciudad de Valera. Posteriormente, muchos años después, sería erigida como parroquia eclesiástica (el 15 de febrero de 1820). Nos dice la crónica trujillana, que tendría el rango de “ciudad” (claro está, después del mentado largo proceso de construcción de una marcada estructura social, urbanística, que se aplicó en la ejecución de una organización político-administrativa pertinente de la época). 

Esta distinción (categoría de ciudad con presencia del Cabildo) ocurrió en el año 1871, conforme lo ha dicho el cronista Rafael Gallegos Celis, quien ha expresado de manera contundente lo siguiente: “Año 1871. Erección de Valera en ciudad” (GALLEGOS CELIS, Rafael. Valera Siglo XIX. Edit. Talleres Blanco de Editorial Casa Blanca C.A. Mérida-Venezuela, pág. 2007).

Para Valera es trascendente, es muy importante, su origen poblacional desde aquel 17 de octubre de 1595. Es una fecha indubitable de la fundación (origen) de Valera. Es decir, se constituyó este acto en el marco de la Ley en un principio del origen legal del poblamiento (origen del pueblo). Porque fue en ese año (con fundamento legal) que se originó y comenzó el agrupamiento de los pobladores y moradores dispersos en torno a un núcleo de tierra llamado “La Mesa” (comprada por Marcos Valera). 

Esto fue un acto legal relevante de gran trascendencia. Eran los pobladores, los primeros valeranos, que al principio se unieron y se agruparon para habitar y poblar la nombrada “Mesa de Valera”. Por eso, es a partir de esta fecha histórica memorable, donde se inició y comenzó un pueblo que aumentó desde una incipiente y escasa población laboriosa (de propietarios, peonadas, agricultores y criadores de ganado). 

En ese sentido, este año 2020 se cumplirán 425 años de la fundación (origen y poblamiento) de Valera. Hecho legal ocurrido como fundación (origen poblacional) el 17 de octubre de 1595 cuando Marcos Valera (compró) adquirió por primera vez estas tierras donde se originó un agrupamiento, un poblamiento, un caserío, una aldea, en fin, así nació el pueblo de Valera donde hoy se levanta, crece y se consolida la prominente ciudad de Valera.

*GREGORIO RIVEROS.
Cronista de historia. Miembro Correspondiente del Centro de Historia del Estado Trujillo. Ex-Presidente de la Asociación de Cronistas Municipales del Estado Trujillo. Cronista Oficial del Municipio Pampanito. Propulsor de la Academia Nacional de Cronistas de Historia de Venezuela.

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